Corrompen con plata y plomo
Corrompen con plata y plomo
Qué poco se valora la vigencia de la democracia y la institucionalidad. Los primeros que las pisotean son actores políticos y asambleístas que solo buscan sus intereses personales y de grupo. Viven su agenda, que no es del país ni de los ciudadanos a los que les ofrecieron solucionar sus problemas durante la campaña electoral. La dinámica sigue porque hoy de nuevo el país camina hacia los comicios seccionales y los mismos y otros irán por lo mismo.
Como bien dijera el Embajador de EE.UU. con ocasión de los 246 años de su independencia, sostener una democracia no es fácil. Los retos actuales son grandes. Las democracias están amenazadas. Lo grave es que algunos individuos y grupos intentan impedir los procesos democráticos o anular sus resultados. Confunden a la población con desinformación. Presionan a los líderes electos y funcionarios para que voten o actúen en contra de su conciencia o de la ley. Corrompen con plata y plomo. Por eso se debe perseverar en defender los valores democráticos y demostrar que se mejoran las vidas de sus ciudadanos de manera concreta y que tratan a todos con dignidad y respeto.
En la Asamblea, la mayoría en lugar de legislar y fiscalizar con responsabilidad y sentido nacional, se burla e impone su agenda de intereses y con ello pasa a mejor vida. Cuántos proyectos de ley tienen entre sus manos pero su eficacia es casi nula en medio de las angustias de los ecuatorianos. La mayoría se impone sin importarles nada.
Los dirigentes políticos, gremiales y en general las élites no han podido ponerse de acuerdo para contribuir a la solución de los problemas, que solo se represan hasta cuando explotan y se pone en riesgo las libertades, las instituciones y el estado de Derecho. Lo grave, hay intereses inconfesables de quienes (como el correísmo) quieren volver al poder atropellando todo, a pesar que durante una década saquearon y destruyeron a las instituciones. Para ello usan mentiras y engaños y utilizan a los sectores que quieran prestarse para la desestabilización.
OPINIÓN
Miguel Rivadeneira Vallejo
Columnista Invitado
www.ecuadornews.com.ec