Cacareo
Cacareo
El sociólogo Zygmund Bauman acuñó los conceptos de “sociedad líquida, amor líquido, modernidad líquida”, para describir que en este momentos de la humanidad, se ha dado paso a cambios constantes, inestabilidad y una vida frenética en busca de satisfacciones pueriles, consumistas, instantáneas y de ruido permanente. Una cacofonía que adormece la razón, por no decir que la embrutece.
Lo efímero prevalece en una sociedad que se mueve a una velocidad vertiginosa, donde no se premia la reflexión sino la acción emocional, irreflexiva y muchas veces inconsulta y absurda. Ese cacareo del ruido ensordecedor de las redes sociales es permanente y alucinante, muchas veces altera la verdad para volverse un instrumento vil y de expansión demencial de falsedades. Contraponer políticas públicas globales a estas tendencias dominantes es una tarea necesaria y monumental.
Antes se definía a la persona por su palabra, por honrar compromisos adquiridos, por la decencia de sus acciones, por lo incorruptible de su conducta; hoy, en este mundo del “lleve lleve”, del imperio del “me merezco”, de la gratificación instantánea y de las demandas irracionales, campea la falta de moralidad y valores, hasta el punto que se admira más al ladrón, al estafador y al corrupto.
La ruptura social que ha provocado este modo de vida es una contradicción vivencial, porque son los hijos de las élites de los países del mundo las que están esclavizadas a la tecnología, mientras los problemas profundamente humanos como la pandemia, la pobreza, el hambre y la violencia campean. Estar en las fauces de la sociedad líquida puede ser, en sí, una condena a la irrelevancia.
El liderazgo que nace del sentido de pertenencia a la familia, al núcleo social, a la nación y a su patria, se escapa por la velocidad del cambio que nos esta deshumanizando. Hay que contraponer la razón sobre la emoción irracional, la inteligencia sobre la sinrazón y la vigencia de los valores trascendentes, para que esos nuevos líderes asuman los compromisos de buscar nuevos horizontes para las sociedades en el mundo.
OPINIÓN
Por Canciller Luis Gallegos Chiriboga
Ecuador News