Aunque el precio de la gasolina había comenzado a registrar aumentos antes del conflicto Rusia-Ucrania, el Gobierno del presidente Joe Biden enlaza la reciente alza de $3.30 dólares a $4.20 dólares promedio a esa guerra en Europa del Este, por lo que implementará dos medidas para intentar reducir los costos en Estados Unidos.
La primera acción sería la que debería, en teoría, tener un resultado más inmediato, pues se prevé aumentar la oferta de gasolina.
“[Se hará] todo lo posible para fomentar la producción nacional ahora y a través de una liberación histórica de la Reserva Estratégica de Petróleo, para servir como puente hacia una mayor oferta en los próximos meses”, adelantó la Casa Blanca en un documento y llamada telefónica con periodistas.
La Administración Biden espera aumentar la producción nacional en un millón de barriles de petróleo por día este año y casi 700,000 barriles diarios el próximo año.
“Eso tendrá un impacto en los precios internacionales”, dijo el alto funcionario.
La segunda acción es a un mediano-largo plazo es fortalecer el camino de EE.UU. para lograr “una verdadera independencia energética”, para en reducir por completo la dependencia del petróleo.
“El Presidente pedirá al Congreso que apruebe su plan para acelerar la transición a la energía limpia que se realiza en Estados Unidos”, se indicó.
Se agregó que eso garantizará la creacón de empleos sindicalizados bien remunerados en industrias limpias y de vanguardia para las generaciones venideras.
“Ahorrará dinero a las familias estadounidenses en el futuro inmediato, incluidos más de $950 de dólares al año en ahorros de gasolina al aprovechar los vehículos eléctricos y $500 dólares adicionales al año al usar electricidad limpia, como energía solar y bombas de calor para suministrar sus hogares”, se afirmó.