“La violencia que presenciamos a manos de este supremacista blanco es repugnante, inaceptable y debe detenerse aquí”, dijo la gobernadora Kathy Hochul en un breve comunicado en el que dijo que las enseñas permanecerán izadas a media asta hasta que los fallecidos sean enterrados.
El tiroteo, perpetrado por un joven blanco de 18 años identificado como Payton S. Gendron, está siendo investigado como un ataque racista y terrorista, después de que se encontrara un manifiesto en el que al parecer aseguraba que quería matar a -“todos los negros” y, por eso, había decidido perpetrar la masacre en una zona habitada mayoritariamente por ciudadanos de la comunidad afroamericana.
“Un ataque contra uno de nosotros es un ataque contra todos nosotros. Debemos afrontar el supremacismo blanco“, agregó Hochul.
Está previsto que Gendron, que se entregó después del tiroteo, que él retransmitió en directo a través de una cámara que llevaba adosada al casco militar que vestía, comparezca ante un juez el próximo martes.
Según el comisionado de Policía de Búfalo, Joseph Gramaglia, Gendron hizo una “amenaza generalizada”, en junio del año pasado cuando estaba en el instituto por la cual sus profesores informaron a la Policía.
Gramaglia, que no entró en detalles, agregó que no se trató de “una amenaza específica dirigida hacia un lugar o una persona en concreto”.
El comisionado se limitó a apuntar que la Policía investigó lo ocurrido, mantuvo una entrevista con él y lo trasladó a una institución mental para que fuera evaluado.