LAVADO DE DINERO SEGUNDA ECONOMÍA EN EL PAÍS
Por Holguer Mariano Jara
Lavado de dinero en Ecuador, (más de 5 mil millones de dólares anuales) el eslabón más importante de la cadena del crimen organizado, pero al mismo tiempo difícil de ver, porque no lo llevan adelante pistoleros, sino hombres de negocios en traje y corbata y en mucho casos, políticos influyentes en el gobierno, Asambleístas.
Esta actividad ilícita se consolidó en nuestra nación, cuando el Estado ecuatoriano en la Constitución del 2.008 reconoce el derecho de las personas a moverse libremente, de manera independiente a su condición migratoria y lo declara ciudadano universal.
Desde entonces, el tráfico de estupefacientes se transformó en una bola de nieve, cada día creció, hasta ponernos de rodillas y convertirnos en esclavos de la violencia, inseguridad, narcotráfico, sicariato y lavado de dinero.
Muchos ecuatorianos, en el lavado de activos obtienen elevadas ganancias, pero hay que considerar que no es instantáneo; toma su tiempo, pueden ser años y hasta décadas. Una vez que los narcos tienen en su poder el efectivo que obtuvieron por sus ventas en el mundo, llega el momento de lo que es propiamente el blanqueo, introducirlo en el circuito legal.
En Ecuador, el comercio callejero que está por fuera del control fiscal, también es una alternativa; pueden comprar mercancías con dinero negro del narcotráfico y después las venden en la calle. La informalidad es como la frontera de la formalidad y en determinado momento, terminan ingresando al circuito legal.
Narcotraficantes, contrabandistas o personas que están asociadas a organizaciones criminales utilizan diferentes modalidades para lavar dinero y demostrar sus ganancias como legales para evadir a las autoridades. En nuestro país, sobresalen: farmacias, ferreterías, peluquerías, venta autos usados y nuevos, inmobiliarias, cadena de restaurantes, empresas fantasmas, testaferros.
El lavado de dinero es la segunda economía criminal más extendida en Ecuador, cualquier medida para combatir este delito se ve entorpecida por la dolarización, el boom del mercado de la droga y especialmente la corrupción a nivel estatal. Las ganancias del narcotráfico en Estados Unidos, pueden pasar directamente a Ecuador sin necesidad de conversión, lo que facilita el lavado de dinero. Esto demuestra que los grupos criminales ha identificado vacíos del sistema bancario y aprovechan diariamente para blanquear sus ganancias. .
Los narcotraficantes “trabajan” con elasticidad, no tienen problemas para cambiar sus procesos de ventas, comparado con el Estado que se llena de burocracia; cuentan con una sofisticada logística, recursos económicos ilimitados, frente a los limitados del estado.
El lavado de dinero tiene sus pro y sus contra. Dicen que el narcotráfico genera empleo y beneficios al país, pero nadie dice, que la evasión fiscal por lavado de dinero, reduce ingresos a los gobiernos y perjudica directamente a los contribuyentes lícitos.
Cuando se crean compañías con fondos ilícitos y mezclan las ganancias lícitas del nuevo negocio con los fondos ilegítimos con los que se constituyeron, o al mismo tiempo sin tener nada que perder los artículos, bienes o servicios ofertados, son vendidos a precios menores que la competencia, provocando inestabilidad o devaluación en los bienes.
Existen grandes e importantes costos y riesgos sociales mancomunados al lavado de dinero, ya que este delito es imprescindible para que las organizaciones criminales obtengan rentabilidad; por tanto su permanencia y fortalecimiento resquebraja a la sociedad, ya que al existir o expandir los grupos delictivos, el gasto público del país aumenta, debido a la necesidad de una mayor actividad de seguridad y administración de justicia.
Pero la pregunta más incómoda que nos formulamos los ecuatorianos, especialmente sobre el lavado de activos y la necesidad de evitar que los narcos sigan actuando libremente, convirtiendo a Ecuador, en un paraíso del terror, no tiene una válida respuesta del Estado, juristas o expertos en sistemas carcelarios y del narcotráfico.
¿De qué manera los líderes narcos “aislados en las cárceles”, pudieron y pueden sellar un frente unificado con otros presos y llevar a cabo innumerables actividades ilícitas, especialmente de sicariato, lavado de activos y negocios de drogas al exterior de los centros carcelarios?. ¿Cómo logran los delincuentes huir de las cárceles ? ¿Quién, o quiénes son sus cómplices y encubridores?.
Atando cabos podemos elucubrar; serán los ¿“profesionales del derecho” , estudios jurídicos, contables, financieras, instituciones encargadas de administrar las cárceles que participan en el engranaje mafioso?. Existen pistas firmes en ese sentido, apuntan a los abogado y los funcionarios estatales, como principales sospechosos de “apoyar “ y haber alentado la unidad entre grupos rivales para enfrentar a un enemigo común, el gobierno.
Los sinuosos vínculos entre abogados defensores y narcotraficantes ya sacudió las primeras líneas del gobierno nacional, pero todo lo que llega al palacio de Carondelet, desaparece y no hay culpables de nada.
¿Tiene culpa por ser abogado de un cliente narcotraficante?. Creo que NO, es su función como penalista. Pero políticamente aparecen algunas incompatibilidades, muchos delincuentes salen cada día y no sabemos como, necesitamos respuestas objetivas y jueces transparentes, que no sean dependientes de los narcos, pero también un gobierno serio, objetivo y con mano dura para enfrentar y dar solución a este grave problema.
OPINIÓN
Holguer Mariano Jara
Especial para Ecuador News
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