ALGO HUELE MAL EN ESTE PAÍS, O ESTÁ PODRIDO
Por Holguer Mariano Jara
Algo huele mal en mi lindo país, o está podrido; los ecuatorianos lo huelen, lo intuyen, hay algo que no funciona como debería. ¿Qué es? La mayoría del pueblo lo tiene claro: son los políticos y la Justicia¡ La gente está harta de jueces, fiscales y de políticos corruptos. Hay algo podrido en el sistema, es el mismo sistema, sin lugar a equivocarme.
Los ecuatorianos exigimos un gobierno de honestos y sabios estadistas, personas con la capacidad de enfrentar y resolver los problemas que tenemos. No de lobos, prófugos, traficantes de Justicia, lagartos, tiguerones, caimanes, jueces sin rostro de dignidad, fiscales encapuchados con la miserable corrupción, gobernantes miserables.
Es una tragedia que, sabiendo que solo nos hacen falta las personas adecuadas para ejercer el poder, no consigamos encontrarlas y otorgarles un mandato. Todos hablan de un gobierno honesto, milagroso, trabajador, donde cabrían todos, ¡menos el pueblo!
No puede ser que nos gobiernen los “capos de la delincuencia”, los que siempre están desvalijando la economía del país y que le entierran en miseria al pueblo. ¿Qué es lo que está podrido? El origen de la podredumbre no son los políticos solamente, va de la mano con la pestilente Justicia ecuatoriana, con los descerebrados, indolentes y cómplices asambleístas, jueces, fiscales, abogados y por supuesto, el gobierno.
Intuir la podredumbre es al menos, un comienzo, pero si las causas de la enfermedad no se diagnostican correctamente va a ser imposible curar al paciente. De hecho, un mal diagnóstico puede empeorar su situación. ¿Nos hemos vuelto insensibles a la peste por costumbre? ¿Será que, a fuerza de olerla siempre, llegamos a creer que la pestilencia y podredumbre es normal?
¿Cómo no va a heder el pus de la corrupción en las altas esferas del gobierno, cuando queda por enésima vez a la vista, el escándalo de los involucrados en purga y metástasis? Después de la radiografía que significó el caso metástasis, están saneando los espacios tomados, porque la justicia no puede ni debe ser un espacio para el narcotráfico, lavado de dinero, ni corrupción y peor todavía para que las fuerzas criminales, políticas y judiciales queden en la impunidad.
Metástasis y purgas son casos, que se han convertido en una fábrica para abortar nuevas denuncias de corrupción de funcionarios involucrados en gobierno anteriores. Nadie se salva, pero ninguno es sentenciado, porque ya están en las “yunais”, disfrutando el dinero del pueblo.
¿Ahora, quien puede desinfectar esta terrible contaminación general? No necesitamos estar de acuerdo en otra cosa para después. Arreglaremos las cargas en el camino y claro que nos pondremos de acuerdo en lo esencial. Primero hay que sacar el espectro putrefacto de la Justicia y los políticos. Por eso, hay quienes perciben que la podredumbre del sistema llega más lejos y en un ataque de rebeldía, incluso dejan escapar esta frase “una dictadura ilustrada sería preferible a la democracia”.
´ ¿Tiene solución el Estado podrido? Ecuador vive en la actualidad un peligroso desgaste de su sistema político, una evidente justicia podrida hasta la médula, por donde se lo mire o vea, ese es tal vez, el mayor problema que enfrenta nuestra sociedad. Si nos referimos a la justicia, ni los propios jueces aceptan su estado de descomposición en la que se encuentra y no se pronuncian para posibles cambios y peor soluciones.
Un mal sistema político puede arruinar más a un país, que un mal manejo económico. Hay asambleístas que llevan años ocupando un sillón en el parlamento ecuatoriano, supuestamente elegidos por el pueblo. Su designación la deben a los partidos que les dan un “cupo” seguro, en tanto que al pueblo le corresponde el derecho a ratificar -si o si- como la única oferta en las urnas.
Los partidos políticos están enfermos sin excepción. Nombramientos de candidatos se adoptan en habitaciones llenas de humo, mentiras, licor, bailarinas tick/tokeras y ajenas a todo procedimiento democrático. Es urgente la reforma de un sistema político desacreditado, incapaz de solucionar con legitimidad los múltiples problemas que tiene la sociedad. Esta reforma de la política es urgente y debe ser muy profunda.
Pero no será fácil, pues ella inevitablemente afectará a poderosos intereses creados, siendo uno de los más activos el de los movimientos políticos involucrados en corrupción, los actuales asambleístas de gobierno y oposición, que se sienten cómodos en un sistema que, con todas las fallas, les favorece.
El pueblo no deja de ser esclavo por cambiar de amo, la libertad se consigue rompiendo las cadenas y decidiendo por ti mismo. La gente que toma el Estado intervencionista como algo dado e inamovible y achaca la podredumbre del sistema a los políticos está dejando de contemplar el bosque por fijarse en los primeros árboles.
Las mafias de la justicia, la ignorancia política, el desgobierno y un pueblo dormido, no pueden seguir la ruta para destruir y aniquilar el país. El olor putrefacto que inunda el territorio ecuatoriano, no puede ser el sendero para amar a nuestros propios ladrones.
La política no tiene que ser evaluada por las intenciones, sino por los resultados, el problema de Ecuador es cultural. ¿Algo huele mal en este país, o está podrido? El wisky no es la respuesta, pero te hace olvidar la pregunta.
OPINIÓN
Holguer Mariano Jara
Especial para Ecuador News
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