ISABEL, ISABEL
ISABEL, ISABEL
Hace unas semanas que ya no está en la tierra, pero su legado es indudablemente grande, fue de aquellas personas que dejan huella, cuyo tránsito por la vida no pasó desapercibido. Me refiero a la Dra. Isabel Robalino, quien fallece a los 104 años de edad, luego de una vida prolífica y ejemplar, en la que destaca su desempeño en la docencia, en la vida pública, en la lucha contra la corrupción.
Isabel Robalino Bolle fue abogada, también sindicalista, destacó en su defensa de los trabajadores desde su visión de católica convencida. Fue la primera concejala de Quito. Su desempeño en el senado de la república abre el camino para la participación de la mujer en la legislatura, también ejerció como diputada constituyente.
Cada cargo de participación pública lo ejerce con pulcritud y decencia, sin estridencias, pero con firmeza. Ni los quebrantos en su salud le impiden dedicarse a lo que considera es su deber, por lo que sigue participando en la comisión anticorrupción, lucha en la que no da cuartel, aunque ponga en riesgo su integridad física.
Para las generaciones presentes y venideras la Dra. Isabel Robalino es un ejemplo de entereza y de reciedumbre de espíritu, el camino transitado la engrandece y genera esa estela luminosa en la que debería convertirse siempre el servicio público.
Se la veía, en su silla de ruedas, asistente a muchas reuniones, tanto a las académicas como a aquellas en las que se presentaban denuncias e inclusive en la calle si es que había que marchar por precautelar los derechos o por consagrar lo ya conseguido y consolidado.
Pocas veces se ve tan claramente reflejadas en una persona ese cúmulo de acciones nobles, esa sindéresis y consecuencia entre el decir y el hacer.
Por todo ello nuestro homenaje y adhesión constante a los principios que marcaron su vida.
OPINIÓN
Por Rosalía Arteaga Serrano
Ex Presidenta Constitucional de la República del Ecuador
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