Los pájaros dejarán de disparar a las escopetas
Los pájaros dejarán de disparar a las escopetas
La operación militar especial de Rusia, realizada con la finalidad de desmilitarizar, desnazificar a Ucrania y poner fin a los innumerables abusos contra la población de Donbass por parte del régimen de Kiev, llevará finalmente ante la justicia a los miembros de ese régimen, que han cometido un real genocidio a su propio pueblo. Por otra parte, al actuar como actúa, Rusia abre paso a un momento culminante de la actualidad, el nacimiento de un orden multipolar, luego del declive del actual orden unipolar, cuya existencia es defendida a raja tabla por EEUU y sus aliados, que ponen en riesgo la convivencia internacional. Según la Embajada de China en Moscú, de los 248 conflictos armados que se produjeron entre los años 1945 y 2001 en 153 regiones del mundo, 201 fueron iniciados por EEUU, lo que supone el 81% del número total. La lucha que dizque ellos llevan contra el terrorismo, caótica y terrorífica, ha costado la vida de cerca de un millón de personas y ha causado decenas de millones de refugiados de Afganistán, Irak, Libia, Siria…
Wu Qian, Portavoz del Ministerio de Defensa de China, manifestó que Estados Unidos promueve un orden anacrónico y es el maestro del amedrentamiento. «Sus comentarios, como siempre, reflejan una mentalidad hegemónica de la Guerra Fría y revelan su ansiedad ante el ascenso pacífico de China. Todas las expresiones que usan, ya sea ‘intimidación’ o ‘socavar las reglas y el orden internacional’, me parece, son aplicables a ellos mismos». Con varios ejemplos: la invasión descarada a Irak, la intervención armada en asuntos internos de Siria y el bombardeo, hace 23 años, de la embajada china en Yugoslavia, demostró cual es el comportamiento de EEUU. Dijo que en lo que se refiere al acatamiento de las leyes internacionales, EEUU es el país menos calificado para culpar a otros, pues siempre aplica el derecho y las normas universales cuando se ajustan a sus reglas internas e intereses y las abandona si no es así. Instó a Washington a detener la práctica de promover un orden hegemónico al estilo estadounidense y agregó que Beijing espera que EEUU de manera objetiva y racional acepte el desarrollo pacífico de China, lo que sería beneficioso tanto para las relaciones bilaterales entre ambos países como para la paz y la estabilidad mundial.
Zhao Lijian, Portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, sostuvo que EEUU, al no respetar la Carta de la ONU y aferrarse a su bullado excepcionalismo, se ha convertido en el mayor destructor del orden mundial, que rompe tratados y se disfraza de árbitro de las normas internacionales, para iluminar a los demás con una antorcha que no ilumina ni siquiera a su propia oscuridad. EEUU ha subordinado siempre las normas internacionales a sus propios intereses, a su hegemonía y a la de los que le sirven; no está capacitado para dictar normas por ser el maestro de la diplomacia coercitiva y haber colocado su derecho interno por encima del derecho internacional, imponiendo de manera indiscriminada sanciones unilaterales ilegales. La política internacional de EEUU se basa, desde hace mucho tiempo, en garantizar su propia seguridad, reforzando los bloques militares obsecuentes con sus intereses, y mantener así su estatus de potencia superior.
Para el Portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Wang Wenbin, EEUU se ha convertido en la nación con el mayor déficit en los derechos humanos, con los más altos índices de discriminación racial y con la más grave violencia armada del mundo. Instó a las autoridades estadounidenses a preocuparse sinceramente por los derechos humanos de su población y presentar, para el conocimiento internacional, un informe sobre las condiciones de dichos principios en su propio país. ¿Cómo se puede esperar que un gobierno, al que no le importan los derechos humanos de su pueblo, se preocupe sinceramente por la situación de los derechos humanos en otras naciones? A sus gobernantes no les importa en absoluto los derechos humanos, sólo los usan como un pretexto para calumniar a China y para defender el orden mundial existente. Han convertido los derechos humanos en una herramienta para controlar y reprimir a otros países e intervenir en sus asuntos internos. Esto demuestra que la afirmación de Washington de defender esa causa no es más que retórica hipócrita.
