UN COMITÉ PARA DEFENDER A LOS CORRUPTOS
Por Lolo Echeverría
Los políticos ecuatorianos han convertido la política en el arte de confundir.
La izquierda y el populismo nunca abandonan a los suyos, incluso a los condenados por la justicia. Se movilizan a nivel internacional con todos los recursos, incluso los ilegítimos. Esta vez, figuras conocidas de la izquierda, han conformado un Comité Internacional para pedir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la libertad de Jorge Glas y el reconocimiento del asilo otorgado por López Obrador de México.
Integran el Comité figuras como José Luis Rodríguez Zapatero, español amigo de la dictadura venezolana; Ernesto Samper, colombiano (el presidente que se iba a caer) acusado de nexos con el narcotráfico; Rafael Correa, el prófugo ecuatoriano; Evo Morales el dictador fallido de Bolivia; Manuel Zelaya el dictador fallido de Honduras; Alberto Fernández el dócil kirchnerista argentino y Baltazar Garzón, ex juez español expulsado por prevaricación.
Este comité de acusados de corrupción defiende a los corruptos; a ellos no les importa que hayan destruido los países ni que hayan depredado los recursos, tampoco les importa que los condenados por la justicia sean protegidos utilizando con perversión el derecho de asilo.
Un nuevo problema para el presidente de Ecuador; un nuevo enemigo que puede ser útil para la campaña electoral que es, según parece, la prioridad para el gobierno. Otra vez el país partido en dos, correísmo y anticorreísmo que quieren convertir en figurantes a los demás candidatos.
Los políticos ecuatorianos han convertido la política en el arte de confundir. Para los ciudadanos es indescifrable el juego de alianzas y pleitos, los cambios de mayorías, los acuerdos y los insultos, la lucha eterna por el control de los organismos de control.
Las últimas encuestas dicen que no habrá ganador en la segunda vuelta y que el correísmo será el contendor del presidente Noboa en una segunda vuelta. La polarización simplifica la vida de los políticos, pero complica la vida de los electores. ¿Por quién votarían los decepcionados?
OPINIÓN
Lolo Echeverría
Columnista invitado
Para ver más noticias, descarga la Edición