Policía de Filadelfia logra establecer quién era el ‘Niño en la Caja’
Después de 65 años y con apoyo de nuevas tecnologías, la policía de Filadelfia logra establecer quién era el ‘Niño en la Caja’
«Ahora nuestro mu-chacho ya no es ese ‘niño en la caja’. Tiene un nombre. A mi me criaron para que cuando dices el nombre en voz alta de cualquier ser querido, esa persona aún vive en espíritu entre nosotros», dijo Bill Fleisher, de la “Sociedad Vidocq”, que se dedica a resolver crímenes de hace muchos años.
Fue encontrado severamente golpeado, desnudo, desnutrido, y metido dentro de una caja de cartón al costado de una carretera de Filadelfia. La brutalidad de su muerte conmocionó la conciencia de la gente, y el desconocimiento de su identidad durante décadas, molestó tanto a los residentes del área como a los investigadores.
Ahora se conoce finalmente al niño, cuya lápida durante años solo decía «Niño desconocido de Estados Unidos». Apoyados en los avances de la tecnología del ADN, los agentes del orden público y los expertos genealógicos pusieron recientemente un nombre al «Niño en la caja»: Joseph Augustus Zarelli del Oeste de Filadelfia, nacido el 13 de enero de 1953. Tenía solo cuatro años cuando fue asesinado y su cuerpo abandonado en una zona boscosa en 1957.
Décadas de investigación
«Ahora nuestro muchacho ya no es ese ‘niño en la caja’. Tiene un nombre. A mi me criaron para que cuando dices el nombre en voz alta de cualquier ser querido, esa persona aún vive en espíritu entre nosotros», dijo Bill Fleisher, de la “Sociedad Vidocq”, que se dedica a resolver crímenes de hace muchos años.
“A través de los buenos oficios del Sr. Dave Drysdale y su equipo en el cementerio de Ivy Hill, la “Sociedad Vidocq” puso el nombre en la lápida de la tumba del niño. Joseph Augustus Zarelli ya no será ese ‘Boy in the Box’ y ya no será un desconocido”.
La “Sociedad Vidocq” es un grupo de voluntarios que brinda asistencia a los agentes del orden público para trabajar en casos sin resolver. El caso de Zarelli se había enfriado durante 65 años, y muchas personas que trabajaron en él murieron a medida que pasaban las décadas.
A lo largo de los años, el misterio que rodeaba su identidad dio lugar a algunas conjeturas descabelladas. Algunos pensaron que incluso podría haber sido un niño húngaro que llegó a los Estados Unidos durante la revolución de su país de 1956, agregó Fleisher.
“Cuando la gente pensaba en el ‘niño en la caja’, sentían una profunda tristeza, no solo porque un niño fue asesinado, sino porque le quitaron toda su identidad y su legítimo derecho a poseer su existencia”, señaló la comisionada del Departamento de Policía de Filadelfia, Danielle Outlaw. “Y a pesar de no saber su nombre durante 65 años, la trágica historia de este niño siempre fue recordada por la comunidad, el Departamento de Policía de Filadelfia y nuestros socios”, agregó.
Después de ser sepultado en 1957, el cuerpo de Zarelli fue exhumado en 1998, momento en el que la tecnología del ADN había avanzado significativamente, y se realizó un examen post mortem. Se retuvieron partes de sus restos para una mayor y mejor investigación, pero lo que complicó el caso fue el hecho de que el ADN del niño se había degradado bastante, es decir, no nos conducía con certeza a donde se pretendía llegar, según refirió el capitán Jason Smith.
Posibles parientes
En 2019, Zarelli fue nuevamente exhumado. Un antropólogo forense examinó los restos y obtuvo suficiente ADN para “aplicar técnicas forenses más modernas”, agregó Smith.
Los expertos finalmente pudieron identificar a Zarelli utilizando la técnica de la genealogía genética, que se apoya en los resultados de las pruebas de ADN y los métodos genealógicos tradicionales para crear perfiles de historia familiar y determinar las relaciones biológicas entre los individuos.
Los resultados de 2019 se cargaron en bases de datos de ADN y los genealogistas que trabajaban en el caso los “interpretaron”. Con base en estos resultados, los detectives pudieron rastrear posibles parientes de Zarelli por parte de su madre. Siguieron más pruebas e investigaciones, lo que condujo entonces a la identificación de la madre de Zarelli.
