Los mitos de EEUU y de la Unión Europea
Por Rodolfo Bueno
La rusofobia desconcierta a cualquier ser racional. Se trata de prejuicios contra Rusia, que impiden tener una posición equilibrada en la política mundial. Se recuerda que, según la Alemania nazi, la guerra que emprendió contra la URSS fue de exterminio; era la lucha entre el nazismo, basado en los valores germánicos, y los rusos, una turba de seres inferiores, antes conocidos como hunos y ahora renacidos bajo la ideología judía-bolchevique, que debían ser eliminados sin piedad ni compasión.
Hoy se repite la misma lucha bajo la misma rusofobia, sólo que dirigida por los Neocon, un poderoso grupo que está dispuesto a todo con tal de mantener la supremacía de EEUU sobre el resto del mundo y cuya obsesión es acabar con Rusia y su cultura bizantina, y desaparecer así al único competidor serio que frena sus pretensiones hegemónicas.
La campaña de difamación contra todo lo que tenga que ver con la civilización rusa, su ideología, sus altos valores nacionales, morales, religiosos, culturales, artísticos y filosóficos, se intensificó a partir de la operación militar especial, que emprendió Rusia para desnazificar y desmitalizar a Ucrania, y así garantizar su seguridad.
Cuando este conflicto dificultó la exportación de granos, lo que contribuyó a incrementar el precio de los alimentos, por lo que en los países en desarrollo muchas personas se encontraron al borde de la hambruna, EEUU y la UE sostuvieron que ninguna sanción contra Rusia impedía el suministro de productos agrícolas y alimentos, pese a que al mismo tiempo sus mandatarios declaraban que consideraban las exportaciones de trigo ruso como una herramienta geopolítica contra la que se debía luchar con firmeza. Es evidente que los obstáculos al acceso de cereales rusos a los mercados mundiales no era un efecto secundario de las sanciones, sino uno de los objetivos de Occidente, que va contra los intereses de la comunidad internacional, incluso de los países más necesitados. No hay duda de que todo vale cuando se busca causar daño a Rusia, aun a costa del hambre mundial.
Sostienen que los agricultores de Rusia tienen acceso a fertilizantes más baratos, lo que socava la competitividad de sus agricultores, cuando en realidad lo que se define como comercio internacional competitivo en el sistema tradicional de relaciones económicas internacionales se convierte en las mentes de sus políticos en abuso de posición dominante si no les beneficia esa actividad. Entonces, cualquier país que les supere en indicadores económicos se puede considerar que abusa de su posición geoestratégica. ¿Cuál será el siguiente país? Bruselas le propone a los países, que no recibieron productos rusos, contar con ellos mismos y la ayuda financiera de la UE. ¿Para el mundo en vías de desarrollo será el dinero de la UE suficiente durante mucho tiempo o estas propuestas no son más que la herramienta para promover los intereses empresariales de Europa?
Sostienen que las sanciones contra Rusia no agudizan la crisis alimentaria mundial y es causada por la agresión rusa, cuando en realidad los precios del sector agrícola comenzaron a subir mucho antes de la operación militar rusa. Además, provocan riesgos adicionales para la seguridad alimentaria global, debido a las nuevas restricciones anti rusas, que están dirigidas directamente a la fabricación de productos agrícolas y fertilizantes dentro de Rusia; por ejemplo, se prohíbe la exportación a Rusia de equipos agrícolas y sus componentes. Las exenciones del régimen de sanciones anti rusas tienen ambigüedad y no son obligatorias. Los países de la UE quieren aplicarlas cuando se trata de las exportaciones agrícolas rusas, porque aspiran a socavar la posición de Rusia como el mayor exportador de cereales y fertilizantes.
El 22 de julio de 2022, la ONU, Rusia, Turquía y Ucrania acordaron en Estambul la Iniciativa de Granos del Mar Negro, IGMN, que permite las exportaciones de cereales, productos alimenticios y fertilizantes, incluido el amoníaco, a través de un corredor marítimo, iniciativa que junto con el Memorando de Entendimiento sobre la promoción de productos alimentarios y fertilizantes rusos en los mercados mundiales son fundamentales para la seguridad alimentaria de los países vulnerables. Si bien las exportaciones rusas de alimentos y fertilizantes no están sujetas a las sanciones occidentales, Moscú sostiene que las restricciones a los pagos, la logística y los seguros equivalen a una barrera para los envíos. Así, los más pobres del mundo fueron los más afectados por el aumento de los precios mundiales de los alimentos.
