Además de la lucha contra la criminalidad, la inseguridad y la recuperación de la ciudad tras los golpes que recibió por la pandemia del COVID, la vivienda segura, asequible y estable, y la lucha contra el desamparo, será una de las principales necesidades que el alcalde Eric Adams debe estar presto a resolver, con eficiencia, rapidez y diligencia, por el bienestar de los neoyorquinos. Según la Coalición de los Desamparados, en el año fiscal 2020, un total de 122,926 personas sin hogar pasaron por el sistema de de refugios públicos, entre ellos 39,300 menores.
A los casi 50,000 desamparados que viven actualmente en refugios públicos, entre ellos más de 8,500 niños, se divisa en el horizonte, como “un tsunami” preocupante, la situación que desde el 15 de enero, cuando vence la moratoria de rentas atrasadas en Nueva York, podrían enfrentar cientos de miles de familias que no pudieron pagar sus arriendos debido a la pérdida de ingresos y que estarían en riesgo de ser desalojadas si el Estado no toma medidas de fondo. De las 289,619 solicitudes de ayuda que recibió el Programa de asistencia de emergencia para el alquiler (ERAP) para pagar las rentas adeudadas por inquilinos morosos, en gran parte en los cinco condados, apenas se han asignado recursos en menos de 100,000. Además, se estima que casi 400,000 familias adicionales, buena parte también en la ciudad, no lograron aplicar y están viendo las verdes y las maduras.
El futuro de la vivienda en la Gran Manzana dependerá en buena parte de lo que pase en Albany, aseguran activistas y defensores de los inquilinos, como Lucas Sánchez, subdirector de la organización Communities for Change, quienes como primer paso urgente exigen que se aprueben soluciones permanentes a la crisis y no meros pañitos de agua tibia.
El activista advierte que dos de esas iniciativas que darían un respiro a quienes están ahorcados con sus alquileres y que ayudarían a dar mayores beneficios para los arrendatarios y no a las grandes inmobiliarias, son la “ley de desalojo por causa justa”, de la senadora estatal Julia Salazar, que evitaría que los propietarios desalojen a los inquilinos en la mayoría de los casos sin una orden de un juez, y poner fin al programa 421, beneficio que permite a los desarrolladores no pagar una parte grande del impuesto predial por la construcción de viviendas plurifamiliares de alquiler. Sobre este segundo punto, las constructoras aseguran que pudiera impactar negativamente la creación de nuevas viviendas.
¿Pero si los lineamientos dependen del gobierno estatal, qué puede hacer entonces el nuevo Alcalde para impulsar la protección a la vivienda asequible?: Usar el poder su voz y su liderazgo, en primera medida.
“El alcalde Eric Adams tienen muchísimos retos en asunto de vivienda en el camino, pero algo muy importante que puede y debe hacer, es abogar por los inquilinos de la ciudad y por los de todo el estado, siguiendo al Concejo Municipal que pasó una resolución apoyando a que se apruebe en Albany la ley de desalojos por causa justa. El alcalde debe desde ya, comenzar a exigirle a la Gobernadora que se apruebe ese proyecto en la sesion que empieza en enero”, aseguró Sánchez. “Además hay que acabar con el programa 421 que le recorta impuestosa las inmobiliarias, porque solo ha servido para enriquecerlos más y no han construido vivienda a bajo costo, como deberían haber hecho.
El experto en asuntos de vivienda agregó que a nivel Ciudad, Adams también debe poner freno a los proyectos de reurbanización, porque manifestó que esas iniciativas afectan a las comunidades y aumentan el desplazamiento de familias vulnerables, favoreciendo a desarrolladores.
“Desde el primer día, Eric Adams debe decir no a la rezonificación, a menos que realmente haya vivienda económica, pues con De Blasio las viviendas a bajo costo que se aprobaron en esos proyectos fue muy poquita. También tiene que usar su voz para hacer que el gobierno federal invierta más fondos en NYCHA. Adams debe usar el micrófono que tiene como alcalde para abogar por esos cambios”, agregó el activista, quien abiertamente dijo tener cero esperanzas en que bajo la Administración Adams, las inmobiliarias creen unidades de vivienda asequible, como se necesita.
