2 de noviembre, Día de los Muertos
Familias arreglaron las tumbas de sus deudos para visitarlos el 2 de noviembre, día de los muertos
Brochas, baldes, pintura, franelas y agua fueron las herramientas de los asistentes a dos cementerios de Quito, durante este lunes 1 de noviembre y el martes 2 de noviembre la verdadera fecha del Día de los Difuntos.
Las familias dedicaron la mañana a erealizar arreglos en las tumbas de sus seres queridos, previo a la conmemoración del 2 de noviembre, Día de los Muertos.
“Dejar todo bonito” fue el objetivo, dijo Gioconda Galarza. Ella acudió al cementerio de Conocoto a limpiar los alrededores de la tumba de su padre, fallecido hace 21 años. En la zona, señala, la tradición es hacerlo un días antes de la fecha conmemorativa para luego hacer una velación simbólica durante la noche del 1 y la madrugada del 2 de noviembre.
A ese acto acuden varias familias, cuenta Galarza. “Venimos en familia, hay juegos y serenatas. ¿Por qué lo hacen? Para recordar a sus muertos, dice la quiteña. “Ese día nos sentimos junto a ellos y es un mensaje de que no les hemos olvidado”.
Tránsito Masabanda y Carmen Caiza también acudieron al cementerio ubicado en el valle de Los Chillos para acomodar la tumba de su madre, quien dejó el mundo terrenal en septiembre de este año. Carmen también fue por su esposo, enterrado ahí hace 38 años.
A diferencia del 2020, en este año las hermanas ven más movimiento en el cementerio. Piensan volver el lunes 1 de noviembre a hacer otra visita a sus muertos.
El domingo 31 de octubre, ese panteón de la capital abrirá sus puertas de 08:00 a 16:30. Mientras que el lunes 1 de noviembre estará abierto entre las 08:00 y las 22:00; y el martes 2, de 07:00 a 16:00.
Menos movimiento se registró en el panteón más grande de la capital, el de San Diego, ubicado en el centro de Quito. Sus puertas están abiertas de 08:00 a 17:00 y las visitas en este día tuvieron el mismo objetivo de realizar arreglos en las tumbas.
Por eso acudió Narcisa Anasi. No había pintado la tumba de su padre hace dos años, cuenta la mujer que vive en La Magdalena, al sur de Quito. En la parte superior de su papá también se encuentran las tumbas de su abuela y su tía. Planea volver el martes 2 de noviembre para dejarles flores.
Trabajadores de la Asociación 2 de noviembre aprovechan la fecha para dar sus servicios de mantenimiento en el camposanto. Germán Cóndor dice que el costo depende del estado de las tumbas. A veces solo es cuestión de desempolvar y pintar, pero si están muy estropeadas corrigen fallas. Puede costar desde USD 3.
Algunos los contratan y otros acuden en familia para hacer el trabajo por sí mismos. Es el caso de Cristina Vivero, quien visitó San Diego junto a sus tres hermanos. Entre todos pintaron detalles en la placa de mármol de la lápida de su madre, fallecida hace 13 años.
“Nosotros dejamos todo listo y así los que vienen a visitarle a mi mami los otros días encuentran bonito”, contó la vecina del sector de El Calzado, al sur de la ciudad.
ACTUALIDAD
Por Yadira Trujillo
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