UNIDOS PARA NEUTRALIZAR VIOLENCIA
UNIDOS PARA NEUTRALIZAR VIOLENCIA
Unidos se enfrentó a la pandemia por el covid y la vacunación fue un éxito y un ejemplo internacional. Unidos se ganó antes la guerra del Cenepa y luego, unidos se lograron las clasificaciones del Ecuador al mundial de fútbol. Hoy, en vísperas de la celebración del Bicentenario de la Batalla de Pichincha, se lucha por la paz frente a la violencia y el crimen organizado, aliados con la delincuencia política que intentan imponerse y sembrar el caos y atentar contra el orden constituido, con el objeto de controlar el poder y lograr la impunidad de sus actos y el perdón de tanta corrupción. La unidad nacional resulta urgente e imprescindible para actuar al unísono con toda la fuerza del Estado y de la ley a fin de enfrentar con éxito, neutralizar y derrotar a la violencia que se ha entronizado en el país.
Para ello es fundamental un fuerte liderazgo, establecer un rumbo cierto con un cabal entendimiento del problema, contar con todo el contingente público y privado, incluidos los gobiernos seccionales, un plan sostenido de comunicación e identificar a quienes se han aliado para buscar la desestabilización y sembrar el miedo y el terror en la población, con quienes no puede haber acuerdos.
Una de las evidencias de esta violencia es lo que sucede en las cárceles, en medio de amotinamientos y enfrentamientos entre bandas, que han dejado centenares de muertos en los últimos años.
Las autoridades no han podido controlar los centros carcelarios a lo que se suma la actuación de jueces corruptos que contribuyen con sus fallos a la impunidad. El problema es serio y frente a ello es hora de despertar y tomar conciencia todos del momento dramático que vive el Ecuador.
El Estado, con liderazgo del gobierno, tiene la obligación de controlar la situación, partiendo de la necesidad de poner orden en las cárceles, no solo tomando medidas parches sino enfrentando con decisión e impulsando procesos que finalmente logren lo que hoy resulta una utopía: la rehabilitación social de quienes entran a esos centros.
OPINIÓN
Miguel Rivadeneira Vallejo
Columnista Invitado
www.ecuadornews.com.ec