GASTA LO QUE TE SOBRA
GASTA LO QUE TE SOBRA
El tema de las finanzas personales es siempre importante, tiene que ver con la mesura a la hora de gastar, con la priorización de la utilización de los recursos que ganamos por nuestro trabajo, tratando de atender las necesidades urgentes, aquellas que se generan al interior de la familia, pero también pensar en reservar siempre algún dinero, por más pequeño que sea para las emergencias, para precautelar el futuro, para hacer frente a los requerimientos que seguramente sobrevendrán.
Justo en estos días, en el Centro de Formación para el Futuro, en la Escuela de Liderazgo, que acoge a jóvenes de las diversas regiones del país, se abordó este tema, fundamental para ir creando una consciencia del uso adecuado de los recursos y también de los instrumentos financieros, que pueden causar más de un susto cuando no se los usa adecuadamente.
Uno de los problemas que enfrentan muchas personas que utilizan tarjetas de crédito, tiene que ver con la facilidad de endeudarse y de hacerlo en base a créditos costosos como los que se adquieren cuando no se pagan mes a mes la totalidad de los consumos, y se asume la costumbre de pagar montos mínimos, lo que transforma a estas deudas en una especie de bola de nieve que generará muchos sobresaltos y problemas.
Por todos estos conceptos, me pareció sumamente interesante la referencia en un artículo recientemente leído en el que se utiliza una expresión que nos sorprendió e impactó favorablemente, aquella de “gastar lo que sobra”, cuando hemos estado acostumbrados a oír precisamente lo contrario, es decir “ahorrar lo que sobra”, dejando así un muy pequeño margen para ejercer esta acción indispensable, si queremos mantener una seguridad para el futuro.
El hábito del ahorro debe inculcarse desde los más pequeños, estableciendo una costumbre que será absolutamente saludable a lo largo de las vidas y nos evitará más de un susto en el manejo de las finanzas personales y materiales.
“Gastar lo que sobra”, incita a reservar primero una cantidad, no importa que sea pequeña, inmediatamente que recibamos lo que representa nuestro salario, sueldo o ingresos en general, en calidad de primera prioridad, y luego hacer los gastos usuales en comida, en vivienda, en educación, etc. Lo que puede transformarse en una buena costumbre que nos dará seguridad financiera a lo largo de nuestra vida.
OPINIÓN
Por Rosalía Arteaga Serrano
Ex Presidenta Constitucional de la República del Ecuador
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