El exministro de Economía y Finanzas, Alfredo Arízaga, explicó que el crecimiento de la economía ecuatoriana se enfrió por la guerra entre Rusia y Ucrania, la cual afectó a las exportaciones del país, especialmente al sector bananero. Indicó que el incremento de los precios de los combustibles a nivel mundial, afecta al sector industrial, porque se encarece la producción y el transporte marítimo. “Lo único que nos podía faltar era tener una paralización, aquí perdimos todos”, afirmó.
Reconoció que la inestabilidad política hace que la imagen del país quede “muy golpeada, porque los inversionistas nacionales o extranjeros van a tener temor de colocar sus recursos en un país que puede ser bloqueado con tanta facilidad y que tiene una amenaza de que estos episodios de violencia van a volver en 90 días si no se cumplen las expectativas de la dirigencia indígena”. Criticó que, pese a que el Gobierno del presidente Guillermo Lasso se ha enfocado en atraer inversiones, los efectos han sido bajos. “Este mal resultado se va a profundizar como consecuencia de la desconfianza generada por los episodios que vivimos”, insistió.
Con respecto a la reforma del Decreto Ejecutivo Nº 151 sobre el Plan de Acción para el sector minero, Arízaga recordó que este sector, al igual que el petrolero, son áreas donde el Ecuador podría atraer inversión y generar recursos para incrementar los recursos fiscales y financiar proyectos más ambiciosos de política social y desarrollo. Por ello, resaltó la importancia de que los distintos actores lleguen a un consenso que permita aprovechar los recursos del Ecuador.
Acerca de la reducción de 15 centavos en el precio del Diésel y la gasolina Extra, el exministro de Economía y Finanzas destacó que, en lugar de dar marcha atrás con el incremento al precio de los combustibles, se podría explorar formas de focalización al subsidio, para compensar a las personas de menores ingresos y pequeños productores agrícolas. Añadió que, esto permitiría no afectar las finanzas públicas y contar con los recursos para destinar a las políticas sociales. Agregó que, de igual manera se podría trabajar en el tema petrolero y minero. “Estas posiciones intransigentes de pedir que se elimine por completo la actividad minera o petrolera, o forzar una reducción en el precio de los combustibles, es un absurdo, porque mientras más grande sea el subsidio mayor va a ser el volumen de contrabando”, cuestionó.
Finalmente, sobre la salida del ministro de Economía y Finanzas, Simón Cueva, Arízaga resaltó la gestión que ha hecho en reducir el déficit fiscal y en las negociaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). “Ojalá ese relevo permita ampliar un poco la visión y poner énfasis en la ejecución de programas con mayor impacto social”, mencionó.
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