GOOD FOR TEACHING BAD FOR TEACHERS
Por Rosalía Arteaga Serrano
Disculpas por titular este artículo en inglés, pero la verdad es que escuché esta expresión en ese idioma y me pareció adecuado reproducirla, considerando que, hasta rima en el idioma inglés, en este caso más que en el español, ya que la traducción literal sería: “Bueno para la enseñanza, malo para los profesores”.
Y quiero referirme al preocupante contexto en el que escuché esta frase. Estaba hace unos muy pocos días, en una visita al enorme país de la China continental y tuve la oportunidad de reunirme con desarrolladores tecnológicos en el área de la educación.
Nos explicaron la construcción de plataformas ligadas a la Inteligencia Artificial que están ya probándose en millones de niños y de jóvenes, aparentemente con excelentes resultados para el proceso de aprendizaje, todo guiado por la inteligencia artificial que incluso coloca los límites necesarios para que niños y jóvenes no vayan más allá y hagan las preguntas adecuadas.
La capacidad de aprendizaje se potencia, pero son las máquinas las que establecen los sistemas, las preguntas, las temáticas, las evaluaciones, lo que puede sonar inaudito, pero la verdad es que ya es una realidad.
Nos mostraron el avance de los niños y jóvenes, a partir de los ocho años, y al mismo tiempo, cuando preguntamos el rol de los maestros se miraron las caras y no alcanzaron a articular una respuesta. Era evidente que los profesores ya no tienen un rol, o si lo tienen es muy reducido y secundario porque es la inteligencia artificial la que toma las decisiones, sugiere avances y evalúa.
Esta posibilidad real me asusta, no solo porque muchos maestros se quedarán sin trabajo, pero sobre todo me preocupa la falta de interacción de los niños con otros niños y también con los adultos.
Esperemos que ciencia y conciencia vayan de la mano y no rebasemos unos actos y unos hechos que pongan en riesgo la condición humana.
OPINIÓN
Rosalía Arteaga Serrano
Ex Presidenta Constitucional de la República del Ecuador
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