La nueva Miss Universo, Sheynnis Palacios se sobrepuso a las críticas por vender buñuelos
El concurso pasará a la historia por varios hechos…
En la edición 72 de Miss Universo, debe destacarse la participación de aspirantes casadas y que son madres, dos transgénero, así como una de talla grande.
La representante de Nicaragua, Sheynnis Palacios, se convirtió la noche del pasado sábado en la segunda centroamericana en portar la corona del concurso, celebrado en El Salvador.
Palacios, que dio la sorpresa y se había colocado entre las favoritas, quedó por delante de la representante de Tailandia, Anntonia Porsild, quien fue la primera finalista. Como segunda finalista del concurso -que en 2024 se realizará en México- fue elegida Moraya Wilson, de Australia.
La nicaragüense, que dijo considerar la humildad y la gratitud por las pequeñas cosas como sus principales cualidades, venció entre 84 concursantes que durante una semana participaron en competencias preliminares en traje de baño, vestido de noche y tradicionales.
En la etapa de preguntas, aseguró que una mujer en cuyo lugar quisiera estar por un día es en el de Mary Wollstonecraft, escritora, filósofa inglesa y una de las primeras mujeres en desarrollar el pensamiento feminista, porque «es la primera mujer que abrió brecha a los derechos de las mujeres».
Nacida el 30 de mayo de 2000, la nicaragüense es licenciada en Comunicación Social de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA). Además, es conductora y presentadora del programa «Entiende tu mente», proyecto que lanzó tras batallar contra la ansiedad. Anteriormente, ganó los títulos de Miss Teen Nicaragua y Miss Mundo Nicaragua.
Vale la pena destacar la inclusión y la diversidad con la participación de dos aspirantes casadas y madres, así como a dos mujeres transgénero y una mujer de talla grande. Esto fue posible tras el cambio de reglas que permite concursar a mujeres casadas, embarazadas, divorciadas o con hijos.
La ganadora del concurso sucede a la estadounidense R’Bonney Gabriel, Miss Universo 2022.
Sheynnis Palacios es nacida en el seno de una familia humilde de Diriamba, Carazo. Y es una de 6 millones de habitantes, según datos del Banco Mundial, que en los últimos años ha sido noticia a nivel internacional por una crisis socio política iniciada en 2018, por la que miles de nicaragüenses se fueron del país.
Se sobrepuso a las críticas
Antes de representar a Nicaragua en Miss Universo, participó en otros 5 concursos. En el año 2016 fue coronada como la reina adolescente del país centroamericano, luego participó en el Miss Teen Universo 2017 donde quedó entre las 6 finalistas. Años más tarde, se coronó como Miss Mundo Nicaragua 2020, y quedó entre las 40 finalistas del concurso internacional. Pero su vida no estuvo lejos de la controversia. En el contexto político del 2018, montó junto con su madre un negocio de venta de buñuelos, un postre nicaragüense elaborado a base de yuca. Luego, al ser conocida, el emprendimiento familiar le valió el acoso y la burla de quienes demeritaban su esfuerzo.
Su lucha como mujer, soñadora y emprendedora, nacida en uno de los países más pobres del continente, van más allá de los certámenes de belleza. Ella misma ha declarado que es una persona que viene de una familia de clase económica baja.
Mientras, se le anunciaba como nueva Miss Universo en San Salvador, y en cada rincón del mundo donde había un nicaragüense, estallaban gritos de asombro, emoción y orgullo, en las pantallas de televisión se mostraba una mujer que, entre lágrimas, se dirigía a una de las cámaras para decir: “Te amo, mamá”.
La madre de Sheynnis Palacios se llama Raquel Cornejo y vive en Estados Unidos, donde emigró hace algún tiempo a trabajar para buscar nuevas oportunidades. Por esta razón, no pudo ver la coronación de su hija en persona.
Desde que su madre se fue de Nicaragua, la nueva Miss Universo vive con su abuela y su hermano menor.
“Cuando yo tuve a Sheynnis tenía 19 años, estaba en la universidad y tenía que poner en una balanza mi vida o darle a mi hija lo que ella necesitaba”, dijo Raquel en una entrevista a un medio nicaragüense en 2020.
Sheynnis no ha sido indiferente a la realidad de su país. De acuerdo a sus publicaciones en redes sociales, como miles de nicaragüenses, fue parte de las protestas en contra del régimen sandinista de 2018, y en las que, según el Consejo de Derecho Humanos de la ONU, la dictadura cometió “graves y sistemáticas violaciones a los derechos humanos, incluyendo crímenes de lesa humanidad”.
BELLEZA
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