BASTA DE POLITICAS ECONÓMICAS FRACASADAS
Por: Mariano Jara
La escasa inversión pública y el alto nivel de endeudamiento que está contrayendo el gobierno actual, nos deja sin presente y futuro a los ecuatorianos.
En los últimos 10 años no se habían registrado niveles tan bajos en inversión pública total y se tradujo en bajo crecimiento, incremento de la desigualdad, pobreza e inseguridad.
Más vale que reaccionemos, en particular en las finanzas públicas. No podemos mantener ese déficit, esos gastos, incluidos los subsidios a los combustibles, el despilfarro y la corrupción. Si continúa la irresponsabilidad financiera, los mercados van a reclamar y Ecuador perdería credibilidad y la poca estabilidad, que aún nos queda.
Esos ajustes no conducen a un recorte de recursos por todos lados, sino que se haga una revisión a fondo, dando prioridad a la inversión en infraestructura y creación de empleos y obra pública. Es indispensable modificar la estructura del gasto público, toda vez que ha ido creciendo irreparablemente cada año, sin reflejar una mejoría para la economía de los ecuatorianos.
Este año el gasto se incrementó, los ingresos disminuyeron, pero la mayor parte se va en subsidios a los combustibles y transferencias, lo que indudablemente implica más pobreza y subdesarrollo.
En contraste, la inversión física creció 0.4%, nada y lleva 10 años continuos cayendo. Desde todos los sectores del país, debemos presionar al gobierno que viene, para que deje de gastar dinero y empiece a invertir y generar un verdadero ambiente de negocios.
Actualmente el gasto público, está desordenado y carece de una buena estructura. No se está invirtiendo o utilizando en lo que se debe. Los programas de combate a la pobreza y generación de empleo no están funcionando, mientras la inversión va a la baja y el consumo, mantiene su marcha inexorable, lo que está provocando altos niveles de endeudamiento, especialmente a la población de clase media y baja.
El gasto público viene siendo el más alto histórico cada año. Se gasta más de lo que ingresa, por lo tanto, se ha venido endeudando más cada año, sin reducir la pobreza, sin reducir la desigualdad, sin generar más empleo. Al contrario, la pobreza se incrementó, hay 2 millones más de pobres y sólo 100 mil personas dejaron de sufrir pobreza alimentaria, lo que quiere decir que el dinero se está desviando hacia otros lugares.
La política de impuestos requiere una revisión a fondo, hoy es un desastre. Las reformas fiscales no fueron diseñadas como una política para crecer y crear empleo, sino como una política para recaudar más dinero. Pero no se tradujo en mejoras de gasto, se tradujo en desperdicio. Esto nos ha llevado a un gran gasto, a un déficit elevado del gobierno y pone en entredicho la sonada estabilidad macroeconómica.
Las tendencias económicas del gobierno actual están llegando a su límite y de no hacer un cambio en la estructura del gasto público el próximo gobierno, la estabilidad micro/económica dejará de serlo.
Ecuador tiene una reserva internacional de 7.500 millones de dólares, los mismos que NO pueden ser utilizados por ningún gobierno, a menos que sean eliminadas las reformas, que introdujo Lenin Moreno ex-presidente del Ecuador, como candado de seguridad y evitar la sustracción de dichos recursos. Dineros, que son el respaldo legal de los depósitos del pueblo en los bancos privados, así como de los gobiernos provinciales. Pero… si el nuevo gobierno utiliza como anuncian en su campaña electoral ese dinero, arrancará el camino al infierno y de ahí, no podrá sacarnos nadie.
Algunos nos damos cuenta de que nos hemos caído, solo cuando nos toca levantarnos y por andar lidiando con el pasado, terminamos peleando con el futuro. Todo comienza con realidades escondidas, que sucumben en los rincones y gritan en silencio, pero nadie las escucha.
¿Cuándo habrá disciplina financiera y fiscal? El gobierno debe dejar de ser un comité al servicio de una minoría. Los políticos, son como si todos vinieran de un solo molde, son indiferenciados. Por desgracia, la democracia no fue creada para favorecer a las mayorías, los pobres pagamos para favorecer a los ricos.
El 15 de octubre, tenemos un deber con la patria, elegir al Presidente de la República para 17 meses y es importante, una profunda reflexión, estudio y análisis de su decisión. Cada ecuatoriano escogerá el tamaño de la cebolla con la que va a llorar, no siempre digo lo que siento, pero siempre siento lo que digo.
OPINIÓN
Mariano Jara
Especial para Ecuador News
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