MÁS ALLÁ DE LOS RESULTADOS
Por Miguel Rivadeneira Vallejo
El país tiene una enorme tarea para recuperar los espacios perdidos de la democracia e institucionalidad, más allá de los resultados electorales. Las ambiciones de políticos han llevado a esta situación de crisis y violencia, de desbaratamiento institucional, de conexión con la narcopolítica y con la corriente del socialismo del siglo XXI, que lo único que ha hecho es empobrecer a los pueblos y confrontarlos internamente.
Hoy se vive en la región con las tres íes: incertidumbres permanentes, sin saber hacia dónde se marcha; inestabilidad política, asediados por aquellos que han destruido los regímenes democráticos y las instituciones; y la inseguridad jurídica, que ahuyenta a la inversión extranjera y nacional.
La falta de una activa participación ciudadana, con conciencia cívica y de país, ha permitido que la clase política en general controle la situación luego de prostituir el sistema de partidos, que se han tornado grandes empresas electoreras que lucran de esta actividad; solo se organizan para elecciones, sin principios, valores ni nuevos liderazgos.
Por ello es indispensable, desde la iniciativa ciudadana, impulsar una reforma política e institucional profunda, porque ha sido inviable hacerlo en la Función Legislativa, donde no ha habido voluntad y decisión para implementar los cambios requeridos. Al contrario, se acomodaron a este sistema corrupto y de prebendas.
Se impone una reforma electoral y a los partidos políticos, porque no es posible que subsista con más de 270 movimientos, en medio de un sistema de registro adulterado, con firmas falsas de supuestos afiliados a las organizaciones, que se evidencia cada vez que se recurre a sus archivos y que nadie se atreve a derrumbarlo y crear uno con transparencia y datos reales.
No puede quedar en la impunidad cuando precisamente dirigentes han usado documentos públicos fraudulentos, con firmas falsificadas, de supuestos afiliados, y se atrevieron a impugnar candidaturas, a vista y paciencia de la autoridad electoral. Lo grave: el organismo electoral está lleno de estas afiliaciones falsas. Solo cuando concurren a hacer un trámite y se ingresa a verificar una afiliación se descubre esta grave irregularidad. Es un cuento viejo desde hace muchos años que sigue intocado.
En la justicia no se puede confiar cuando existe un órgano administrativo y disciplinario que actúa contra jueces que persiguen actos de corrupción, pero resulta muy permisivo con jueces venales que siguen en sus puestos pese a actuar contra ley expresa y normas constitucionales e incluso devuelven derechos políticos a quienes recibieran sentencias condenatorias.
Una Asamblea que con su nueva composición ojalá responda con una legislación urgente en las demandas de los ciudadanos en materias sensibles: seguridad, salud, educación, seguridad social, normas para combatir la corrupción.
Decepciona ver al país a la deriva, sin líderes que piensen en construir un país diferente. Al contrario, viven de este sistema y les importa un comino el futuro no solo de la nación, sino de sus familias, hijos y nietos, lo cual resulta irresponsable.
OPINIÓN
Miguel Rivadeneira Vallejo
Columnista Invitado
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