Patria tierra sagrada

Por Fernando H. Naranjo-Villacís

Nuestra hermosa Patria, tiene casi todo para ser admirada, querida y productiva. Emocionados de convivir en una isla de paz. Hasta que llegó una mala racha de gobiernos con ideologías equivocadas, donde la prioridad no era el Bien Común y por esas fatídicas codicias de poder y dinero, con una serie de ideales desacertados, nos han llevado a este momento en que nos toca enfrentar un impasse diplomático con la hermana república de México.

Al respecto, la senadora mexicana Lilly Téllez, afirmó en su cuenta de “X”: “Ecuador no está subyugado a México y que las embajadas mexicanas no deben servir como escondite para delincuentes.”

Téllez destaca la soberanía de Ecuador y cuestiona el uso de la embajada como refugio para personas buscadas por la justicia.

Recuerdo a mi apreciado amigo y respetado maestro universitario Dr. ALEJANDRO ROMÁN ARMENDÁRIZ, al referirse a la Politiquería, como la “Distorsión de la política como ciencia social, mediante prácticas caracterizadas por la insinceridad, la mediocridad, la asechanza, la improvisación y la demagogia, derivadas de la ignorancia de su naturaleza científica y/o de la conducta oportunista de ciertos dirigentes y activistas que la corrompen.”

Dios ilumine a nuestros pueblos y prevalezca el mutuo respeto, armonía y cooperación para la anhelada paz social.

-FnaranjoV-

• «Cuando el pueblo despierta, cada palabra es una esperanza, cada paso una victoria»
  Gabriel García Moreno
  Ex Presidente del Ecuador
• Mucho más se llena la vida de un hombre con veinte años de heroísmo como Calderón, que con sesenta de ociosidad y de miseria.
  José María Velasco Ibarra
• Cuando la patria está en peligro, todo está permitido, excepto, no defenderla.
  José de San Martín
• 24/05/1981
  «¡Nuestra gran pasión es y debe ser el Ecuador!»
  Jaime Roldós Aguilera
• La virtud está en ser tranquilo y fuerte; con el fuego interior todo se abrasa.
• Alfabeto par aun niño
  AMOR de patria comprende cuanto el hombre debe amar; Su Dios, sus leyes, su hogar, y el honor que los defiende.

GUAYAQUIL

Fernando H. Naranjo-Villacís

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