“Basta con mirar quien financió la campaña de Eric Adams: la industria inmobiliaria. Así que cualquier promesa de su parte en cuanto a vivienda económica para los neoyorquinos comúnes y corrientes, no vale nada. Él en ese asunto, va a responderle solamente a la gente que lo financió”, dijo Sánchez. “Va a ser difícil, si no imposible, contar con este alcalde en cuanto a construcción de vivienda económica. Eso se va a quedar en palabras. Tenemos confianza nula y si llegase a pasar, sería un milagro, y serían solo un puñado de unidades”.
A pesar de los señalamientos, el Alcalde ha dado su palabra de que la vivienda para los más necesitados será prioridad en su mandato. Y sobre su cercanía con los desarrolladores, a pesar de admitir públicamente que los ve como una fuerza positiva para la ciudad y no como el “coco” que los críticos señalan, asegura que exigirá la construcción de más unidades asequibles.
“Para lidiar con nuestra crisis de vivienda en Nueva York, la Ciudad debe construir rápidamente nuevas viviendas asequibles mientras protege los apartamentos existentes en todas partes, con medidas audaces y agresivas que son aún más necesarias ahora que luchamos simultáneamente contra una pandemia y una crisis económica”, advierte el recién posesionado Alcalde.
El mandatario promete construir unidades más asequibles, reutilizar edificios de oficinas de la ciudad y hoteles para viviendas de bajo costo, y sobre ese particular habla de 25,000 unidades, entregar viviendas y ayuda a personas sin hogar y a quienes luchan con los altos alquileres.
“Los neoyorquinos en refugios locales, especialmente aquellos que vivían en los vecindarios antes y fueron desplazados, serán priorizados para viviendas de apoyo”, dijo Adams. “Además, aceleraremos la construcción de unidades de vivienda de apoyo, avanzando en cinco años del cronograma de la Iniciativa de Vivienda de Apoyo 15/15 de la Ciudad, que actualmente apunta a crear 15,000 unidades de vivienda de apoyo en 15 años”.
Otras de las iniciativas que Adams ha mencionado para impulsar su enfoque para resolver la crisis de vivienda son empoderar a las corporaciones de desarrollo comunitario e insituciones religiosas ofreciendo propiedades para construir viviendas permanentemente asequibles, aprovechar propiedades municipales vacantes y subutilizada.
“La meta es que ningún neoyorquino pague mas del 30% de sus ingresos en rentas. Eso es lo más importante, y cualquier cosa que hagamos, debe ser un esfuerzo con la comunidad. Vamos a sentarnos con líderes de las comunidades y hablar de los planes”, dijo en entrevista con El Diario NY.
Adams también ha dicho que se enfocará en conseguir más recursos para mejorar los edificios de vivienda pública de NYCHA, que por años siguen denunciando problemas de mantenimiento y condiciones básicas.
En materia de empleo, el nuevo Alcalde asegura que tras la pérdida de unos 500 mil puestos de trabajo tras la pandemia del COVID, a fin de hacer crecer una economía equitativa, promoverá y apoyará nuevas industrias emergentes que generen empleos.
En su lista de tareas, está invertir en trabajos verdes, en la producción y transmisión de energía renovable, remodelaciones de edificios y mejoras de infraestructura, al igual que la industria de las ciencias y apoyar a las empresas de emprendimiento con recortes fiscales.
“Los neoyorquinos de clase trabajadora están luchando durante esta crisis financiera y necesitan ayuda directa ahora y una red de seguridad mucho más sólida para el futuro. También debemos hacer un mejor trabajo para encontrar trabajo para los neoyorquinos”, afirmó Adams, quien además de asegurar que ofrecerá asistencia directa en efectivo para los neoyorquinos necesitados, insiste en que creará “un esfuerzo sin precedentes para colocar a los neoyorquinos en nuevos trabajos”.