Ecuatorianos, a mucho orgullo celebran su festival
En el Backyard Hall of Science, Queens, la comunidad del país sudamericano cerró con broche de oro un mes de eventos festejando su cultura
Por Juan Alberto Vázquez11 Ago 2024, 20:38 PM EDT
El 2024 se cumplen 12 años de que empresarios, organizaciones y ciudadanos viviendo en Nueva York, celebran el Festival del Orgullo Ecuatoriano, evento que conjunta la energía, música, muestra gastronómica y espíritu de uno de los pueblos más relevantes de Nueva York.
La sede de dicho festival fue el Backyard Hall of Science, en Corona Park, que durante 10 horas recibió a representantes de la cultura ecuatoriana que dieron el cerrojazo al Mes de la Herencia de Ecuador, en el que se nombró a la Reina de la Belleza y el Desfile Ecuatoriano en la Northern Blvd en el condado de Queens.
Dino Domínguez, presidente del Festival Orgullo Ecuatoriano, dije que uno de los objetivos principales es “que no se pierda el espíritu del Ecuador sobre todo de los jóvenes que nacieron en Estados Unidos pues muchos de ellos ni siquiera quieren hablar español”, así que eventos como estos los lleva a insistir en las raíces de su pueblo.
Indica Domínguez que desde hace 11 años, “comenzamos como una expo-feria dentro del Museo de la Ciencia pero nos quedó tan pequeño que debimos extendernos a este amplio jardín donde llevamos haciéndolo 6 años de celebrar el festival”.
Recuerda que en el 2022 rompieron su récord al concentrar a cerca de 20 mil personas “pese a que ese día cayó una lluvia impresionante en la que las personas no se movieron de su lugar”, disfrutando las danza y música tradicional del yaraví y la cumbia andina.
Además de varios grupos de danza folclórica y cantantes como María Rosa Patrón, Gaby Cárdenas y Grupo 7, este 2024 Dominguez confirmó que piensan superaron los 20 mil en 2022, “pues tenemos un elenco impresionante con la mamá de las bandas en Ecuador La 24 de Mayo”. Dice el presidente que la banda tiene “80 años de existir y se han mantenido durante muchas generaciones”. También anuncia del esfuerzo por traer a Las Diablitas que llegaron desde Ecuador para participar en el evento.
La celebración recordó del Día de la Independencia que se conmemora el 10 de agosto.
Crédito: Juan Alberto Vázquez | Cortesía
Los ecuatorianos, hoy no quieren saber de política
Luego de que el 21 de abril debieron ir de nueva cuenta a votar para aprobar la reformas y los cambios en la Constitución que planteó el presidente Daniel Noboa, cuatro meses después los ecuatorianos que acudieron al festival simplemente deseaban escuchar música y comer arroz con puerco con agua de maracuyá en lugar de preocuparse por la violencia que debilita la seguridad de su país.
Apenas el 8 de agosto, Noboa dijo que su gobierno está en guerra permanente contra los carteles del narcotráfico. Sin embargo, Román Alvarado, quien acudió con su familia de cinco personas al festival, por un lado “apoyo al presidente ecuatoriano” pero en realidad duda “que logre acabar con la violencia que ha ahuyentado el turismo”.
En el referendum de abril la gente votó por el “Sí” para que se permita a las Fuerzas Armadas en las funciones de la Policía Nacional para combatir el crimen organizado”. Mientras tanto, la violencia de los grupos criminales ha empujado a muchos ecuatorianos a emigrar a Estados Unidos.
La oficina del Censo en su última medición señala que los ecuatorianos en Estados Unidos aumentaron de 429 mil en 2013 a más de 481 mil en 2021. Y uno de cada tres los ecuatorianos viven en el área metropolitana de Nueva York, siendo la tercera población de inmigrantes latinoamericanos más grande, detrás de dominicanos y mexicanos. Poco más de 80 mil de esos 150, 000 viven en el barrio de Queens y, sobre la avenida Roosevelt, es natural que en cada calle haya algún restaurante o mercado con productos ecuatorianos.
