Informe especial: El conflicto entre Ecuador y México
¿Qué le espera a Ecuador tras irrumpir en la embajada de México?
Ese viernes, temprano, el Gobierno de México anunció que había decidido otorgar asilo político al ex vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, quien está procesado en su país por presunta malversación de fondos. Esta decisión se tomó pocas horas después de la expulsión de su embajadora en Quito, Raquel Serur.
”Luego de un análisis exhaustivo de la información recibida, el Gobierno de México ha decidido otorgar asilo político al señor Jorge David Glas Espinel, quien actualmente se encuentra en la Embajada de México en Quito”, señaló la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en un comunicado.
México rechazó al mismo tiempo la presencial policial en los exteriores de la Embajada, ubicada en el norte de Quito lo que consideran un “claro hostigamiento” a la embajada y una “flagrante violación” a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
Tras el anuncio la presencia policial y militar se mantuvo en los exteriores de la Embajada. Además, vehículos diplomáticos entran y salen del lugar.
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, había confirmado que su Gobierno sí consideraba llevar a México al exvicepresidente, quien a finales de 2022 salió en libertad tras cumplir 5 años de cárcel por dos condenas por cohecho y asociación ilícita de ocho y seis años de prisión.
“Decide irse a nuestra embajada en busca de protección y de asilo, y ahí está el vicepresidente. ¿Entonces qué quería el Gobierno de Ecuador? Que nosotros se lo entregáramos. Y nosotros no podemos hacer eso porque México tiene una política exterior caracterizada por la protección a perseguidos y de asilo”, argumentó.
“La decisión del asilo, agregó, se comunicará de forma oficial a las autoridades ecuatorianas junto con la solicitud de que concedan el salvoconducto respectivo, de conformidad con la Convención de Asilo Diplomático de 1954, tratado internacional del que México y Ecuador son Estados parte”.
La comunicación mexicana no se produjo, por los hechos posteriores.
Glas estaba en la Embajada mexicana en Quito desde diciembre.
REGLA DESAFIADA
Cuando la policía de Ecuador entró a la embajada de México el viernes por la noche para arrestar al exvicepresidente Jorge Glas, desafió una regla que parecía establecida a lo largo de América Latina, señala Diego García-Sayán, expresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
“Lo ocurrido en la embajada mexicana en Quito supone “un paso gravísimo”, agrega.
La inviolabilidad de las sedes diplomáticas codificada por la Convención de Viena en 1961 forma parte de las normas asumidas por los países de la región, recordó la Organización de Estados Americanos (OEA) en un comunicado este sábado. “La irrupción con fuerzas uniformadas en una sede diplomática es un acto escandalosamente contrario al derecho internacional”, dijo el excanciller peruano en una entrevista con BBC Mundo.
Glas fue vicepresidente ecuatoriano de 2013 a 2017, fue condenado por corrupción en su país y estaba refugiado desde diciembre en la embajada de México, país que le concedió asilo político el viernes antes de su sorpresivo arresto. «No es lícito que las personas condenadas o procesadas por delitos comunes y por tribunales tengan asilo», dijo por su parte este sábado la canciller de Ecuador, Gabriela Sommerfeld, para justificar la decisión de irrumpir en la embajada.
El episodio llevó a México a romper relaciones con Ecuador, pero García-Sayán advierte que podría tener más consecuencias en una región donde «muchas veces el asilo ha sido la forma a través de la cual dirigentes políticos lograban protegerse de persecución».
¿Cómo observa lo que ocurrió con la irrupción de policías de Ecuador en la embajada de México para capturar al exvicepresidente Glas?, se le pregunta a García-Sayán.
-Es un hecho muy grave, al margen de cuáles sean los argumentos en un sentido o en otro.
Cuando algo parecido ha ocurrido en el mundo hubo reacciones. En Nicaragua hubo una irrupción del régimen de Ortega en la misión de la OEA en 2022 y fue condenada por el mundo.
Esto que ha ocurrido ahora es doblemente inaceptable. Primero porque la irrupción viola las normas del derecho internacional de espacio diplomático, que no es territorio extranjero pero hay que respetar como tal.
Segundo, se está afectando una obligación que es de origen latinoamericano: el respeto al derecho de asilo diplomático. Eso viene de la convención de Caracas, que tiene ya décadas (1954).
La reacción de América Latina debería ser muy firme. Entiendo que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, ya ha avanzado una apreciación crítica.
El comunicado presidencial de Ecuador afirma también que se había “abusado de las inmunidades y privilegios” concedidos a la embajada de México y que el asilo que se le dio a Glas era “contrario al marco jurídico convencional”. ¿Cómo lee esto?
-Tendría que haber una sustentación mayor. Pero cuando un gobierno considera que en su país hay una legación diplomática que está excediéndose en el ejercicio de sus derechos, eso se plantea primero discretamente y segundo oficialmente con una comunicación de cancillería a cancillería.
La respuesta no es irrumpir con la fuerza policial ni militar en una sede diplomática. Eso está completamente fuera del derecho.
REGRESARON A MÉXICO
Las 18 personas que formaban parte de la delegación de México en Ecuador volvieron al país, luego del rompimiento de las relaciones diplomáticas tras la entrada de policía nacional a la Embajada de México sin autorización para llevar a cabo una detención, incluso dándose casos de violencia contra el personal connacional.
En una ceremonia encabezada por la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Alicia Bárcena Ibarra, la embajadora Raquel Serur condenó las decisiones “equivocadas” que tomó el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, con respecto a la detención del exvicepresidente Jorge Glas.
“El pueblo ecuatoriano es un pueblo noble y para ellos México es como la patria grande. Hay muchos ecuatorianos que aman a nuestro país y aman nuestra cultura y la asumen como propio, por eso, yo pienso que el presidente Noboa se equivocó al tomar una decisión que no sólo rompe con todo lo establecido por las convenciones internacionales, sino que implica el conocimiento de la vialidad de su pueblo”, sentenció el domingo 7 de abril.
Numerosos países y organismos internacionales, como la ONU y la OEA, han criticado duramente a Ecuador tras el asalto policial a la embajada de México en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas. Ecuador responde que la operación era necesaria ante el riesgo de fuga de Glas, refugiado en la legación desde diciembre y requerido por la justicia ecuatoriana por corrupción.
El asalto policial a la embajada mexicana de Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas ha colocado a Ecuador en medio de una tormenta diplomática.
El rechazo internacional quedó personificado en las críticas del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, quien a través de un portavoz se declaró «alarmado» por el operativo y aseguró que no respetar el principio de inviolabilidad de los recintos diplomáticos «pondría en pelegro la continuación de las relaciones internacionales normales».
Por su parte, la Organización de los Estados Americanos calificó las acciones de Ecuador como «improcedentes» y expresó «solidaridad» con la delegación mexicana, en un comunicado. Nicaragua se unió a México y rompió relaciones diplomáticas con Ecuador.
Varios gobiernos latinoamericanos, tanto de izquierdas como Brasil, Colombia, Venezuela o Chile, como de derechas, como Argentina y Perú, criticaron el asalto y la detención de Glas, que estaba requerido por la justicia ecuatoriana para afrontar cargos de presunta corrupción y se había refugiado desde septiembre en la embajada mexicana.
Estados Unidos condenó «cualquier violación del estatuto de Viena, que garantiza la soberanía de las embajadas.
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