Cultura de la legalidad y fortalecimiento de la identidad
Por Cristian Bravo Gallardo
El fortalecimiento de la identidad de un país es un proceso complejo que implica la articulación de aspectos culturales, históricos, sociales y políticos. Este proceso es entendido como una causa continua y dinámica que requiere la participación activa y el compromiso de toda la sociedad.
Varios factores contribuyen al fortalecimiento de esa identidad, como la educación cívica, la valoración de la diversidad cultural, la preservación del patrimonio, el respeto de los derechos humanos, la democracia, la justicia social, el diálogo pluralista, entre otros.
A ello hay que sumar principios básicos para el funcionamiento de toda sociedad, como el respeto al estado de derecho, la rendición de cuentas, la cooperación ciudadana, el bienestar común, etc., todos ellos fundamentos éticos, morales y legales que guían las interacciones sociales y que promueven el bienestar común y una convivencia pacífica.
El debate en torno a la cultura de la legalidad contribuye de manera significativa al fortalecimiento de la identidad, al establecer un marco de valores, normas y comportamientos que reflejen los principios fundamentales de la sociedad.
Las formas en las que la cultura de la legalidad influye en la identidad nacional están relacionadas con elementos como el respeto a las leyes y las instituciones democráticas como base de la convivencia social. El respeto al estado de derecho se convierte entonces en un componente central de la identidad nacional, reflejando el compromiso de la sociedad con la justicia, la igualdad y el orden.
La confianza en las instituciones es una acción central en momentos marcados por la corrupción y la incursión del crimen organizado en el país. En ese sentido, el debate en torno a una cultura de la legalidad busca retomar la confianza en las organizaciones gubernamentales y en el sistema judicial como garantes de los derechos y libertades de los ciudadanos. Dicha confianza permitirá el fortalecimiento de la identidad nacional al proporcionar un marco de referencia común que permita una mejor participación cívica.
El desarrollo de una cultura de la legalidad permite el progreso de un país al fortalecer el estado de derecho, promover la justicia y la igualdad, prevenir la corrupción, estimular el desarrollo económico, mejorar el clima de inversión, incrementar la confianza institucional y reducir la violencia y el crimen. Es fundamental entonces promover dicha cultura a fin de construir una sociedad más justa, segura y próspera.
La cruzada en el Ecuador en torno a la cultura de la legalidad merece el respaldo de todo ciudadano que busque darle un giro al duro momento que atraviesa el país.
OPINIÓN
Cristian Bravo Gallardo
Especial para Ecuador News
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