GORVACHEV
En la década de los ochenta surgió una figura de talla mundial en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URRS) que cambió la historia del mundo y, además, acabó con la confrontación nuclear de la bipolaridad geoestratégica que enfrentaba dos viejos aliados convertidos en rivales: los Estados Unidos de América y sus aliados militares en la Organización del Tratado de Atlántico Norte (OTAN) contra la URRS y sus aliados del Pacto de Varsovia.
Mikhail Gorvachev ha muerto. Lo conocí, fue un líder visionario para unos y un traidor para otros. La historia lo juzgará con mayor equidad y justicia cuando hayan muerto las voces de los apasionados ideólogos del capitalismo y del comunismo, ambas utopías que no han alcanzado a solucionar los problemas del hombre, pero sueñan con su dominio.
Gorvachev es el último Secretario General del Partido Comunista y Presidente de la URRS, que reemplazó a una vieja guardia totalitaria que era incapaz de ver los cambios del mundo y que condenó a los pueblos de la URRS a una vida de pobreza y de falta absoluta de libertades fundamentales. Las condenas por expresar opiniones distintas al del estado, reclamar derechos o manifestarse públicamente contra las autoridades eran severamente castigadas, inclusive con la muerte y la prisión en campos de concentración con sentencias de por vida.
Para quienes conocimos de cerca los sistemas totalitarios impuestos en la órbita soviética, la innovación de la “Perestroika” (cambio y reforma) y del “Glasnost” (apertura y transparencia), que intentó introducir Gorvachev, tenían la intención de modernizar los sistemas paralizados por las burocracias corruptas y las élites inamovibles que gobernaron por décadas esos países.
Las naciones que formaban la URRS se independizaron, muchas intentaron democratizarse , pero no es fácil pasar de la opresión de los zares y del absolutismo del partido comunista único a una democracia de instituciones independientes y con una ciudadanía con conciencia democrática. Nunca lo fueron y quizás nunca lo serán.
OPINIÓN
Por Canciller Luis Gallegos Chiriboga
Ecuador News
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