INTENSOS PROBLEMAS EN EL ECUADOR
INTENSOS PROBLEMAS EN EL ECUADOR
Con preocupación hemos visto los ecuatorianos el archivo por parte de la Asamblea Nacional del proyecto de Ley de inversiones que había enviado el Presidente Lasso.
Este proyecto tenía como objetivo fomentar las inversiones nacionales y extranjeras en nuestro país para de esa forma mejorar el nivel de empleo de la población, ya que solo siete de cada diez ecuatorianos tiene un empleo formal.
El gobierno no ha podido consolidar una mayoría sólida que apoye sus propuestas. Esto nos lleva a recordar que desde el principio de la democracia son pocos los gobiernos que han gozado de una mayoría que le permita dar estabilidad a su ejercicio.
En 1979 recordamos la feroz oposición que sufrió el presidente Jaime Roldós en el Congreso Nacional, por parte de su tío político Assad Bucaram, y así ha continuado en la mayoría de los gobiernos con pocas excepciones.
Debemos plantearnos entonces si la democracia ha fallado en nuestro país, ¿cuáles serían las reformas que deben hacerse para lograr que el Ecuador sea un país gobernable?
Se ha planteado que uno de los principales problemas que existen es el exceso de movimientos y partidos políticos. Estos se han convertido para algunos candidatos en un botín político. Cuando son electos, se venden al mejor postor. Una reducción de ellos permitiría que se consoliden pocos partidos y movimientos que impedirían que oportunistas sean electos.
Otra de las posibles soluciones sería elegir a los asambleístas en la segunda vuelta para darle mayor gobernabilidad a los regímenes. También se ha propuesto mejorar la calidad de nuestros representantes obligando a que los candidatos tengan un título universitario, puesto que para ejercer puestos de menor importancia, se pide este requisito, mientras que para ser asambleísta basta con tener 18 años y ser ciudadanos ecuatorianos.
La reforma política debe llevar a la eliminación del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, un organismo que no ha cumplido sus objetivos y más bien se ha convertido en el centro de una disputa por tener la mayoría de consejeros, ya que el poder de este organismo es enorme, teniendo la capacidad de elegir a las autoridades principales del Estado, como Contralor, Procurador, Consejo Electoral y demás organismos.
El Presidente Lasso decidió no ir a la muerte cruzada frente al bloqueo de la Asamblea Nacional, puesto que sabe que es una opción muy riesgosa, además que generaría inestabilidad en el país.
Acusó a algunos asambleístas de pedirle cargos e incluso dinero en efectivo para aprobar la Ley de Inversiones y, anunció que iba a gobernar con decretos, pero que también había otras opciones que podía tomar.
La opción que ha considerado es una consulta popular que la haría después de pocos meses, no como se pensaba en conjunto con las elecciones seccionales del próximo año.
La consulta es el medio para que el pueblo ecuatoriano vote por las propuestas del Presidente, pero, no es seguro que el pueblo ecuatoriano vaya a votar a favor. En ella se incluirían temas de la reforma política, y otros asuntos de interés.
Con todas estas consideraciones, el futuro de estas reformas y de las propuestas que hizo el Presidente es incierto, y el Ecuador tendrá que seguir esperando que los políticos antepongan sus intereses personales y se unan para resolver los intensos problemas del país.
OPINIÓN
Magíster José Javier Recalde C.
Columnista invitado
www.ecuadornews.com.ec