MIAMI, DEL RÁPIDO CRECIMIENTO A LA PREVENCIÓN DE RIESGOS
MIAMI, DEL RÁPIDO CRECIMIENTO A LA PREVENCIÓN DE RIESGOS
La sorpresa por el derumbe de un edificio en Surfside Miami Beach, sacudió la agitada vida de una ciudad que en algo más de un siglo creció desde una mínima población de 300 habitantes a una urbe cosmopolita.
La agitada vida de Miami está asociada a las compras, la diversión y la playa. Mientras los duros inviernos castigan al norte de Estados Unidos, Miami es una ciudad amable para los jubilados norteamericanos que huyen de los climas rigurosos y tienen días de sol en Florida. Antiguas tribus indígenas poblaban estos parajes como los miamis y los tequestas. Luego, la colonia española recaló en esta tierra que parecía prometida, antes de que Estados Unidos la hiciera suya. Los nombres de lugares históricos como Balboa y Cayo Vizcaíno ( Key Bizcanie) todavía permanecen.
Muy cerca de los poblados hispanos están los gigantes pantanos como Everglades y su población de cocodrilos que de cuando en cuando atraviesan autopistas y hasta sacan sus fauces amenazantes ante las atónitas miradas de vecinos y algún desprevenido turista.
Miami se convirtió en ‘La Meca’ del turismo latinoamericano y en tierra de refugio de los exiliados cubanos en los primeros años de la revolución de la isla caribeña.
Más tarde recalaron hacia Miami salvadoreños que huyeron la guerra civil y hay numerosos colonias provenientes de Nicaragua y otros países centroamericanos. El español y el ‘spanglish’ se hablan fluído. El acento de La Habana corre por la Sahuesera (South West ) y la Calle 8 donde pululan restaurantes de sabrosa comida cubana.
Miami Beach tuvo un desarrollo inmobiliario espectacular. Capitales limpios y otros no tanto, provenientes de distintos países contribuyeron a esta explosión ‘demográfica’ de edificios dedicados a recibir turistas. Tanto aquellos octogenarios ya referidos como la clase media insurgente de América Latina, algunos pudientes prefirieron invertir en Miami , y hasta los nuevos ricos metieron su reales en la Florida.
El doloroso desplome de un edificio en la famosa avenida Collins, hace diez días, una construcción que, por lo visto, es de departamentos de cierto lujo, desnudó los problemas constructivos que ahora afloran para exigir revisiones severas de los edificios, estudios de suelo, investigaciones que permitan determinar si el agua salada permea y corroe estructuras metálicas y si los condominios y sus agentes responsables hacen los chequeos del caso para verificar el estado de esas construcciones y preservar la seguridad de las personas.
Como vemos a diario, los rescatistas hacen su tarea con sumo cuidado. Los familiares de las presuntas víctimas que los saben enterrados bajo los escombros, imploran oraciones para que las fuerzas de remoción de tierra actúen con tino a fin de evitar que los cuerpos sean afectados. El drama humano es potente allá donde se lo mire y las amenazas de los huracanes vuelven a recordar que, de cuando en cuando, Miami se tambalea por la fuerza de la naturaleza. Son los misterios del paraíso de carne y hueso siempre frágil ante los rigores del clima tropical y la humana debilidad.
OPINIÓN
Por Gonzalo Ruiz Alvares
En especial para Ecuador News
www.ecuadornews.com.ec