Al menos por un año más, los restaurantes pueden seguir expandidos en las calles y aceras de Nueva York, según la ley firmada ayer por el gobernador Andrew Cuomo.
Según Cuomo, esa práctica pandémica que se estableció para garantizar el distanciamiento social sin afectar la capacidad de servicio, ha servido como “salvavidas muy necesario” para los restaurantes afectados por el confinamiento.
La ley, que entró en vigor de inmediato, extiende por un año más que espacios municipales como aceras y calles se usen para comer al aire libre bajo servicio comercial. “A medida que reconstruimos Nueva York mejor que antes, es importante que aprendamos del pasado y capitalicemos esos esfuerzos que ayudaron a muchas de las pequeñas empresas a sobrevivir en medio de la pandemia mundial”, dijo Cuomo en un comunicado.
“Al extender la tan necesaria línea de vida que permitió a los restaurantes usar espacios públicos al aire libre para sentarse durante la pandemia, Nueva York se asegura de que estas pequeñas empresas puedan continuar usando estos espacios mientras trabajan para reconstruir y apoyar la revitalización del Empire State”, agregó.
Andrew Rigie, director ejecutivo de New York City Hospitality Alliance que agrupa a unos 24 mil establecimientos para comer y beber, celebró que la gobernación diera luz verde a extender la medida de ayuda.
“Las cenas al aire libre han sido un sustento fundamental para los restaurantes de la ciudad, por lo que la promulgación de esta nueva ley garantizará que los clientes puedan seguir disfrutando de su copa de vino mientras cenan al aire libre, al mismo tiempo que apoyan las pequeñas empresas y los trabajos”, dijo, citado por New York Post.
Los dueños de bares y restaurantes también habían pedido a Cuomo expandir el permiso de vender bebidas alcohólicas para llevar establecido durante la pandemia, pero no lo hizo y quedó sin efecto el pasado 24 de junio.
La expansión de restaurantes ha cambiado radicalmente el paisaje urbano de NYC, disminuyendo en unos 8,500 los puestos de estacionamiento. También ha generado nuevos retos para los peatones, el Departamento de Saneamiento (DSNY) y los bomberos, en cuanto al espacio, manejo de emergencias y recolección de basura y nieve.
Así mismo, ha habido casos de personas heridas por autos, balas y hasta indigentes mientras comían sentadas al aire libre.