Buitres de la democracia
La gran mayoría de políticos y asambleístas se ha tornado en buitres depredadores de la democracia y la institucionalidad. Quieren tumbar al Presidente y sueñan con comicios anticipados porque las indagaciones penales, más en la justicia de EE.UU. que vergonzosamente acá, les tiene con el agua al cuello y muchos de ellos mismo ofrecen colaboración eficaz que les descubre de cuerpo entero con versiones propias.
Esta mayoría de políticos y asambleístas gira alrededor de una causa, que se presume muy bien recompensados: hacer el juego a favor de la impunidad de un actor siniestro y sus secuaces, que deambulan por el mundo con su versión cínica de perseguidos, luego de causar tanto daño al país y festinar en una década enormes recursos del Estado.
Desesperados por evitar en la Asamblea que se conozcan tantos hechos de corrupción, suspenden al denunciante pero les falla su procesamiento judicial, con jueces venales que se prestan.
Perdieron el pudor y se identifican con el crimen organizado y las bandas criminales, al punto que desde las cárceles reclaman su retorno. A estos grupos socapan con resoluciones que condenan y persiguen al gobierno por sus acciones u omisiones y tibios con los protagonistas de la violencia.
Esta mayoría de políticos y asambleístas se burla de los ciudadanos y las familias, que viven momentos de miedo por los atentados y crímenes, incluidos a policías. No se salvan partidos que fueron respetables y liderados por políticos honrados, que viven desaparecidos.
Hoy, todos los sectores sensatos, que son la mayoría, tienen que despertar y hacer conciencia de esta realidad, cerrar filas y unir fuerzas para rechazar la violencia e identificar a estos sátrapas de la política, que pareciera que viven en otro planeta. La gente buena tiene que unirse alrededor de un gran acuerdo nacional por la consecución de paz y seguridad, sin lo cual no habrá desarrollo. No pueden dar sus votos en las próximas elecciones seccionales a quienes encubren este estado de corrupción, violencia e inseguridad.
Miguel Rivadeneira Vallejo
Especial para Ecuador News
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