“La Marujita se ha muerto con leucemia”
Conversando con la actriz Juana Guarderas protagonista de “La Marujita se ha muerto con leucemia”
La capital del Ecuador, Quito más conocida como La Carita de Dios, lugar de origen de la muy reconocida Juana Guarderas Albuja, actriz de teatro, cine y televisión ecuatoriana, quien es la directora del Centro Cultural del Patio de Comedias de Quito desde el año 1990. También es Gestora Cultural, su trayectoria, compromiso y carisma van dejando sus huellas a través de los años. Aprovechamos nuestra visita y pudimos conversar con esta gran actriz.
¿Me gustaría que se presentara?
Soy Juana Guarderas, actriz, gestora cultural, soy mamá, en el ámbito del teatro y las artes escénicas he incursionado en la dirección, en la realización de guiones o libretos para teatro, y también en la parte pedagógica es decir en los procesos de formación de estudiantes para teatro, de hecho, tengo un taller permanente aquí en el Patio de Comedias, dedicado a la gente que quiere formarse en el campo de la actuación. He trabajado en el campo audiovisual, en cine, en televisión, en series web, el famoso enchufe tv, realizando algunas producciones a nivel nacional e internacional. Trabajé también en Buenos Aires Argentina, en una coproducción ecuatoriana-argentina, con Natalia Ramírez y Lorna Paz de Betty La Fea, más actores argentinos y actores ecuatorianos. Fui parte de la producción en cine de La Medición del Mundo, es un largometraje co-producido por Francia, Alemania, Austria, Ecuador y Colombia.
¿Cómo nace en usted ser actriz?
Yo crecí en un entorno familiar, mi padre Raúl Guarderas fue un actor, con una capacidad histriónica natural, al igual que yo vivo aquí al lado de un Teatro, mis padres son los fundadores del Patio de Comedias, mi padre creció en la Plaza Belmonte, que no solo era una Plaza de Toros, sino también un lugar para espectáculos para circo, para música, fiestas populares y otras cosas, creció con el mundo del espectáculo en su entorno y así desarrolló esta capacidad histriónica maravillosa, cómica, capacidad de imitación, de creación de historias, narraciones y luego la actuación, de esa manera se fue formando y se fue perfeccionando. Mi madre María del Carmen Albuja, viene de una familia muy inclinada a la poesía, a la música, mis padres se juntan, y cuando nosotros crecemos de niños fuimos a vivir en el campo por qué la actividad principal era la ganadería y la agricultura, vivíamos en Machachi, no había televisión y en las noches prendíamos la chimenea y mi mamá entraba a leernos pasajes de Don Quijote, la poesía de Lorca, la Ileada, la Odisea, prácticamente una literatura clásica, y mi papá lo que nos hacía para interesarnos más, era jugar a interpretar esos personajes, entonces yo crecí con el mundo de la actuación, con el mundo de la literatura, de la música, de la ópera, del teatro como parte del cotidiano.
Luego cuando ya venimos a vivir a Quito llegamos a esta casona, fue en 1928 que mi madre la heredó de su papá junto a sus dos hermanos y ella le compró las acciones a sus hermanos, y llegamos aquí a finales de los 70, y tenía una bodega y mi papá decía que hacemos con esto y decidió hacer un teatro, mis padres habían estudiado teatro con la influencia de Paco Tobar, dramaturgo ecuatoriano que vivió muchos años en el exilio en España y en Haití, para mis padres no era una idea descabellada, pero para la gente sí. En los años 80 existían en Quito los teatros que pertenecían a las instancias públicas como la Casa de la Cultura, el teatro Nacional Sucre, el Prometeo, entonces un teatro independiente era una idea pionera, de vanguardia, entonces cuando se construye el Patio de Comedias en 1980, yo ya tenía 16 años, entonces ya no hacía el cotidiano de la actividad familiar y mis padres se involucraron con actores, actrices y directores profesionales que vivían aquí en la capital, y era gente que vivía de los teatros, gente que entregó su vida y generaba sus ingresos de esta actividad.
De adolescente empecé a asistir a todos los ensayos, era muy tímida, y cuando tenía 17 años, se estaba preparando una obra la lección de la luna, y yo escuché que mi papá dijo para el personaje de la princesa necesitamos un personaje bien joven y yo desde atrás en medio de mi timidez dije yo quiero, me hicieron un pequeño casting y desde ahí no me he vuelto a bajar de un escenario.
¿Me puede nombrar alguna de las obras en la que usted haya participado?
- La Venadita.
- Los Voladoras.
- Marujas entre Memorias.
- La Marujita se ha muerto con Leucemia.
- Sinónima y Antonima.
- La Navidad de Scrooge.
- Marinas Navideñas.
- Novias de Travolta.
- El Pecado del Éxito.
- Largometraje Medición del Mundo.
- Cabaret.
¿Qué tiempo está en esta actividad?
Tengo 59 años, y he hecho del teatro mi trabajo, mi actividad principal, yo estudié en los Estados Unidos, estudié Ciencias Internacionales y mi minor fue Teatro. En Carolina del Norte hice teatro en inglés, francés y español, y luego me gradué en una Universidad en Washington DC, cuando volví recuerdo que mi papá siempre fue un apasionado de los clásicos, yo tenía mucho interés por los dramaturgos y le conozco a Luis Miguel Campos, le reconozco a Martha Ormaza, ella estuvo en mí mismo colegio con unos años mayor que yo, también conocí a Elena Torres, mi prima Noemí Albuja muy reconocida por cierto, y empezó esta relación con Campos que es el autor de La Marujita se ha muerto con Leucemia, esa obra la entrenamos en el año 90 y a partir de ahí la hemos presentado muchísimas veces, lamentablemente Martha se nos adelantó.