A través de una orden judicial, los detectives pudieron obtener del estado los registros de nacimiento, defunción y adopción de todos los niños nacidos de una determinada madre, entre 1944 y 1956. La orden arrojó «resultados de respuesta»: las actas de nacimiento de dos niños nacidos de ella y que los investigadores conocían previamente, porque uno ya había proporcionado una muestra de ADN.
Más información
Más de seis décadas desde que el niño fue encontrado muerto y abandonado en Filadelfia, los investigadores también descubrieron lazos familiares y posibles procedimientos médicos en el cuerpo del niño.
Pero el tercero de los resultados fue el que condujo a la identificación definitiva: un certificado de nacimiento de un niño nacido de en 1953. En ese certificado de nacimiento estaba el nombre del padre. Con base en lo descubierto, los detectives contactaron a posibles parientes del niño por parte de su padre.
El padre de Zarelli fue identificado después de que los genealogistas establecieran conexiones de ADN en ambos lados de la familia que solo podían apuntar a ese progenitor, dijo Colleen Fitzpatrick, fundadora y presidenta de Identifiers International, que se especializa en genealogía genética.
Los investigadores de homicidios, así como el gerente del laboratorio forense PPD, adscrito a la policía de Pensylvania, Ryan Gallagher, se reunieron con el médico forense interino de la ciudad de Filadelfia, el Dr. Albert Chu, y consultaron con los genealogistas genéticos involucrados en la investigación para llegar a objetivos claros, dijo Jason Smith.
«El Dr. Chu indicó después que con base en los hechos presentados y la conclusión de los genealogistas genéticos, el certificado de defunción del niño desconocido, OME No. 57-0863, sería enmendado para reflejar el nombre de nacimiento del niño: Joseph Augustus Zarelli”, mencionó el capitán de policía Smith.
Sufrió mucho
Si bien los detectives han determinado las identidades de los padres del niño, ambos ahora también fallecidos, no los revelarán públicamente por respeto a los hermanos vivos de Zarelli, dijo Smith.
Lo que se supo es que Zarelli había vivido cerca de la intersección de las calles 61 y Market en el oeste de Filadelfia y nunca fue reportado como desaparecido.
Después de su muerte, el cuerpo fue encontrado en el barrio Fox Chase, en la parte noreste de la ciudad. Desde entonces, el área se ha venido desarrollado con viviendas.
Zarelli tenía ojos azules. Cuando la policía encontró su cuerpo al costado de Susquehanna Road, se estableció que tenía el cabello castaño “crudamente cortado cerca del cuero cabelludo”, dijo Smith. Su cuerpo estaba magullado y la autopsia reveló que había sufrido “múltiples abrasiones, contusiones, una hemorragia subdural y derrames pleurales”, según el capitán.
“En su muy corta vida, era evidente que este niño experimentó horrores a los que nadie, nadie, debería estar sujeto”, dijo la comisionada del PPD, Danielle Outlaw.
Buscando a su asesino
Identificar al niño fue solo el primer paso en lo que sigue siendo una investigación de homicidio activa, que quizás nunca se resuelva. Los investigadores esperan que alguien que pueda recordar al niño se presente para proporcionar pistas sobre quién pudo haberlo matado.
“No podemos hacer un arresto. Es posible que nunca hagamos una identificación. Pero haremos todo lo posible para intentarlo”, dijo Smith.
La Oficina de Ciencias Forenses del PPD ahora ha establecido un programa de genealogía genética forense para ayudar al departamento y a la Oficina del Médico Forense de Filadelfia con investigaciones que involucran la identificación de restos humanos o sospechosos desconocidos en casos penales, mencionó Gallagher, el gerente del laboratorio forense del PPD. El programa ha iniciado pruebas en “docenas” de casos, desde 1957 hasta 2022.
“Joseph Augustus Zarelli representa la primera identificación de restos humanos usando genealogía genética forense como resultado de esta utilización del sistema”, dijo Gallaher.
“Si bien esta es la primera, definitivamente no será la última identificación que se haga. Nuestro objetivo para el proyecto es que nunca haya otra víctima de homicidio no identificada en la ciudad de Filadelfia”.
COMUNIDAD
Oficina de Ecuador News en NY
con información de Rudy Chinchilla
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