Los Talibán recuperan los castigos corporales
Los Talibán recuperan los castigos corporales: “cortar las manos es muy necesario para la seguridad”
El mulá Nooruddin Turabi afirma que el Gabinete en funciones estudia la forma de «desarrollar una política» en torno a la difusión o no de estos castigos
Casi todo en los ‘nuevos’ talibán 2.0 huele a rancio. O a sangre. Lo acaba de confirmar a la agencia AP; el mulá Nooruddin Turabi, el principal responsable recién designado para aplicar en Afganistán una de las interpretaciones más ultramontanas de la sharía o ley islámica. Según ha explicado, en esta nueva era con los fundamentalistas al mando recuperarán penas severas como la amputación de extremidades. Si acaso, matizan, debatirán si hacerlo o no en público, algo dañino para su imagen.
«Cortar las manos es muy necesario para la seguridad», ha aseverado él durante la entrevista. Enfatiza que tamaña práctica tiene un efecto disuasorio, y que el Gabinete en funciones está estudiando la forma de «desarrollar una política» en torno a la difusión o no de estos castigos, tildados por sus críticos de «medievales». Numerosos países occidentales han advertido a los nuevos señores de Kabul que su apoyo dependerá de su política de derechos humanos, en especial con las mujeres.
Durante su anterior Gobierno, los talibán se hicieron un mal nombre a costa de condenas convertidas en auténticas tropelías. Particularmente infame fue el uso como patíbulo del estadio de fútbol de Kabul, donde el deporte había sido prohibido bajo órdenes de Turabi, un veterano que salió de la guerra contra los soviéticos tuerto y con un muñón en la pierna. De acuerdo con la ley del Talión que se aplicaba, sólo el pago del ‘dinero de sangre’ salvaba de recibir un tiro en la nuca. La otra salvajada eran las lapidaciones.
En 1996, Turabi fue jefe de la Judicatura y ministro para la prevención del vicio y la promoción de la virtud. Fue uno de los aplicadores más entusiastas de normas como la destrucción de radios y cintas de cassette, el castigo con golpizas de quienes se rasuraban demasiado la barba y la obligación de llevar un turbante en las sedes oficiales. Y, por supuesto, la exclusión de las mujeres de toda actividad política, así como de la vida pública. Decretar lapidaciones o latigazos eran una parte de su trabajo.
Ahora asegura que los talibán han cambiado. Pocos días antes de que tomasen Kabul, tras una ofensiva relámpago, un juez del movimiento, basado en la provincia de Balkh, aseguró a la cadena BBC que apoyaba al cien por cien las interpretaciones rigoristas de los suyos. «En nuestra sharía está claro, quienes tengan sexo sin estar casados, sean chica o chico, el castigo son cien latigazos en público […] Pero para cualquiera que esté casado, debe ser lapidado hasta la muerte». El robo conlleva la amputación.
La sharía domina el ordenamiento jurídico de países con Gobiernos islámicos como Arabia Saudí, Irán o Egipto. Pero cada país la aplica en base a las interpretaciones de sus propios escolares y, en consecuencia, de forma distinta. Incluso el Gobierno afgano anterior, constituido como República Islámica, contaba con la sharía y la pena de muerte entre sus condenas posibles, aunque la aplicó mayormente en casos de terrorismo o robos graves y sólo en el ámbito de las prisiones.
Con los talibán se teme que la pena de muerte se aplique de nuevo contra otras acciones consideradas crímenes, como la apostasía o el adulterio, y que se ejecute en público. «Todos nos criticaron por nuestros castigos en el estadio, pero nosotros nunca hemos dicho nada sobre sus leyes y sus castigos», se queja Turabi a AP. «Nadie tiene que venir a decirnos cómo deberían ser nuestras leyes. Seguiremos el Islam y basaremos nuestras leyes en el Corán», sentencia Turabi.
