CRISIS EN LA POLÍTICA ANTI RUSA DE OCCIDENTE
Por Rodolfo Bueno
Se va a llamar punto de espanto al momento que vive alguien que, mientras nada, se le atraviesa de improviso un tiburón o algo parecido. El pavor que le sobrecoge le impide actuar racionalmente y no sabe qué hacer: nadar rápido o quedarse quieto. Algo semejante les está pasando a EEUU y sus aliados en su fracasada lucha para derrotar a Rusia con las manos de Ucrania. La misma les ha conducido a un punto de espanto, que es notorio en la división radical de la política anti rusa de Occidente.
Jens Stoltenberg, en la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, en Sofía, afirmó: “El Reino Unido ha proporcionado misiles de crucero Storm Shadow durante mucho tiempo sin ninguna restricción. Ucrania tiene derecho a la autodefensa, nosotros tenemos derecho a ayudar a Ucrania a ejercer su derecho a la autodefensa. Y eso no convierte a los aliados de la OTAN en parte del conflicto”. ¡Mentira!
Lo desmiente Georgia Meloni, primera ministra italiana. “No sé por qué Stoltenberg dice algo así. Tenemos que ser muy cautelosos”. Señaló que hay declaraciones cuestionables, como las del Presidente Macron, que en varias ocasiones ha manifestado la posibilidad de que tropas occidentales sean enviadas a Ucrania. “Le aconsejo mayor cautela. Esta alarmante historia según la cual Europa está al borde de un conflicto más amplio me parece bastante contraproducente”.
Matteo Salvini, vicepresidente de Italia y líder del partido Liga, exigió a Stoltenberg que se retracte, se disculpe o dimita. “Hablar de guerra, hablar de utilizar las bombas o los misiles o las armas italianas que enviamos a Ucrania para defenderse en su territorio en lugar de luchar, atacar y matar fuera de su territorio, no se puede hacer en mi nombre, no en nombre de la Liga, no en nombre del pueblo italiano”.
Aleksandar Vucic, presidente de Serbia, afirmó que Europa se está preparando para una participación directa en el conflicto ucraniano, mientras que Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, le dijo: “En Bruselas se realizan los preparativos para la entrada de Europa en la guerra. Mi evaluación es que es posible que tengamos una tragedia mayor que la que tuvimos en la Segunda Guerra Mundial. Ojalá, me equivoque. Temo que nos estemos acercando a un gran conflicto mundial”.
A finales de febrero, el Presidente Macron organizó una conferencia sobre Ucrania. Después del evento, anunció que el bloque comunitario de la UE acordó “suministrar misiles de mediano y largo alcance a Ucrania”. Al abordar la posibilidad del envío de soldados europeos a Ucrania, informó que “no se puede descartar nada. No estamos en guerra con Rusia, pero no debemos dejar que gane. Hoy no hay consenso para enviar tropas sobre el terreno de manera oficial, asumida y avalada. Pero en términos dinámicos, no hay que descartar nada”. Ni siquiera la ola de críticas contra sus palabras lo calmó, sino que, por el contrario, las defendió y afirmó que fueron sopesadas, pensadas y medidas, lo que preocupó a varios líderes europeos.
Marine Le Pen, fundadora del partido Agrupación Nacional expresó: “Hasta ahora sabíamos que Emmanuel Macron nos estaba llevando al caos, ¡desde anoche sabemos que él también quiere llevarnos a la guerra!”
El líder del partido francés Les Patriotes y ex diputado del Parlamento Europeo, Florian Philippot, sostuvo que “Macron está completamente loco”.
Matteo Salvini tachó a Macron de “dinamitero, belicista y peligroso. No quiero que mi destino esté en manos de un tipo inestable” e instó al mandatario francés a que, “si quiere la guerra, se ponga un casco y vaya a luchar y no rompa las pelotas a los italianos, nosotros queremos vivir en paz. Cuando alguien propone bombardear y matar en Rusia, es un criminal porque nos acerca a la Tercera Guerra Mundial”. Para Salvini, sería una locura enviar tropas de la OTAN a Ucrania. “¡Ni un soldado italiano luchando en Ucrania y no permitiremos que un solo proyectil italiano impacte y mate en Rusia porque, de lo contrario, será el fin!” A su juicio, optar por Macron frente a Marine Le Pen es preferir la guerra a la paz en Europa, y Francia escuchó sus palabras.
Peter Szijjarto, ministro de Exteriores de Hungría, advirtió que si soldados de la OTAN entran en Ucrania, habrá un enfrentamiento directo con Rusia, lo que significa la Tercera Guerra Mundial.