El 18 de mayo expiró la IGMN y sin ningún cambio se estableció una prórroga hasta el 17 de julio; el pacto podría no ampliarse debido a los problemas que persisten. Para Dmitri Medvédev, vicepresidente del Consejo de Seguridad, el acuerdo en su forma actual debe ser suspendido, pues “alimentar a los burgueses europeos de cara obesa no entra en los objetivos de Rusia”.
Maria Zajárova, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, dijo: “Hasta ahora las exportaciones agrícolas rusas siguen bloqueadas como consecuencia de las sanciones unilaterales occidentales, aun cuando la entrega de fertilizantes es gratuita para los países más pobres y solo se ha cumplido efectivamente con la parte ucraniana. Es otra forma de incumplir con las medidas humanitarias que dieron origen al acuerdo. En tales condiciones, debemos volver a recordar, ante todo, a EEUU, la UE y Gran Bretaña, que se preocupan de palabra por la seguridad alimentaria, que efectivamente es necesario dejar los abonos y los alimentos rusos fuera de las sanciones unilaterales”.
Por otra parte, no se se ha hecho nada para liberalizar el suministro del grano ruso a los mercados extranjeros ni se han cumplido algunas tareas que se tenían que cumplir bajo la dirección de la ONU: reconectar el banco Rosseljozbank al sistema Swift, suministrar piezas de repuesto, desbloquear la logística de transporte y seguros, reactivar el ducto de amoníaco Togliatti-Odesa, realizar los pagos y descongelar los activos de empresas rusas. “Si en dos meses no se resuelve estas condiciones, será imposible ampliar la IGMN, y el acuerdo será suspendido a partir del 17 de julio”.
Según el Presidente Putin, la IGMN no resuelve los problemas de los países africanos, causados por los altos precios de los cereales ucranianos, que son llevados principalmente a los países de ingresos altos, como los europeos. También exige, para firmar otra extensión de la IGMN, la eliminación de los obstáculos a las exportaciones de los fertilizantes rusos, incluidas las restricciones bancarias. Señaló que Rusia había prolongado varias veces el acuerdo, pero cada vez fue engañada y agregó que Rusia no participa en la IGMN para beneficiar a Ucrania, sino para abastecer con alimentos a los países amigos de África y América Latina, pero que solo una pequeña parte del grano que se exporta en el marco de la IGMN iba a los países más pobres del mundo, mientras que el 44% fue para los países prósperos.
Serguéi Lavrov, Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, explicó en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo de qué manera valoraba Rusia la posibilidad de la prórroga de la IGMN. “¿Cómo podemos prorrogar algo que no funciona?” Sucede que solo se respeta la parte ucraniana del acuerdo, y no en el contexto de satisfacer las necesidades de los países pobres, sino en el sentido comercial. Menos del 3% de granos, con los que Ucrania cumplió sus compromisos, fue para los países pobres. Recordó que a Rusia solo le correspondió la explosión del ducto de amoníaco Togliatti-Odesa, lo que demuestra que la aspiración de algunos es destruir cualquier oportunidad de ampliar el suministro de productos rusos a los países en desarrollo.
Cuando comenzó la operación militar especial, se incautaron 300.000 toneladas de fertilizantes rusos en los puertos de la UE. En agosto de 2022, el Presidente Putin dijo que Rusia estaba donando esos fertilizantes a los países en desarrollo. Desde entonces pasaron seis meses hasta que se envió un pequeño cargamento a un país africano, Malawi. Pasaron otros meses antes de que se enviaran partidas igualmente modestas a Kenia y Nigeria. Occidente no quiere desbloquear los impedimentos que creó para el suministro de fertilizantes rusos a las naciones necesitadas del Sur Global.
Durante el lapso que estuvo bloqueada la parte rusa de la IGMN, Rusia siguió suministrando grano a los países en desarrollo por vías que no dependen de los obstáculos creados por Occidente. Y lo seguirá haciendo. Agregó que el Presidente Putin dijo que Rusia, a sus expensas, suministrará grano en el volumen adecuado a los países en desarrollo si se llegara a poner fin a la IGMN y que no ve ninguna razón para prorrogarla por el momento. Recordó que desde el inicio de la IGMN, cerca del 2,5% de cereales se exportaron a los países pobres que figuran en la lista del Programa Mundial de Alimentos. A buena hora que se está terminando la hegemonía de Occidente, pues tanto va el cántaro al agua, hasta que al fin se rompe.
OPINIÓN
Por Rodolfo Bueno
Corresponsal de Ecuador News en Quito
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