Actúan como piratas de antaño
Actúan como piratas de antaño
El marco legal que la Comisión Europea prepara para confiscar los activos que Rusia posee en la banca de Occidente, calculados en unos 300.000 millones de dólares, y que EEUU y la UE pretenden entregar a Ucrania para que cancele sus gastos de guerra, prestados por ellos, suena más a la piratería de antaño que a cualquier bodrio legítimo, empolvado de valores inmorales; es la patente de corso para robar las reservas de oro y las divisas rusas congeladas ilegalmente. ¿Por qué no requisan sus propios activos y los entregan como compensación a Afganistán, Irak, Libia, Siria… países en los que, según el expresidente Trump, gastaron siete trillones de dólares y provocaron millones de muertes?
Al Presidente Biden se le debe reconocer el mérito de ser el primero que pidió al Congreso de EEUU agilitar la legislación para confiscar y vender las propiedades de los oligarcas rusos, para reconstruir Ucrania, cuando fue Senador, había promovido los bombardeos a Yugoslavia y el reconocimiento de la mafia que gobierna Kosovo, hoja de vida con la que pretende volver a competir por el solio presidencial.
Pese a la expectativa de que la economía rusa se iba a derrumbar por causa de las sanciones que le impusieron luego del inicio del conflicto militar con Ucrania, son los países occidentales los que se enfrentan a un dolor económico creciente, mientras que tienen poco impacto sobre la economía de Moscú. Según The New York Times: “Los funcionarios estadounidenses prometieron que si Rusia atacaba a Ucrania, su sistema financiero colapsaría y el Presidente Biden se jactó de que las sanciones estaban aplastando a la economía rusa y el rublo estaba reducido a escombros; sin embargo, los ingresos petroleros rusos, gracias a la subida de los precios del crudo, han batido récords, y esta semana, después de desplomarse en febrero, el rublo alcanzó frente al dólar su máximo en siete años”.
El periódico recalcó que el embargo del petróleo de Rusia, por parte de EEUU, y los planes de la UE de reducir su dependencia de los hidrocarburos rusos acarrearon la actual alza de los precios energéticos. Otro fruto de las sanciones es la inflación, que creció más rápido que los pronósticos de los funcionarios de la Casa Blanca. El periódico alude a las ocasiones en las que Biden habló de la subida de precios de Putin, aunque luego el jefe de la Reserva Federal, Jerome Powell, lo contradijo al asegurar que “la inflación fue alta antes de que estallara la guerra en Ucrania”.
¿Por qué se encuentra Rusia en la encrucijada de ser o no ser? Porque todo el poderío oligárquico de Occidente le declaró una guerra a muerte, que debería concluir con la desaparición de ese país y el reparto de sus despojos entre las hordas vencedoras. Sin embargo, nada salió como planificaron y más bien cometieron disparates, como el de avivar el conflicto entre Moscú y Kiev, para derrotar en el campo de batalla a Rusia, para lo que apoyan militarmente a Ucrania, sin que haya visos de que ese país venza.
Serguéi Lavrov, Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, se pregunta si alguien recuerda que EEUU y la UE organizaron en 2014 un sangriento golpe de Estado en Ucrania, luego alentaron el bombardeo a Lugansk y justificaron la quema de cincuenta personas vivas en Odesa y el genocidio contra la población de Donbass. Hace notar que si lo que quieren es la victoria militar de Ucrania sobre Rusia, entonces no hay de qué hablar, porque con ese enfoque impiden que se dé el proceso de paz. Indicó que Rusia no tiene la intención de animar a EEUU a reanudar los contactos, pues no fue Moscú la que los suspendió, sino Washington. “No corremos detrás de nadie, ofreciendo una reunión. Si no quieren hablar, es su elección”.
Cuando los editores jesuitas le preguntaron al papa Francisco cómo debían informar sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania, para contribuir a un futuro pacífico, les contestó que debían hacerlo sin la mentalidad de la Caperucita Roja, donde la protagonista es buena y el lobo, malo, pues no hay de forma abstracta buenos y malos metafísicos. Está surgiendo algo global, con elementos que entre sí se entrelazan estrechamente. “Hace años se me ocurrió decir que estábamos viviendo la Tercera Guerra Mundial por partes. Actualmente, para mí, ya se ha declarado esa guerra, ¡con todo el comercio de armas que hay detrás!” Para el papa, Occidente ve lo que ocurre en Ucrania porque está más cerca y toca más su sensibilidad, pero que hay países que sufren desde hace tiempo conflictos y violencia, como en el norte de Nigeria y en el Congo, o hace 25 años en Ruanda, donde hay guerras y a nadie le importa. Que se debería pensar en Myanmar y en los rohinyás, pues el mundo está en guerra.
