EE.UU. cerrará el paso fronterizo de Arizona por la abrumadora llegada de migrantes incluyendo ecuatorianos
El elevado número de migrantes que cruzan la frontera sur de Estados Unidos en los alrededores de la remota comunidad de Lukeville, Arizona
hizo que las autoridades federales decidieran cerrar el puerto de entrada ahí para que los funcionarios de operaciones que vigilan el tráfico de vehículos y peatones en ambos sentidos puedan ayudar a los agentes de la Patrulla Fronteriza a detener y procesar a los recién llegados.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) anunció recientemente que el cierre temporal del paso fronterizo ha comenzado, mientras las autoridades lidian con las cambiantes rutas migratorias que han rebasado a los agentes de la Patrulla Fronteriza estacionados allí. La gobernadora de Arizona y senadores federales del estado calificaron de “inaceptable” el cierre previsto.
La agencia dijo que “incrementará todos los recursos disponibles para procesar de forma rápida y segura a los migrantes” y que “continuará jerarquizando nuestra misión de seguridad fronteriza según sea necesario en respuesta a esta situación cambiante”.
En los últimos meses, la zona cercana al cruce se ha convertido en una ruta migratoria muy utilizada, donde los contrabandistas dejan a personas procedentes de países tan diversos como Senegal, India y China. La mayoría de ellos entran a pie en Estados Unidos al oeste de Lukeville a través de huecos en la valla fronteriza, y luego se dirigen al este hacia el paso fronterizo oficial para entregarse a los primeros agentes que ven con la esperanza de tener una oportunidad de recibir asilo.
La Patrulla Fronteriza realizó 17.500 detenciones por cruces ilegales durante la semana pasada en el sector Tucson, dijo el viernes John Modlin, el jefe del sector. Eso se traduce en un promedio diario de 2.500, muy por encima del promedio diario de 1.700 en septiembre, cuando Tucson ya era por mucho el corredor más ocupado para los cruces ilegales a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos.
La CBP culpó a “contrabandistas que venden desinformación para aprovecharse de personas vulnerables” por la llegada de cientos de personas a diario a los alrededores de Lukeville.
No estaba claro hasta cuándo se cerraría Aunque remoto, el paso fronterizo de Lukeville es el que se utiliza habitualmente para viajar a Puerto Peñasco, un centro turístico en el estado mexicano de Sonora, en el Mar de Cortés. Los estadounidenses también cruzan por ahí para visitar la comunidad fronteriza de Sonoyta, en México, para comer, ir de compras o recibir atención médica y dental más barata.
Algunos niños mexicanos cruzan diariamente la frontera en autobús hacia el norte para ir a la
escuela.
Los senadores de Arizona Mark Kelly y Kyrsten Sinema, junto con la gobernadora Katie Hobbs, criticaron el plan de cerrar el cruce y exigieron mejores soluciones al gobierno del presidente Joe Biden.
“Este es un resultado inaceptable que desestabiliza aún más nuestra frontera, pone en riesgo la seguridad de nuestras comunidades y daña nuestra economía al interrumpir el comercio y el turismo”, dijeron en una declaración conjunta. “El gobierno federal debe actuar Niños mexicanos estudian en escuelas de Lukeville, Arizona. con rapidez para mantener las operaciones de los puertos de entrada, tener la frontera bajo control, mantener seguras a las comunidades de Arizona y garantizar un trato humano a los migrantes”.
Kelly y Hobbs, ambos demócratas, y Sinema, una independiente que fue elegida como demócrata, también criticaron a “los políticos partidistas que repiten como loros los temas de conversación mientras ven cómo la frontera se deteriora aún más”.
Dijeron que esos políticos deberían en cambio “no prestarse a ser una mera caja de resonancia y trabajar con nosotros para hacer algo y mantener nuestras comunidades seguras”.
En promedio, unas 3.140 personas en vehículos y 184 peatones entraron diariamente en Estados Unidos por Lukeville durante octubre, según las últimas cifras del Departamento de Transporte estadounidense. Los viajeros podrán seguir cruzando para entrar o salir de Estados Unidos por Nogales,
Arizona, a tres horas en coche al este, o San Luis, también en Arizona, a dos horas en coche al oeste.
La CBP empezó a limitar el tráfico en el puerto de Lukeville esta semana.
La agencia también cerró uno de los dos puentes a los vehículos en Eagle Pass, Texas, una localidad de unos 30.000 habitantes que fue el corredor más transitado para cruces ilegales durante un tiempo el año pasado.
México celebra confirmación de la orden de retirada de las boyas del río Bravo.
Por otra parte, ha informado Europa Press recientemente que el Gobierno mexicano ha celebrado la decisión del Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito de Estados Unidos, que rechazó el recurso del Gobierno de Texas contra la orden de un tribunal inferior de retirar la barrera de boyas instaladas en el río Bravo para frenar la entrada de inmigrantes.
«Desde la Secretaría de Relaciones Exteriores de México celebramos la decisión del 5º Tribunal de Circuito de Apelaciones de EEUU, de rechazar la solicitud de Texas para mantener instaladas las boyas en el Río Bravo. Continuamos trabajando para garantizar la integridad física y los derechos humanos de las y los migrantes», ha indicado la Secretaría de Exteriores en un mensaje difundido en redes sociales.
El Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito de Estados Unidos, con sede en Nueva Orleans, en una decisión de 2-1, rechazó la petición del estado de Texas para revertir la decisión de un juez federal que le ordenaba retirar las boyas colocadas en julio cerca de Eagle Pass.
«Estimamos la amenaza a la navegación y a las operaciones del Gobierno federal en el río Grande (río Bravo), así como la amenaza potencial para la vida humana que provoca la barrera flotante», explica la jueza Dana Douglas en el dictamen.
Los analistas estadounidenses han resaltado que la decisión de desestimar un recurso la ha tomado un tribunal «ultraconservador».
«El 5º Circuito, que es ultraconservador, se ha puesto del lado federal y dice que Texas no puede colocar barreras en el río Grande (río Bravo) por ser una vía fluvial federal», ha destacado en la red X Joyce Vance, quien ejerció como fiscal para el Distrito Norte de Alabama tras ser nombrada por el presidente demócrata Barack Obama. Las autoridades del estado de Texas comenzaron a principios de julio a instalar una cadena de boyas gigantes en el río Bravo para intentar impedir la entrada de migrantes desde territorio mexicano.
Ante la negativa de retirar las boyas, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, demandó al Gobierno estatal alegando incumplimiento de la Ley de Uso Indebido de Ríos y Puertos. Y la orden debió cumplirse.
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