Ecuador y China, Tratado de Libre Comercio
Ecuador y China celebran entrada en vigor de Tratado de Libre Comercio
Autoridades de Ecuador y de China celebraron la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado entre ambos países en mayo de 2023, luego de que se completaron los respectivos procesos nacionales de aprobación.
La celebración se realizó la noche del miércoles de la semana anterior, en un acto oficial en la ciudad de Quito, con la participación de autoridades del Gobierno ecuatoriano y de la Embajada de China en el país sudamericano, así como empresarios de los distintos sectores productivos y exportadores locales.
Según el acuerdo, que entró en vigor el 1 de mayo, aproximadamente el 90 por ciento de los productos comercializados entre China y Ecuador estarán exentos de aranceles, mientras que alrededor del 60 por ciento de ellos gozarán de aranceles cero de inmediato.
La ministra de la Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca de Ecuador, Sonsoles García, afirmó en un discurso que la entrada en vigor del TLC constituye un acto trascendental de significativa relevancia e importancia en la historia de ambas naciones.
«En este día marcamos un hito. El Tratado de Libre Comercio representa el resultado de una laboriosa y dedicada negociación que refleja un compromiso inquebrantable con el fortalecimiento de las relaciones bilaterales y la promoción del desarrollo económico y social mutuo», señaló.
García destacó que China es un socio comercial fundamental de Ecuador que ha acogido la oferta exportable de la nación andina, lo que subraya potencial y la importancia de las relaciones bilaterales.
«Este instrumento comercial abre las puertas a productos ecuatorianos potenciando el crecimiento de nuestras exportaciones, atracción de inversiones y generación de empleo, pues llegaremos a un mercado de 1.400 millones de consumidores», apuntó.
Destacó que el 99,6 por ciento de las exportaciones no petroleras ecuatorianas ingresan a partir de hoy al mercado chino con un arancel preferencial.
«Las exportaciones actuales del Ecuador podrían llegar a crecer entre 3.000 y 4.000 millones de dólares en 10 años», señaló la ministra, tras anotar que este crecimiento se estima con nuevos productos de exportación que no se están generando actualmente como carnes congeladas, productos lácteos y frutas no tradicionales.
A su juicio, con el TLC existen grandes oportunidades para el sector agro exportador sobre todo, en productos como la pitahaya, piña, papaya, arándanos, entre otros; además el acceso a insumos y bienes de capital que permitirán a los ecuatorianos reducir costos en sus empresas e incrementar su productividad.
«Esta es una oportunidad única para aprovechar el potencial de nuestras economías», subrayó, tras indicar que con el TLC se proyecta la generación de más de 11.000 plazas de empleo en el sector exportador.
Asimismo, anunció que Ecuador participará en la séptima Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE 2024) que se llevará a cabo en noviembre en Shanghai.
De su lado, el embajador de China en Ecuador, Chen Guoyou, afirmó que la entrada en vigencia del TLC «es un hito histórico en el desarrollo de las relaciones bilaterales».
Apuntó que China quiere ser un socio comercial cada vez más importante de Ecuador, lo que constituye un claro avance de la profundización continua en la Asociación Estratégica Integral de los dos países.
«Esta es una prueba de que tanto China como Ecuador compartimos las mismas voluntades y determinaciones en el impulso de la liberalización y la facilitación del comercio», señaló.
Destacó que China ha sido el segundo socio comercial de Ecuador por cuatro años consecutivos, además de que el comercio bilateral alcanzó los 13.650 millones de dólares en 2023 con un aumento interanual de 4,7 por ciento.
Chen resaltó que Ecuador es el vigésimo séptimo socio de libre comercio de China en el mundo, mientras añadió que la entrada en vigor del TLC chino-ecuatoriano es una señal óptima para la comunidad internacional sobre su respaldo al multilateralismo y el libre comercio, poniendo de manifiesto que la apertura y la colaboración son la corriente de la época.
Además, que «la ganancia compartida es el deseo de los pueblos, ayudando a ambos países a afrontar de manera conjunta los riesgos por la ralentización y el descenso de la economía mundial en la actualidad», subrayó.
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