El candidato sin ideología es el más peligroso
Por Pablo Ruiz
Imagina que regresas a los años escolares. Vas a tu salón de clase, buscas un pupitre, te sientas, esfero rojo, azul y un cuaderno. De repente, te cae un puñetazo en la cabeza. ¿Quién es? Te preguntas. Es el niño que siempre hace bullying. Se acaba el día, el chichón aparece, llegas a casa. Les cuentas a tus papás lo que acaba de suceder.
A partir de aquí, de entre muchas respuestas posibles de tus papás expondré tres: a) te dicen que seas hombrecito, y aprendas a ver por sí solo. b) te dicen que irán a la escuela a conversar con el rector y profesor para que controlen lo que sucede. C) te pueden meter a un curso de artes marciales para que aprendas a defenderte y hablarán también con las autoridades para ver qué sucede con aquel chico.
Ahora bien, llamemos a esos padres “estado”, a ese estudiante “sociedad” y a ese niño que golpea “un posible delincuente”. Tomando en cuenta esto, vuelva a leer desde el principio y lleguemos al párrafo dos. De entre muchas respuestas posibles del estado expondré tres: a) el estado te dice mira como haces, puedes armarte y cuidarte por sí mismo frente a un posible delincuente b) el estado interviene para generar seguridad y tratar de eliminar las causas de raíz de un delincuente como inequidad y pobreza. C) el estado te ayuda a organizarte por barrios haciendo tejido social donde tienes un papel importante. Aparte apuesta por la rehabilitación y política social para eliminar causas de raíz.
Estas tres respuestas tienen un tinte ideológico. A) una posición más conservadora, de derechas. B) una posición más progresista, más de izquierdas. C) una posición más social demócrata de centro. Algo similar planteaba Lakoff para explicar los modelos de familia a raíz de lo ideológico. Entonces, la ideología importa, e importa mucho. ¿Por qué? Porque la ideología es un conjunto de ideas, valores y principios que sustentan una visión particular del mundo y en política ofrece un enfoque sobre la organización y el funcionamiento del gobierno, la distribución de recursos, la justicia social, los derechos, cuánto interviene el estado, cómo, dónde y por qué para solucionar problemas públicos.
Entonces cuando escuche a candidatos que dicen no tener ideología, piense en que es nuevamente ese niño o niña de la escuela, va donde su papá o mamá, le cuenta lo sucedido, y ellos no sabrán qué hacer, porque se consideran prácticos, porque quieren quedar bien con el rector, el profesor, tus compañeros de clase, pero no saben qué hacer contigo. Piense que, si le siguen golpeando, un día dirán una cosa y otro día otra. Así de disfuncionales y mediocres son esos candidatos, perdón esos papás.
OPINIÓN
Pablo Ruiz
Especial para Ecuador News
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