La preocupación de las ONG se basa en sentencias de muerte como la que recientemente recibió el hermano de un traductor, de acuerdo con una carta obtenida por la cadena CNN, en la que se le acusaba de haber ayudado a EEUU y haber proporcionado seguridad al familiar. Era la tercera misiva, después de dos en las que se le instaba a presentarse ante el juez de una región afgana. Finalmente, esta última servía para dictaminar que era «culpable in absentia» por «tu servitud a los cruzados invasores».%
CASTIGOS CORPORALES QUE USAN LOS TALIBANES
Terribles Castigos Corporales que se siguen Haciendo en la Actualidad
Vivimos en una sociedad que se considera avanzada, y lo cierto es que hay muchas cosas que han quedado erradicadas como la esclavitud. Si pensamos que hace relativamente pocos años la esclavitud era algo asumido y permitido, podemos ver como las cosas cambian. Los castigos corporales a los esclavos eran horribles y no se podían quejar. Aunque hemos hecho avances es cosas como esta, hay una cosa que todavía permanece en varias partes del mundo, y son los esos mismos castigos corporales de otros tiempos. Parece que las tradiciones son difíciles de eliminar en muchos casos y ciertos castigos siguen siendo habituales. Veremos algunos de los castigos de este tipo que siguen existiendo hoy en día y se aplican a diario en todo el mundo.
1 – Latigazos
Los conocidos latigazos son una forma de castigo que todos hemos visto en infinidad de películas. Era un castigo muy común hasta el siglo 19, aunque fue desapareciendo para dar paso a otras formas de castigo, que generalmente era el encarcelamiento.
2 – Azotado con una caña
Es otra forma de latigazos aunque en lugar de golpear con un látigo o un cable, se hace con una caña larga y fina. Estos golpes de caña pueden ser muy dolorosos ya que suelen abrir la piel y dejar cicatriz. También ha sido un castigo muy condenado por varios grupos y asociaciones ya que se hace en muchos países. Uno de los sitios donde más se usa la caña es en Singapur. Todos los años se aplican miles de estos azotamientos, sobre todo a delincuentes comunes. Recientemente este tipo de castigo corporal volvió a la palestra al ser dos estudiantes alemanes lo que los recibieron. Fueron condenados a nueve meses de prisión y tres golpes de caña cada uno por pintar un graffiti en un tren. Aun con tantas protestas, son muchos los países que siguen defendiendo esta forma de castigo.
3 – Aislamiento
No solo el dolor físico es una forma de castigo que puede ser extrema. El asilamiento total por periodos de tiempo puede afectar mental y psicológicamente a una persona. Este castigo que se aplica en la mayoría de países suele dejarse para los peores y más violentos criminales. Normalmente los prisioneros que están en aislamiento suelen pasar unas 23 horas confinados totalmente solos y con un ahora para estar fuera de su celda. Aunque muchos han condenado esta práctica, es usa en la mayoría de países desarrollos. Se considera que en no tener ninguna interacción con otras personas finalmente destruye a emocional y psicológicamente a la persona. Sin embargo, otros recuerdan que muchos de estos presos precisamente no tienen una buena actitud con el resto de la población.
4 – Amputaciones
Una de las formas más terribles de castigo físico es sin duda la pérdida de un miembro. Por desgracia se siguen practicando las amputaciones de manos, brazos, pies y piernas en varios países en el mundo. Dependiendo del país, estas amputaciones se hacen en un entorno médico e higiénico controlado por médicos. Estos doctores no tienen más remedio que realizar la amputación tal como manda la ley. Al menos el condenado tiene el consuelo de la anestesia en estos casos. En otros países la cosa es mucho peor. Este castigo se realiza por métodos más explícitos y no se aplica ningún tipo de anestesia.
En los tres países que se han comentado antes, que son Arabia Saudí, Sudán e Irán, los pies y manos pueden ser cortados por varios tipos de crimen. Este castigo está descrito en la ley islámica Sharia y se aplica a los ladrones con delitos con armas. Se les corta la mano derecha y el pie izquierdo. Muchos grupos humanitarios hablan de este castigo como una tortura más que una penalización. Los países que tienen implementada la Sharia, usan estos métodos por ley.
5 – La ceguera
El dejar a una persona media o totalmente ciega es principalmente en Irán con la Sharia. Es un castigo que permite a las víctimas de crímenes violentos una compensación frente a sus agresores. Se basa en el “ojo por ojo” y hay varios modos de aplicarlo donde uno de ellos es la ceguera. En el castigo, uno o los dos ojos del criminal son cegados ya sea por una extracción o mediante un ácido. Se suele aplicar principalmente cuando la víctima se ha quedado ciega. En Irán suele ser común este castigo ya que los ataques por ácido en la cara suelen ser frecuentes. La intención es desfigurar a la víctima y dejarla ciega. En menor medida este castigo se hace en Arabia Saudí.
REPORTAJE
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