A principios de febrero, catorce demandantes presentaron una querella judicial contra la gobernadora Kathy Hochul y los legisladores demócratas, pocas horas después de que aprobasen en Albany un rediseño del mapa electoral de Nueva York llamado a favorecer la presencia de su partido en el Capitolio nacional.
“Parte del problema es que estos mapas estaban anulados… por no seguir el proceso constitucional de tener mapas bipartidistas presentados por la [comisión independiente de redistribución de distritos]. El segundo problema fue que se determinó que el mapa del Congreso que se presentó estaba manipulado”, escribió el juez de la Corte Suprema del condado Steuben, Patrick McAllister, en su decisión de 18 páginas publicada ayer por la tarde.
El juez también rechazó los mapas del Senado y la Asamblea estatal en su fallo. “Tenemos la intención de apelar esta decisión”, dijeron la gobernadora Hochul y la fiscal general Letitia James en un comunicado conjunto poco después, informó New York Post.
El juez McAllister dijo que los legisladores tienen hasta el 11 de abril para presentar nuevos mapas y si aún se determina que son ilegales, la corte nombrará a un experto para crear los nuevos, pagado por los contribuyentes estatales.
“El juez determinó que actuaron de manera inconstitucional en el proceso y por eso descartaron los mapas del Senado, la Asamblea y la Cámara de Representantes de Estados Unidos”, celebró John Faso, un ex congresista republicano del Valle de Hudson involucrado en la demanda. “La implicación es que la gente ganó y los políticos perdieron”.
Los demandantes alegaron que las nuevas líneas aprobadas por la Asamblea estatal son “inconstitucionales” porque violan una ley estatal de 2014 que establece el proceso para volver a trazar las líneas distritales y, además, que fueron manipuladas para favorecer a los titulares demócratas.
Aunque a nivel nacional los demócratas habían acusado a los republicanos de suprimir el voto de las minorías, hicieron lo propio en Nueva York, donde son mayoría contundente en proporción 7 a 1 en cuanto a electores registrados. Al momento NY tiene 27 representantes -19 demócratas y 8 republicanos- en El Capitolio, pero perderá un curul debido a la disminución de la población, que venía descendiendo antes de la pandemia y se aceleró desde entonces.
En febrero la Asamblea estatal y el Senado aprobaron el nuevo mapa de 26 distritos electorales de Nueva York, que podría suponer para los demócratas la obtención de tres congresistas más en las próximas elecciones legislativas de noviembre, en detrimento de los republicanos. Otro cambio que trae el nuevo trazado es que la ciudad de Nueva York obtendrá dos nuevos escaños en el Senado estatal en 2023.
La técnica de rediseño geopolítico es conocida como “gerrymandering”, término acuñado en 1812, cuando el entonces gobernador de Massachussets, Elbridge Gerry, dibujó un distrito electoral que se extendía como una salamandra (salamander, en inglés) para asegurarse un escaño para su partido.
La redistribución de las circunscripciones electorales se hace en Estados Unidos cada diez años, una vez que se dan a conocer los resultados del censo electoral y sólo afecta a aquellos estados en los que la población ha crecido o menguado lo suficiente para ganar o perder representantes en el Congreso federal.
La demanda en NY se presentó contra la gobernadora Hochul, el vicegobernador Brian Benjamin, la líder de la mayoría del Senado estatal Andrea Stewart Cousins, el presidente de la Asamblea Carl Heastie, la Junta Electoral del estado NY y “New York State Legislative Task Force on Demographic Research and Reapportionment”.
Un día después de que fuese aprobados a principios de febrero, Hochul firmó los proyectos de ley que establecieron los límites de los nuevos distritos del Congreso, del Senado y la Asamblea estatales de Nueva York en 2023.