ITT: El perjuicio
Por Walter Spurrier Baquerizo
La discusión sobre cuánto perdimos con el Sí en la consulta del Yasuní se centra en los 55.000 barriles que a la fecha se producen en el bloque petrolero ITT. Pero el desarrollo del ITT ya estaba afectado antes de la consulta. ¿Qué pasaba si ganaba el No?
El Banco Central estima que se pierde una producción petrolera acumulada por un valor de $ 12.000 millones. La eliminación de esta operación resulta en menor crecimiento económico de 0,7 % en 2023 y 0,8 % en 2024, con la que la economía pierde 106.000 empleos en 2023-25. Pero el perjuicio es mayor.
En 2013 la Corte Constitucional, que tenía una composición distinta a la actual, rechazó el pedido de YASunidos, lo que permitió a Petroecuador explorar todo el ITT. Para 2016 Petroecuador había duplicado las reservas certificadas e informó que la meta era producir 300.000 barriles diarios a partir de 2022. Pero hubo un largo retraso en la extensión de permisos ambientales y finalmente en 2022 esta Corte Constitucional negó 7 de las 9 plataformas que pretendía erigir Petroecuador en el campo Ishpingo, porque serían visibles desde el límite de la zona intangible, lo cual en su criterio era violatorio de los derechos de los “pueblos no contactados”.
¿De cuántas personas se componen los “pueblos no contactados”? El estimado máximo es de 300 personas, a quienes se les ha reservado una zona intangible de 818.000 hectáreas. Las comunidades no contactadas (‘pueblos’ es una hipérbole) no pretenden aislarse de manera absoluta; buscan ávidamente artefactos de la sociedad moderna, en particular machetes y ollas metálicas. Lo que rechazan, y hay que respetar, es que los de la sociedad nacional interfiramos en sus vidas. El argumento de la Corte solo fue un pretexto para parar la actividad petrolera.
De haber ganado el No al cierre del ITT, Petroecuador hubiera podido buscar un socio estratégico con experiencia en crudos pesados para desarrollar los tres campos que lo componen. Solo la perforación permitiría saber la verdadera magnitud de las reservas y si la producción de 300.000 anunciada en 2016 es optimista o acertada. Pero en todo caso, sería al menos el triple de la producción de hoy. Si la CC hubiera permitido desarrollar el ITT no estaríamos en crisis económica.
Ahora el reto es cómo cumplir con esta confusa consulta. Se supone que el propósito es preservar virgen al Yasuní, pero solo Ishpingo está plenamente en el parque. El campo Tiputini está fuera y a Tambococha se lo puede explotar con pozos direccionales desde el borde. Sin embargo, se pretende cerrarlos.
La consulta para el Chocó andino tuvo lugar en el cantón Quito, donde está el Chocó, y ganó el Sí. El Yasuní está en Orellana, donde ganó el No. De seguro la Corte lo sospechaba, de ahí que hizo esa consulta nacional mientras que la del Chocó es cantonal.
La consulta del Chocó no es retroactiva, no afecta a las operaciones existentes. La consulta del Yasuní pide dejar sin explotar el ITT, aunque en realidad ya está en producción y el propósito es que esta consulta tenga efecto retroactivo.
Por último, se votó para dejar el crudo del ITT “indefinidamente bajo el subsuelo”. Pero el crudo está en el subsuelo. Bajo el subsuelo no hay petróleo. ¿La consulta para lo que está bajo el subsuelo aplica a lo que está en el subsuelo? Cantinflas no lo pudo haber planteado mejor.
OPINIÓN
Walter Spurrier Baquerizo
Especial para Ecuador News
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