La gerente del Hospital Vicente Corral Moscoso, María José Vázquez, explicó que, hasta la primera semana de manifestaciones, la casa de salud contaba con una pequeña reserva para abastecer el suministro de oxígeno. Sin embargo, la situación se volvió “crítica” cuando parecía no haber una solución o un “diálogo para que los manifestantes dejen pasar insumos importantes”.
Vázquez explicó que se coordinó un acuerdo para que “las comunidades que están liderando las manifestaciones permitan el paso, porque el oxígeno es un insumo vital”. Con esto, un convoy que llevaba oxígeno para los hospitales de Cuenca, logró arribar la madrugada de este miércoles 29 de junio. Esta acción fue coordinada por la Cruz Roja del Azuay, que activó un corredor humanitario. “Con esto se abasteció la bombona grande y se podrá proporcionar atención por 3 semanas más”, precisó.
Indicó que en ningún momento se dejó de usar el oxígeno, ya que es un insumo del cual muchos pacientes dependen. Vázquez detalló que se armó un “plan de contingencia para que los temas no urgentes se puedan retomar cuando las cosas se normalicen”. Este proyecto incluyó postergar cerca de 60 procedimientos quirúrgicos y se definió las áreas más críticas, entre ellas, la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), neonatología y el centro de trauma. Precisó que en estas unidades se registran 96 pacientes, quienes “luego de un proceso quirúrgico siempre necesitan oxígeno para recuperarse”.
Vázquez detalló que aproximadamente 350 personas no han podido llegar a sus citas médicas. Insistió que, en este caso, es necesario ser solidarios con los pacientes de los hospitales del Ministerio de Salud Pública, ya que atienden “a gente pobre, que no tienen recursos para ir a ningún otro lado”.