Wang Yi, Ministro de Relaciones Exteriores de China, sostuvo que la seguridad global es indivisible y que “ningún Estado puede o debe buscar su propia seguridad a expensas de la seguridad de los demás países. La estabilidad regional e internacional no puede ni debe garantizarse reforzando los bloques militares y creando un telón de acero. Sólo adhiriéndose firmemente al concepto de cooperación mutuamente beneficiosa y teniendo en cuenta la seguridad de otros países se puede allanar un camino mutuamente ventajoso hacia la seguridad”. Señaló que Pekín y Moscú cooperan con los países que defienden la paz y se comprometen a proteger un orden mundial basado en el derecho internacional, con la ONU como eje; China y Rusia promueven la democratización de las relaciones internacionales y contribuyen al desarrollo, la prosperidad sostenible y la estabilidad a largo plazo de todo el mundo. No tienen la intención de rivalizar con nadie y, mucho menos, competir por intereses geopolíticos o crear una esfera de influencia, por eso tratan a los demás países como iguales y están listos para desarrollar relaciones amistosas con todo el mundo. Indicó que sus países se oponen a la mentalidad colonial, a la intimidación y a señalar con el dedo de manera indulgente a los países pequeños y medianos.
Para Serguéi Lavrov, Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, los diplomáticos de Occidente han mostrado que sus países no saben ni quieren vivir según lo que establece la Carta de la ONU, es decir, sobre la base de la igualdad soberana de todos los estados, y para ellos, únicamente cuenta sus soberanías; por eso, a partir de ahora, Rusia confiará sólo en sí misma y en aquellos países que se han mostrado fiables y no bailan al son que les tocan. «Si los países occidentales entran en razón y ofrecen algunas formas de cooperación, las consideraremos cuando superen su ferocidad, se den cuenta de que Rusia sigue existiendo, que no se ha ido a ninguna parte y se ha vuelto más fuerte. Si nos proponen algo sobre la reanudación de relaciones, entonces consideraremos seriamente si lo necesitamos o no». Considera que ahora que los países de Occidente han tomado una postura dictatorial, Rusia va a dejar de depender de ellos en los sectores claves de las importaciones, que su país va a reorientar su economía hacia Eurasia y China, zonas a las que se está trasladando el centro del desarrollo mundial y con las que Rusia tiene las redes más extensas de asociación económica, que crecerán aún más rápido.
El Presidente Putin tachó de no realista el intento de algunos países de arrojar a Rusia del sistema económico global. Si alguien intenta limitarla, se estaría limitando a sí mismo, si Rusia misma no se aísla, nadie la podrá aislar. Los que le impusieron sanciones irreflexivas cometieron un error, pues afectaron a todo el mundo. Así, al rechazar el petróleo y el gas rusos, Europa se ha convertido en la región del planeta con el precio más alto de estos recursos energéticos, lo que es un suicidio económico que ahora intenta tapar responsabilizando de este desbarajuste a Rusia, que sólo se portó inteligente y supo sacar pingüe beneficio de esas decisiones caóticas y continúa su crecimiento a pesar de las sanciones. El mal estado de la economía de Occidente muestra que la postura antirusa no fue ni correcta ni justificada. En los países que desarrollaron ese tipo de política, por muy estables que hubieran sido sus economías, en la actualidad crece el desempleo, se interrumpen los suministros y se registran los mayores índices de inflación de los últimos cuarenta años, que llaman «la subida de precios de Putin». Asimismo, señaló que si un país no es capaz de tomar decisiones soberanas, es, hasta cierto punto, una colonia y no tiene posibilidades de sobrevivir en una lucha geopolítica tan cruel, en un mundo que cambia a gran velocidad; que para obtener algún tipo de liderazgo, por no hablar de un liderazgo global, cada país, pueblo y etnia debe asegurar su soberanía, o se es soberano o se es colonia, y no hay cómo ocupar una posición intermedia.
La política intervencionista de los países de Occidente, las sanciones ilegales que imponen a quienes se defienden de sus abusos, el robo de activos ajenos y la ruptura del sistema de suministros, nunca produjeron nada bueno y provocaron la actual inflación mundial, la aguda escasez de alimentos y el brusco incremento de la pobreza en todo el orbe. La derrota estratégica de Estados Unidos y la Unión Europea por parte de Rusia, China y sus aliados es una debacle completa, que destruye el mundo unipolar que EEUU defiende. Después de la Segunda Guerra Mundial, las élites occidentales usaron el intervencionismo para defender el sistema colonial y contra el comunismo, o sea, para mantener el viejo orden mundial que respondía a una época cuando los pájaros disparaban a las escopetas. Algo que está por terminar.
OPINIÓN
Por Rodolfo Bueno
Corresponsal de Ecuador News en Quito
www.ecuadornews.com.ec