¿Cuál es la obra que a usted más le ha tocado?
Yo creo que uno empieza a crear el personaje, en meterse en la piel del personaje, todos los procesos te tocan, te conmueven, se conectan con algo personal de uno, pero con los personajes más fuertes que me han acompañado en mi vida es la cuencana de las Marujas Doña Abrilita Romero, es un personaje del alter ego, ya que los personajes de las Marujas son personajes clásicos aquí en el Ecuador, con más de tres décadas. Otro de los personajes es el personaje de la Venadita, obra escrita y dirigida por Susana Pautaso, este personaje de esta mama curandera, donde Susana se inspiró para un corto testimonio, después que la estrenó la llevó a algunos países, y cuando regresó Satya Durán que había visto la obra, un día Susana nos propuso llevar a escena esta obra, donde Satya haga de productora y yo haga el papel de actriz, entonces heredé, recibí el legado del personaje de esta gran obra, es un personaje que te tengo muchísimo cariño, la obra ha estado en Colombia, Perú, Argentina, España, a Madrid volví de invitada a presentarla en el Festival de la Hispanidad, con premios a nivel nacional e internacional.
¿Cómo se ve Juana Guarderas en diez años?
De aquí a diez años ya estaré jubilada, le veo a mi hermana mayor que ya está jubilada y la pasa súper bien, miro a mi mamá que tiene 87 años y a esa edad es la cabeza en el proyecto agropecuaria en Machachi, ella es una gestora cultural, tenemos un espacio que se llame el Café de la Ópera, aquí adyacente al Patio de Comedias donde mi mamá quien tiene una pasión por la ópera comparte con el público por lo menos dos o tres veces al mes, hago esta recapitulación porque veo esta energía en mi propia familia, en diez años me veo en el campo, creo que crecer en el campo me determinó muchísimo, volver al campo y tener un trabajo que esté involucrada con la tierra, trabajar con los campesinos y con la gente de alrededor de donde está mi casa, con los niños, con los ancianos en el sector de Tambillo.
¿Tiene alguna frase personal con la que se identifique?
“El Show debe seguir”, en el término resiliente, el teatro me ha enseñado eso, que la vida continúa, que no importa, que pueda suceder en nuestra existencia, en nuestras vidas sobre el escenario o detrás del escenario, o fuera del escenario, nos pasan cosas fuertes, nos pasó con lo de la pandemia, perdimos amigos y familiares, pero los que estamos aquí vivos, y la vida continúa, el show debe seguir y no importa hacia donde, hay solo que encontrarle el sentido.
¿Cómo fue su experiencia en MasterChef?
En realidad los reality no me llamaban la atención, pero MasterChef sí me llamó la atención como público y las dos últimas temporadas las vi casi completas, y me convertí en una fan más, sin saber leer ni escribir, porque soy pésima para la cocina, entonces me divertí muchísimo, me llamó a invitar la productora de Teleamazonas a participar en el primer MasterChef celebrity en Ecuador, acepté la propuesta y estaba segura que no iba a durar mucho, efectivamente soy una linfa carishina, en cambio mis hermanas mayores si saben cocinar y muy bien, mi hermana Carmen incluso es Chef con título, recuerdo que cuando era pequeña mi hermana Carmen no me dejaba entrar a la cocina,
¿Cuál es su mensaje para que la comunidad ecuatoriana migrante se interese por el arte?
El arte es esencial, el arte no es un privilegio de los artistas, todos somos artistas, que más nos humaniza, que más nos sensibiliza, es imprescindible inculcar desde la etapa familiar, como fue en mi caso. Yo invito a los padres de familia migrantes a que expongan a sus hijos a actividades artísticas, a que asistan a una obra de teatro, de música, existen otros circuitos alternativos y accesibles, poder inculcar a sus hijos, yo empecé a amar el teatro desde una butaca, buscar y ver cuál es la inclinación de sus hijos en el arte, la cultura y otros, y apoyarlos desde luego. El arte es un complemento necesario e indispensable en términos de que seamos mejores seres humanos, además que el arte es un arma de escape. No era santo de mi devoción pero cuando dijo esto, primera prioridad la salud, segunda prioridad la educación y el arte la señora Ángela Markell, ex primera ministra de Alemania, cuando se decretó la emergencia sanitaria, y dije mis respetos, esta es una mujer sensible e inteligente, porque el arte tiene que acompañarnos, también las instituciones educativas deberían de poner al arte como un eje transversal, una herramienta a través de la cual se estudien otras materias, como por ejemplo estudiar la historia a través del teatro, entender la matemática a través de la música, es decir cómo se vinculan y se conectan, inclusive las artes culinarias, la cocina con la matemática. Yo tengo este taller y tengo alumnos desde los 14 años hasta 75 años, tengo estudiantes de 65 años que se graduaron en mi taller y han terminado participando en proyectos de cine ecuatoriano.
“El Arte es terapéutico, y la gente se empodera en sí mismo”.
(Juana Guarderas)
ARTE Y CULTURA
Javier Flores
Ecuador News
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