Buenismos selectivos
Por Farith Simon
Cuando hace algunos días las turbas partidarias de Bolsonaro atacaron la sede de los tres poderes estatales brasileños, las voces de rechazo a lo ocurrido se multiplicaron; algunas son las mismas que se indignaron con los seguidores de Trump que, hace casi 2 años, asaltaron el Capitolio en EE.UU.
Igual de despreciables en el plano político, y en su acción humana, Bolsonaro y Trump basan su política en la mentira, en enemigos imaginarios, en fantasiosas teorías conspirativas, miradas machistas, xenófobas y racistas del mundo; sus acciones y las de sus partidarios son repudiables porque claramente son antidemocráticas. La democracia solo es usada para llegar al poder y, una vez instalados en él, es despreciada como forma de gobierno por quienes buscan quedarse y, cuando pierden, cuestionan al sistema que les permitió acceder al poder. Esta actitud es común en la otra orilla; muchos de los indignados con estos dos personajes actúan igual o, como sucede con frecuencia, apoyan o promueven prácticas parecidas como forma de expresión de su descontento. Tienen en común su desprecio a la democracia.
Seguro dirán que no es lo mismo, que moralmente su acción violenta es legítima: una expresión del descontento popular, un ejercicio del derecho de expresión, el único camino de los oprimidos y los marginados que dicen representar. Es claro: la violencia de los otros es ilegítima porque no es nuestra. Decir esto no significa negar el derecho de protestar por la marginación, la exclusión, la violencia delincuencial, la discriminación y la corrupción.
Este buenismo selectivo, el rechazo a la violencia como forma de protesta, descontento o desacuerdo cuando los que no nos simpatizan la ejercen, son una marca de la inconsistencia del pensamiento antidemocrático que se acumula en ciertos sectores de las extremas derecha e izquierda, algunos agrupados alrededor de una suerte de “nativismo” ingenuo, con tintes paternalistas: solo si lo hacen los históricamente marginados, está bien.
OPINIÓN
Por Farith Simon
Especial para Ecuador News
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