POR LAS CALLES DE LA AMARGURA
Por Holguer Mariano Jara
Por las calles de la amargura, estrechas, polvorientas, sin agua y sobre pobladas, se pasean como si nada; Noboa, Nebot, Iza, Alvares, Luisa, Aguiñaga, Kronfle, Fito, choneros, lobos, ricachos fastuosos, pobres engreídos, los pobretes y los falsos ricos y por supuesto, la tenaz clase media, la selecta realeza de los líderes sindicales y la republicana desvergüenza de generales, gobernadores, alcaldes, prefectos, tenientes, asambleístas y abundantes pseudo políticos..
Las calles de la amargura conducen también a algunas encrucijadas del pasado reciente y en ella, nos hacemos una pregunta incomoda: ¿qué hacemos con nuestro país, con los políticos corruptos, con la mafia de la burocracia, sindicalistas deshonestos, con los narcotraficantes, narco políticos, ministros, sicarios, etc.?.
Vista la situación que vive Ecuador, con un gobierno de ciegos, comandada por el narcotráfico y auspiciada por la narco política, que mangonean y embarran la democracia y todo nuestro Estado de bienestar, supongo que hoy todos los ecuatorianos se preguntarán, cuando acabará toda esta mierda ?.
Lo del clima terminará más tarde que pronto, porque la naturaleza en sus diversos ciclos históricos ya lo ha demostrado. Le ayudará con la tecnología, la misma humanidad hará conciencia y buscará su rehabilitación para recuperar el planeta tierra y por supuesto el tiempo que pasa y pasa.
Pero los progresistas, ahora convertidos en comunistas de opereta bufa y camuflados de políticos, también estarán estupefactos al contemplar, porque lo permiten, como su movimiento al cual votan ciegamente, se ha ido auto-asesinando, pronto a su definitiva desaparición y permiten que el país cada día se hunda en el fango de la miseria.
La “izquierda” de ahora, es un problema tan letal o más que el mismo clima de la tierra, que ha desatado su mortal temperatura. El problema político en Ecuador tiene que solucionarse, la izquierda, necesaria para el equilibrio democrático, tiene que reconstruirse con sus auténticos valores y sus ideas civilizadas.
Los socialistas del siglo XXI, los comunistas y demás “istas” han de ser exterminados, políticamente por supuesto, porque ya han demostrado ser cualquier cosa maloliente que ecuatorianos y como no se sabe qué hacen aquí, pues que se vayan. Seguramente esto nos ayudará a todos los ecuatorianos, a volver a ser ecuatorianos y no aspirantes a apátridas, que es lo que ahora somos.
Pero también la derecha debe tener confianza en sus ideas y no tenerle miedo a lo que pueda decir su hermanastro del “complejo” Nebot. La unidad de la “derecha” solo se podrá producir si los unos y los otros se dejan de jugar al Yo y más que Yo y plantean objetivamente un camino realista, tangible y comprensible, para constituir una ideología única, ECUADOR.
Los de la izquierda tampoco lo han sabido hacer y se han encamado con comunistas y demás de su propia ca laña para así desgobernar una Nación y llevarla al caótico cuadro en que se encuentra, en el que por fuerza nos encontramos.
Hay que recuperar el Ecuador. Si esto se logra, esa ha de ser la solución. Dejarse de peleas bizantinas, estrafalarias y a unir fuerzas, que es ahí donde realmente reside la omnipotente victoria democrática y la dignidad del pueblo. Los cargos para después, ahora a ser razonables y a luchar para salvar el país.
La democracia, pese a sus fallos evidentes, sigue siendo para mí, no solo el mejor sistema político, sino el único posible, tiende a mitificar la opinión de la mayoría. Es deber y obligación de todos los ecuatorianos, trabajar en comunión de ideas y remar contra corriente, para encontrar el cause de aguas firmes y navegar con rumbo cierto.
Las voces de la indignación de los ecuatorianos, deben sepultar al despotismo ilustrado de los políticos, el juego de sillas de los corruptos, las declaraciones insustanciales y llenas de panfletos de los representantes del pueblo.
Una sociedad democrática tiene como punto de partida la existencia en ella, de desacuerdos y parte de ello consiste en generar acuerdos. No existe la verdad en política, existe la búsqueda conjunta de lo justo y lo convincente. Ecuatorianos, hay que economizar desacuerdos y esforzarse para conseguir pactos y realizaciones, NO permitamos que la demagogia nos sucumba y sigamos caminando por las calles de la amargura.
Los políticos no son tontos, son gente que no se siente defendida por el sistema, que se considera maltratada y ninguneada y que está asustada y furiosa. En otras palabras, se hacen las víctimas y con ese pretexto lanzan cortinas de humo para ejecutar a plena luz del día, actos de corrupción.
En época de crisis no hay que levantarse en armas, hay que levantarse más temprano, este país necesita más producción, más fortaleza para salir de la pobreza.
OPINIÓN
Holguer Mariano Jara
Especial para Ecuador News
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