Frederica Wilson, representante demócrata de Florida ante el Congreso Nacional, pidió ayer al presidente Joe Biden que “pague” a quienes huyen de América Latina por la frontera sur de Estados Unidos para “incentivarlos” a permanecer en su país de origen.
“Vuele a esos países”, dijo mientras le hablaba retóricamente a Biden. “Dele dinero a esta gente. Cree trabajos. Deles algún tipo de incentivos para que se queden en su país y trabajen”.
Wilson afirmó que el FBI ha seguido a través de “charlas” en Facebook los movimientos de los carteles que se benefician de esquemas de contrabando de personas y que se espera que 60,000 inmigrantes más hagan el viaje desde Panamá, Chile, Brasil y Ecuador.
Funcionarios a caballo intentaron impedir que los migrantes cruzaran el río, generando imágenes dramáticas, y un oficial pareció balancear sus riendas mientras un hombre haitiano estaba cerca.
Wilson, representante del distrito donde se concentra la numerosa comunidad haitiana en el sur de Florida, alentó a los estadounidenses que quieran pagar para patrocinar visas para migrantes a que se comuniquen con su oficina, alegando que sólo los niños y las familias “están bien” y que se les da “prioridad” de admisión.
“Las personas a las que están apuntando para deportar son hombres negros solteros”, dijo, y agregó, “y los quiero aquí”. Wilson estuvo acompañada por el senador estatal demócrata Shevrin Jones y miembros de la comunidad en un evento de prensa en Miami para instar a la Casa Blanca a detener la deportación de haitianos que han llegado masivamente a la frontera de Texas.
“Nadie debería ser deportado a Haití”, dijo Wilson, reconociendo los desastres naturales y políticos que azotaron a la nación durante los últimos meses. “No es el momento de deportar personas a Haití”, insistió.
También el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, fustigó este martes al gobierno de Biden por ordenar la deportación masiva de los inmigrantes haitianos retenidos en la frontera con México y pidió acabar con las políticas “odio y xenofobia”.
El gobierno de Biden ha continuado el uso del Título 42, implementado por primera vez bajo la administración de Trump, que permite a los funcionarios renunciar a los procedimientos de inmigración habituales para protegerse contra la propagación del COVID-19.
Daniel Foote, enviado especial de EE.UU. en Haití, renunció al cargo ayer, apenas dos meses después del nombramiento, al denunciar las deportaciones “inhumanas” por parte del gobierno de Biden contra miles de haitianos que cruzan la frontera desde México.