¿INFLUYENTES VERSUS INTELECTUALES?
¿INFLUYENTES VERSUS INTELECTUALES?
He puesto Influyentes, aunque lo que realmente se usa es Influencers, una palabreja en boga para denominar a quienes, sobre todo a través de las redes sociales, influyen en los demás, en sus comportamientos, en sus decisiones de compras, comportamientos, pasando por vestuario, peinados, gastronomía y un largo etcétera.
La cosa llega a tanto, que muchos jóvenes, cuando se les pregunta por una futura profesión, manifiestan que quieren dedicarse a esta lucrativa ocupación, y aspiran a ser influencers, youtubers, blogueros, tiktokeros, en fin, una extensa gama de denominaciones para quienes colocan cosas en las redes que luego les granjean una infinidad de seguidores, que se cuentan a veces por millones, y que se vuelven lucrativas porque determinadas marcas les pagan para que pongan en sus redes, sugerencias de consumo que luego repercuten en su volumen de ventas.
Muchos de estos nuevos influyentes, se vanaglorian de sus seguidores y cuánto logran impactar y facturar por los mensajes que colocan en las redes y que son inmediatamente replicados por sus fans que, en la mayor parte de los casos, no saben cuán útiles les son a quienes siguen en las redes y cuyo eco es utilitariamente beneficioso.
Hace poco, en una reunión sobre el mundo que tenemos, realizada en la Universidad Menéndez Pelayo de la Universidad de Santander, en uno de sus cursos de verano, conversamos sobre el impacto que las redes tienen en la sociedad y también por supuesto tocamos el tema de los famosos influencers, y como contraposición se tocó el tema de los intelectuales, los académicos, a propósito de la repercusión que tiene lo que se dice en los centros universitarios, en los espacios culturales, comparado con lo que las redes nos traen.
Los intelectuales tienen un bagaje académico, trabajan con el pensamiento, intercambian ideas con sus pares, muchos tienen publicaciones en revistas o escriben libros.
Y por allí se conversó también sobre la distorsión del mundo actual, sobre las implicaciones que todo esto tiene, por un lado, en el imperio de lo banal, en la prescindencia de los valores, en la capacidad de daño que se puede hacer a los otros con las calumnias amplificadas, pero al mismo tiempo en la necesidad de que se publiquen contenidos de valor en las mencionadas redes si se quiere llegar a incidir en amplios sectores poblacionales, especialmente de jóvenes.
Por ello va el consejo a los intelectuales de publicar en las redes.
OPINIÓN
Por Rosalía Arteaga Serrano
Ex Presidenta Constitucional de la República del Ecuador
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