Hasta el cierre de esta edición, la aprobación de un paquete de anteproyectos de reformas que cambiarían la forma cómo se administra y aplica la justicia penal en Nueva York, mantenía en “suspenso” a centenares de organizaciones y defensores, cuando se celebraba el último día de sesiones en la Legislatura Estatal.
De acuerdo con algunas versiones, no confirmadas, la mayoría demócrata de la Legislatura había alcanzando cierto acuerdo para pasar la denominada ley ‘Borrón y Cuenta Nueva’ (Clean Slate Act) que pondría fin al castigo perpetuo para millones de neoyorquinos que tienen antecedentes de condenas criminales.
El anteproyecto establece un proceso único de dos pasos: sellar automáticamente y luego borrar los registros criminales una vez que una persona haya cumplido su condena.
En la agonía del periodo de sesiones, portavoces del Centro de Alternativas Comunitarias (CCA) una de las coaliciones que impulsa la aprobación de este texto legal, instaba a través de las redes sociales a los líderes de la Asamblea y el Senado a dar luz verde a esta reforma.
En su cuenta twitter, Tony Bibbs, líder de CCA, compartía que ahora tiene 63 años y lamentablemente tiene un historial de tres décadas y todavía no puede encontrar un trabajo regular.
“Ahora mismo, estoy cavando huecos para ganarme la vida. Pasen esta ley. ¡No al castigo perpetuo!“, clamó.
Los impulsores de esta ley aseguran que si se elimina la barrera que significan los registros criminales, se abriría la posibilidad de que por lo menos 1,4 millones de neoyorquinos, puedan acceder a servicios esenciales de la vida como el empleo y la vivienda.
Dudas y esperanzas
Portavoces de la legislatura dijeron a El Diario que otros anteproyectos de la reforma judicial estaban hasta avanzadas horas de la tarde entrabados por temas técnicos y desacuerdos, pero que miembros de la bancada demócrata lo peleaban hasta el final. Se trata de los tres anteproyectos de libertad condicional y la propuesta Nueva York para Todos, que plantea limitar la cooperación de agencias locales y estatales con ‘La Migra’.
Otras versiones apuntaban que de este paquete, solo se aprobaría un cambio en el beneficio procesal de la libertad condicional, pero una versión reducida y limitada que aborda solo las violaciones a la libertad condicional “técnica”.
Voceros de centenares de coaliciones vinculadas con campañas de “justicia racial”, rechazaban la posibilidad de que se hayan quedado “fríos” los textos normativos para abordar la Libertad Condicional para Personas Mayores y la Libertad Condicional Justa y Oportuna.
Entre la secuencia innumerable de reacciones de dudas y esperanzas, José Saldaña, Director de la Campaña Liberación de Personas Mayores en Prisión, dijo que “cuando lanzamos esta campaña, sabíamos en el último día de sesión que pasarían dos cosas: O ganaríamos o seguiríamos luchando. Nunca reconoceremos la derrota. Siempre seguiremos luchando y aprobaremos estos proyectos de ley “.
Más de 300 organizaciones coincidieron en sus manifestaciones en todo el estado, que existe una crisis de envejecimiento y muerte para los neoyorquinos en prisión y sus familias, debido a décadas de sentencias extremas por parte de una Junta de Libertad Condicional que aseguraron está marcada por “prejuicios raciales”.
Asi mismo, l a asambleísta del circuito Jackson Heights – Corona, en Queens, Jessica González Rojas escribió en su cuenta twitter, horas antes del fin del periodo legislativo: “Estoy lista para votar en contra del castigo perpetuo. Estoy a favor de los anteproyectos de Libertad Condicional y Borrón y Cuenta Nueva”.