DESDE EL GRAN GUAYAQUIL
DESDE EL GRAN GUAYAQUIL CON FERNANDO NARANJO-VILLACÍS
Dejad que los niños…
La próxima semana es NOCHEBUENA, el mundo cristiano recuerda la Natividad de JESÚS el Cristo; -en la ilustración cuando tenía 9 años. Nos toca vivirla en un ambiente nada festivo, pues hay mucha tristeza y angustia en el planeta.
Por muy optimistas que tratemos de estar, nuestra mente nos lleva a reflexionar y mantenernos alerta en este tiempo de guerra feroz ocasionada por la estrategia reduccionista de gente satánica que pretenden jugar a ser dioses.
Las luces navideñas, juguetes y golosinas nos traen el aroma de nuestra niñez. La magia del sonriente viejito guatón y regalón que nos agasajaba con sus obsequios. La clarinada festiva de campanitas, pitos, canciones y bailes para celebrar la esperanzadora llegada del Niño Dios.
Con la familia reunida alrededor de la mesa generosa para compartir el Pan de Pascua y el árbol con titilantes luces multicolores, bellamente decorado. Éramos niños, disfrutábamos los momentos de íntima familiaridad. Hermanos, primos, con los interminables abrazos de nuestros padres, abuelos, tíos, todos confundidos en la inolvidable Noche de Paz, Noche de Amor.!!
En la amorosa sonrisa de los niños, vemos reflejada la presencia del Niño JESÚS. Los pequeños son seres de luz, irradian la pureza e
inocencia angelical que nos transporta a otra dimensión, una que atesora todo lo hermoso de la creación.
LA SAGRADA FAMILIA
Al referir la Sagrada Familia, hacemos énfasis en “Honrar a los Padres.” A la figura paterna y materna se le debe Honor, Respeto y Amor por una relación de semejanza con Dios. Ellos transmiten la vida, incluso más, honrar al padre y a la madre, es en cierto modo honrar también a Dios, según lo establece el cuarto mandamiento. Por esta razón, quien honra a sus padres, acumula valioso tesoro y encontrará alegría en sus hijos, será escuchado en su oración y tendrá larga vida.
Lo que nos quede por Vivir, que sea con Alegría y Dignidad en amorosa Unidad Familiar.
LA INFANCIA DE JESÚS
La infancia de JESÚS solo está documentada en la Biblia al momento en el que cumple 12 años de edad y fue llevado al templo de Jerusalén para cumplir con la tradición judía: “Todo primer hijo varón será consagrado al Señor”, y en este pasaje, JESÚS tiene un encuentro con los Doctores de la Ley quienes se sorprenden de su sabiduría.
Comencemos en este diciembre un Ejercicio Espiritual para Renovar diariamente, con Sinceridad y Sencillez, la Paz en Nuestra Familia. Perdonándonos y Agradeciendo como expresión ideal de toda familia cristiana.
Seremos una pequeña comunidad abierta al Amor, la Fe y la Esperanza, donde reine la Comprensión y la Solidaridad.
EL NIÑO JESÚS EN EL PEQUEÑO TALLER
José construyó un pequeño taller cerca de la fuente de la aldea y de la parada de las caravanas. Hacía trabajos de carpintería, junto a sus dos hermanos y otros ayudantes en el trabajo de madera, cuero, sogas y lonas.
JESÚS crecía y cuando no estaba en la escuela, ayudaba a su madre en los quehaceres domésticos y acompañaba a su padre en el taller. También hacía labores en la granja con las plantas y animales.
El próximo acontecimiento importante en la vida de esta familia de Nazaret fue el nacimiento del segundo niño, Santiago, ocurrido al alba del 2 de abril del año 3 a. de J.C. JESÚS estaba feliz de tener un hermanito, y permanecía largas horas observando las actividades del bebé.
DESDE EL GRAN GUAYAQUIL
Por: Fernando Naranjo-Villacís
fnaranjo@gye.satnet.net