Comentó que antes del inicio de la operación militar rusa en Ucrania, habló con el presidente de un país, al que describió como un hombre sabio. Este mandatario estaba muy preocupado por la política de la OTAN y le advirtió que esas posturas podrían llevar a la guerra, le había dicho: “Están ladrando a las puertas de Rusia. No entienden que los rusos son imperiales y no permitirán que ninguna potencia extranjera se acerque a ellos. El 24 de febrero comenzó la guerra”. Según el papa, la sociedad no ve todo el drama que se está desarrollando detrás de esta guerra, que quizás fue provocada de alguna manera, y no evitada, e hizo notar que hay interés en las pruebas y la venta de armas. “Es triste, pero es lo que al final está en juego”.
Para Donald Trump, el Presidente Biden está llevando a EEUU hacia una guerra mundial. “A nuestro país le está yendo muy mal en todos los aspectos. No creo que haya estado nunca tan abajo, y estamos en gran peligro de una guerra mundial” y la forma en la que se está manejando la crisis entre Ucrania y Rusia pone en serio peligro a EEUU. “Es una locura lo que están haciendo”.
Dmitri Medvédev, jefe adjunto del Consejo de Seguridad de Rusia y expresidente de ese país, advirtió que Moscú responderá al eventual uso contra el territorio ruso de los sistemas de lanzacohetes múltiples suministrados a Ucrania. “Es obvio que tenemos que reaccionar a esta amenaza. Y es claro que en caso de que, Dios no lo quiera, este tipo de armas se utilicen contra los territorios rusos, nuestras Fuerzas Armadas no tendrán más remedio que atacar los centros de toma de decisiones. Todos entienden cuáles son esos centros: el Ministerio de Defensa, el Estado Mayor y todo lo demás. Por supuesto, hay que comprender que en ese caso, por desgracia, los centros de toma de decisiones finales ni siquiera están en el territorio de Kiev”.
Por su parte, el Presidente Putin dijo: “Hoy escuchamos que quieren derrotarnos en el campo de batalla. Bueno, ¿qué puedo decir ante esto? ¡Que lo intenten! Todavía no hemos iniciado nada en serio. En este sentido, el potencial de Rusia es tan grande que actualmente sólo una pequeña parte está siendo utilizada en el marco de la operación militar especial”.
Acusó a Occidente de ser el instigador directo de lo que sucede hoy en Ucrania, que si con el actual conflicto quería proceder a otra etapa de contención de Rusia, en cierta medida este escenario se materializó, ya que se ha desatado la guerra y se han impuesto las sanciones. En Ucrania está en juego el destino de millones de personas, a las que Occidente utiliza cínicamente como material desechable para contener a Rusia. “No descartamos las negociaciones de paz, pero aquellos que las rechazan deben saber: mientras más lejos, más difícil les será ponerse de acuerdo con nosotros. Deberían darse cuenta de que ya perdieron, porque la operación militar especial en Ucrania es también el comienzo de la ruptura radical del actual mundo unipolar y el inicio de la transición a un mundo multipolar, basado en el derecho internacional y en la auténtica soberanía”.
Expresó que EEUU actúa bajo el supuesto de que no hay alternativa al modelo de globalismo liberal. Y ese modelo, si se llaman las cosas por su nombre, es la versión actualizada del colonialismo, y nada más. El mundo a lo estadounidense es un mundo para los privilegiados, donde los derechos de todos los demás países son simplemente pisoteados. Se debe entender que está condenado al fracaso todo intento de Occidente de imponer su orden al mundo, que la ruptura del actual orden mundial es inevitable y este proceso es imposible detener, pues la marcha de la historia es implacable.
Opina que EEUU intenta imponer la cultura de la cancelación y el liberalismo totalitario, que son intolerantes. Simplemente, la mayoría de países no quiere esa vida ni ese futuro, no busca una soberanía formal y decorativa en su menoscabo, sino una auténtica y sustantiva, está cansada de arrodillarse y humillarse ante quienes se consideran excepcionales y únicamente sirven a sus mezquinos intereses.
El Presidente Putin cumple con dos proverbios griegos: Reyes o gobernantes no son los que llevan cetro, sino los que saben mandar, de Sócrates; piensa como piensan los sabios, mas habla como habla la gente sencilla, de Aristóteles.
OPINIÓN
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