Cómo se preparó Brendan Fraser, ganador del Oscar, y los sacrificios que tuvo que hacer para «The Whale»
¿Cómo logró subir de 95 a 270 kilos?
The Whale, la cinta protagonizada por Brendan Fraser y dirigida por Darren Aronofsky ya se ha convertido en una de las favoritas de Hollywood, siendo el filme que marca el regreso en todo lo alto del actor, metiéndose en la piel de Charlie en La Ballena (The Whale), y con ello llevarse el Oscar al Mejor Actor en la reciente entrega 2023.
Fraser se transforma en un profesor de inglés con obesidad severa (270kg) que busca conectar con su hija adolescente en una última oportunidad de redención. Además de ser un desafío interpretativo increíble, Fraser también ha destacado que este trabajo le ha llevado al límite físicamente.
«La Ballena es el trabajo más exigente a nivel físico que he hecho nunca», señaló el también protagonista de La Momia.
Lo primero a destacar es que The Whale es una adaptación cinematográfica de la obra de teatro homónima de Samuel D. Hunter que se estrenó en 2012. Y debido a que el guion de la película fue adaptado por el mismo Hunter, se sabe que la historia del film es fiel a la original.
Durante más de un año, Brendan Fraser, que mide 1,91 metros y que pesaba antes unos 95 kilos, ha llegado a alcanzar un peso de más de 250 kilos, ha tenido que engordar 130 kilos. Sin duda, un aspecto muy diferente a cuando encarnaba a diferentes héroes y era considerado uno de los sex symbol de los 90’s; sin embargo, no ha tenido que sobrepasar los 250 kilos, el resto lo ha hecho gracias a unas prótesis.
El proceso de maquillaje para poder transformarse en una persona obesa eran brutales: 4 horas para poner las prótesis y 4 horas para quitarlas. En total, 8 horas de trabajo en solo preparar a Fraser.
Fraser también detalla que el proceso de creación de Charlie también pasó por CGI (técnica de imágenes generadas por computador) y efectos digitales, no solo artesanales.
Compara el trabajo de digitalización que vivió ahora con personajes de sus películas pasadas y señaló que «esta vez no hubo necesidad de cubrirse la cara con una sustancia pegajosa, pudimos escanear mi cara digitalmente. Ese modelo se pasó a un ordenador y el cuerpo de Charlie pudo crearse con total control hasta el nivel del posicionamiento de poros y lunares».
El trabajo para convertirse en Charlie fue muy duro, pero Fraser asegura que valió mucho la pena y que le hizo comprender mejor cómo la sociedad arremete contra la gente con obesidad y cómo estas personas se sienten presionadas por estigmas impuestos, en parte, por la industria del cine.
«Fue un proceso doloroso, porque me hizo entender hasta qué punto la sociedad estigmatiza a las personas obesas, y eso es algo de lo que el cine tiene parte de culpa. También comprendí cómo la crueldad de la que son objeto por parte de los demás, y por lo general de sus propios familiares y seres queridos, puede marcarles para el resto de sus vidas», relató.
Con la estatuilla que lo declara Mejor Actor Protagónico por parte de la Academia de Hollywood, Fraser mencionó entre lágrimas y mucha emoción desbordada el que «agradezco a la Academia por este honor y a nuestro estudio por hacer una película tan atrevida, estoy agradecido con Darren por arrástrame para hacer «La Ballena», dijo Fraser con la voz entrecortada.
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