Desde febrero de 2022, EEUU y más de cincuenta de sus aliados comenzaron a suministrar armas a Ucrania, incluidas pesadas. Esto ha exacerbado el conflicto y ha aumentado el riesgo de un enfrentamiento militar directo entre Rusia y la OTAN. Según el Presidente Biden, la decisión de permitir que Ucrania ataque con armamento estadounidense objetivos dentro del territorio ruso teóricamente podría arrastrar al conflicto a los países occidentales, pero es poco probable.
Marjorie Taylor Greene, congresista republicana, expresó duras críticas contra esa opinión: “Es una escalada que podría llevarnos a una guerra directa con Rusia. Joe Biden no solo tiene demencia, ¡sino que está loco! ¡Estados Unidos debería buscar la paz, no la guerra mundial!”
De igual manera se pronunció Robert Kennedy Jr., candidato independiente a la presidencia de EEUU: “Más escalada demencial de la Administración Biden, autorizar a Ucrania a atacar objetivos en lo más profundo de Rusia, usando nuestras armas, entrenados en su uso por nuestros instructores”.
Tulsi Gabbard, excongresista estadounidense, acusó al Presidente Biden y a otros líderes demócratas de estar llevando al país al borde de una guerra nuclear. “Ellos hablan sobre la guerra nuclear con una cara despreocupada, como si fuera una guerra más en la que debemos luchar y ganar, sin decirle al pueblo estadounidense la verdad de que una guerra nuclear destruiría la vida tal y como la conocemos y el planeta que habitamos. (…) En otras palabras, ellos no son honestos, y en su deshonestidad están creando una grave amenaza para nuestra seguridad y libertad”.
La crisis en la política anti rusa de Occidente se reflejó en los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo, fracaso absoluto de la tendencia guerrerista que conlleva una ira profunda acumulada en Europa. Luego de conocer su derrota en estas elecciones, el Presidente Macron anunció la disolución de la Asamblea Nacional y señaló que los movimientos que la derecha llama “de extrema derecha” están progresando en todo el continente.
Hasta ahora, los medios de comunicación han mentido descaradamente, difundiendo falsedades y ocultando la realidad, pues pertenecen a un reducido grupo que comparte la misma ideología, que guía sus acciones de injerencia en todo el mundo. La cúpula política de Occidente dice que en Ucrania defiende la democracia, que la OTAN busca expulsar al invasor ruso y exhorta a los países del mundo a formar un frente común, imponer sanciones a Rusia y enviar mercenarios, armas y ayuda económica a la agredida Ucrania, cuando en realidad lo que busca es derrotar a Rusia, para tener acceso casi absoluto a sus recursos, y así mantener su dominio universal.
¿Por qué las potencias occidentales odian a Rusia? Porque no se reconcilian con el hecho de que Rusia no se rindió ante Occidente. En el pasado, algunos apostaron que sería borrada del mapa, pero cuando estaba acorralada y no tenía escapatoria, los rusos enarbolaron un patriotismo digno de encomio: lo hicieron cuando fueron invadidos por los caballeros teutones, las hordas tártaras, polacos, suecos, franceses, italianos, japoneses, norteamericanos y cuando casi toda Europa, encabezada por Hitler, invadió la URSS; a ellos los vencieron en Kulikovo, Poltava, Balaklava, Borodinó o Stalingrado, por mencionar unas pocas batallas. Si antes Rusia derrotó tantas agresiones militares, ¿cómo no va a vencer ahora? Más que nada, porque cuenta con la poderosa alianza económica y militar con China, también amenazada por EEUU, y porque libra una batalla por un mundo sin hegemonías absolutas, sin servidumbres, con hermandad y cooperación entre todos sus habitantes.
Sucede que Occidente está gobernado por una tracalada de imbéciles ignorantes y prepotentes, imbuidos de que su voluntad es omnímoda y sus órdenes irrefutables, menosprecian a Rusia y a sus dirigentes y no creen en sus advertencias, están convencidos de que pueden arrebatar las riquezas de ese país con solo gruñir con el rostro severo. No se percatan de que Rusia posee suficientes fuerzas para defender su inmenso territorio, civilización y soberanía, poderío militar que existe sólo para garantizar la paz y será empleado únicamente en el caso de que sean agredidos su país o cualquiera de sus aliados.
Serguéi Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, subrayó que nadie en Occidente quiere notar el carácter nazi y rusófobo que se sigue creando en Ucrania. Occidente no solo no quiere darse cuenta de ello, sino que favorece directamente el mantenimiento de este carácter del Estado ucraniano, para seguir utilizando al régimen de Kiev en la guerra contra Rusia. De hecho, el objetivo es el mismo que el de Hitler y antes el de Napoleón: reunir a toda Europa y derrotar en consecuencia al pueblo y el Estado de Rusia.
OPINIÓN
Rodolfo Bueno
Corresponsal de Ecuador News en Quito
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