Otro asistente al festival, Efraín Montaño, llegó hace 10 años directo de Guayaquil y acepta que pese a “lo agradecido” que está con la Ciudad de Nueva York y la oportunidad de crecer, “sigo extrañando mucho a mí patria y a mis padres que no veo desde que salí en el 2014”. El señor Montaño asegura que uno de los grandes dilemas de no poder viajar a su patria, por lo pronto se le olvida con estos eventos donde se empapa de “la cultura ecuatoriana”.
Muchos asistentes se acercaron al quiosco de El Diario y su auspiciador Napoli Shkolnik PLLC Attorneys at Law.
Crédito: Juan Alberto Vázquez | Cortesía
Alegría sin fin el día de la Independencia
En el aniversario 212 del primer Grito de Independencia del Ecuador se recuerda la destitución del Presidente de la Real Audiencia de Quito, Manuel Urriés Conde Ruiz de Castilla, y la instalación posterior de la Junta Soberana de Gobierno. Quedando en 1809 Juan Pío Montúfar en el cargo de Presidente de la Junta y José Cuero y Caicedo como Vicepresidente de la misma.
Tras aquel acto de rebelión, “comandado por Simón Bolivar junto con San Martín” como recuerda Dino Domínguez, las autoridades españolas buscaron eliminar la rebelión movilizando tropas desde Guayaquil, Popayán y Pasto con la misión de tomar Quito y acabar “con los insurrectos”.
Tras de ser apresados y condenados, el pueblo de Quito buscó rescatar a los patriotas encarcelados en el Cuartel Real de Lima y la corona española terminó ejecutando a los próceres el 2 de agosto de 1810.
Fue así comose llegó acelebrar el 10 de agosto como día de la independencia. Para celebrarla, la tarde del domingo 11, muchos patrocinadores, incluyendo El Diaro de Nueva York participaron en el Festival Orgullo Ecuatoriano. Desde la oficina del Napoli Shkolnik PLLC Attorneys at Law, acompañaron al stand de esta casa editorial a participar en la tómbola con varios productos. Al final del día también se rifaron decenas de tarjetas de Starbucks y una más de 50 dólares.
“Yo tengo 56 años en Estados Unidos y estoy seguro que el ecuatoriano es bien visto por el esfuerzo y la calidad de su trabajo”, continua Domínguez el presidente del festival, quien si bien acepta que “la mata da de todo tipo de personas” en el caso de los ecuatorianos “puedes estar seguros que son gente responsable y seria”.
Hablamos, por ejemplo, de todas las personas que, con carritos de paletas de hielo y helados, cubren decenas de parques en los cinco barrios neoyorquino y que, en su gran mayoría son ecuatorianos. Domínguez responde al hecho alegando que ese es un ejemplo “del espíritu emprendedor” de sus paisanos.
En el caso de las personas que venden chicles y chocolates en los vagones del metro neoyorquino, el presidente del festival justifica que son “ecuatorianos tratando de superarse, y no pidiendo caridad”. Recuerda que al mirar a esos vendedores “los admiro porque insisten en vender sin importar si tienen que llevar a sus hijos”.
“Por eso yo voy a estar atendiendo estos eventos familiares que nos hacen sentir como auténticos ecuatorianos”, culmina la señora Victoria quien dice que viene a estos festivales desde que estaba su padre, recién “fallecido en la pandemia del Covid”.
Desde Ecuador vinieron algunos grupos para participar en el evento cultural.
Crédito: Juan Alberto Vázquez | Cortesía
“Como que no se menciona mucho a los ecuatorianos en Nueva York”, acepta Victoria. “Pero yo te puedo asegurar que somos tan relevantes como cualquier persona de otras nacionalidades”, remata.
Por: EL DIARIO
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