El Ecuador somos todos. Nuestro voto debe ser responsable
El próximo domingo los ecuatorianos debemos elegir un nuevo Presidente y será el encargado de conducir un diluvio de inconformidades para 18 millones de compatriotas, de esta magullada nación.
La incertidumbre ha expandido el panorama especulativo, a tal punto que el gobierno, pese a la «muerte cruzada», no ha podido superar su incapacidad de gestión y trabajo en beneficio del pueblo. Por desgracia, el Ecuador al momento tiene un altísimo riesgo país.
La Corte Constitucional se ha convertido transitoriamente en una «Asamblea Nacional» en miniatura, de oposición férrea y cerrada, al parecer, a caprichos políticos. Éstas elecciones son una verdadera prueba de responsabilidad, para demostrarnos a nosotros mismos, en qué sociedad vivimos o queremos vivir, con qué valores e ideales podemos superar las graves dificultades y con qué gobierno queremos recuperar la seguridad, empleo, transparencia, honestidad y desarrollo. A los ecuatorianos nos endulzan los oídos con caminos faciles, propuestas vacías e incoherentes, proyectos sin financiamiento, nos visten de oro, aunque no tengamos que comer. Todo comienza entre realidades escondidas que sucumben en los rincones y gritan en silencio.
Por desgracia siempre volvemos a caer en las mentiras de los políticos y tropezamos de manera inexorable con la misma piedra, el pueblo ha sido castigado con el látigo de la desdicha y el olvido, esa es la ruina que hoy nos ahoga.
El sueño de un país serio, ordenado, próspero, se esfuma y nuestro país es noticia en el mundo, especialmente por la inseguridad y subdesarrollo, pero nosotros podemos cambiar la historia, rechazando en las urnas a estos políticos que están como la cabeza de «tortuga», que entran y salen. Solamente la valentía, sinceridad o un milagro divino, harán que el Ecuador pueda reflotar o al menos, posicionarse en un escenario menos inestable, alejado de los enemigos del pueblo y así, lograr la redención tan añorada por todos.
Aquí la cosa no se detiene, porque sencillamente no arranca todavía. Vamos ecuatorianos, un voto de
reflexión, abriendo nuestras mentes, sin sentimentalismo ni pasiones, nada de lo mismo, todos vienen de un solo molde, son indiferenciados e indeferenciables.
Por andar lidiando con el pasado, terminamos peleando con el futuro y así, algunos nos damos cuenta de que hemos caído, sólo cuando nos toca levantarnos. Cuidado caigamos en los errores de siempre, haciendo lo que no tenemos que hacer, o sea, eligiendo a quien no debemos y terminemos arrepentidos porque, los pueblos aman a sus propios ladrones.
Que la elección del Presidente de la República y los Asambleístas, sirva para inaugurar una verdadera
unidad, que sea el inicio de una etapa de reconciliación nacional, que juntos construyamos un país diferente, porque ECUADOR SOMOS TODOS.
Desterremos el odio y revanchismo político y por primera vez, consolidemos un trabajo en equipo, gobierno-pueblo, pero poniendo enfasis en el respeto a la Democracia y a sus mandantes. Nosotros somos los arquitectos de nuestro futuro, nuestro voto será la boya que nos permita mantenernos a flote, mejorar nuestra calidad de vida, vivir con seguridad, sostener el país y al mismo tiempo empujar al país por el carril del desarrollo, o nos vamos al despeñadero.
OPINIÓN
Por: Mariano Jara S.
Columnista Invitado
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