Un año después no ha pasado
Ecuatorianos votaron para poner fin a extracción de crudo en Amazonía
Ha pasado un año desde que el pueblo de Ecuador votó para poner fin a la extracción de petróleo en un parque nacional en la parte del país del corazón de la Amazonía, y no se ha hecho nada para el cumplimiento, excepto el apagado del primer pozo de más de dos centenas realizado el paxsado miércoles. Para los partidarios del cierre, esa ni siquiera es la peor parte: El gobierno ahora busca una extensión de cinco años para que la compañía petrolera estatal se retire.
El pueblo waorani —un grupo indígena cuyo territorio se superpone al del Parque Nacional Yasuní— y otros están frustrados por la falta de cumplimiento del referendo.
“Deberíamos tener ya un resultado avanzado, ya casi 100% de cierre, pero el gobierno no se ha dedicado a eso”, dijo Juan Bay, presidente de la Nacionalidad Waorani del Ecuador (NAWE), la principal organización waorani del país. “No ha habido voluntad política para garantizar los derechos del pueblo ecuatoriano que las urnas decidieron”.
El Parque Nacional Yasuní es una de las regiones con mayor biodiversidad del planeta. Además de albergar a los waorani, es hogar de dos de las últimas comunidades indígenas del mundo que viven en aislamiento voluntario, los taromenane y los tagaeri, según la organización sin fines de lucro Amazon Frontlines.
Los partidarios estaban jubilosos el año pasado cuando casi el 60% de los votantes apoyaron el referéndum para poner fin a la extracción de petróleo en un bloque conocido como 43-ITT. Señalaron que se trataba de un referendo histórico que mantendría unos 700 millones de barriles de crudo en el suelo para salvaguardar la naturaleza y a las comunidades indígenas allí.
Un tribunal constitucional le dio al gobierno y a la compañía estatal Petroecuador un año para cerrar pozos y carreteras y desmantelar la infraestructura petrolera. Pero a principios de este mes, el gobierno de Ecuador solicitó al tribunal una extensión de la fecha límite de agosto de 2024 para cerrar el bloque petrolero por al menos cinco años y cinco meses.
El ministro de Energía y Minas de Ecuador, Antonio Goncalves, dijo el miércoles en el acto de cierre del primer pozo de un total de 247, en la provincia amazónica de Orellana, que con ello se está dando cumplimiento a la consulta popular y que el cronograma extendido de apagado sugerido es el “tiempo adecuado para que todas las intervenciones que se realicen no afecten al medio ambiente y mucho menos a las comunidades aledañas”.
Pero para el grupo ambientalista Yasunidos, promotor de la consulta, este cierre es “una burla” del gobierno al que increpó en un comunicado porque “ha incumplido flagrantemente” el plebiscito al continuar con la explotación y desoír el fallo de la Corte, por lo que exigió una acción de ese máximo tribunal. Esta instancia no se ha pronunciado sobre el cronograma planteado por el gobierno.
Algunos expertos dijeron que un año no fue suficiente tiempo para desmantelar las operaciones y que el presidente Daniel Noboa necesitaba los grandes ingresos de la industria petrolera para combatir la espiral de violencia en el país por la que se declaró un estado de excepción en enero. El petróleo representa casi un tercio del PIB de Ecuador y su economía tiene dificultades para cumplir con sus obligaciones de deuda interna.
“Iba a ser muy difícil de realizar considerando todo lo que ha estado sucediendo dentro del país”, refirió en una entrevista Beatriz Nice, asociada en Ecuador del Wilson Center, un grupo de expertos no partidista de análisis y perspectivas sobre asuntos globales, con sede en Washington.
Pero Nice agregó que la solicitud de extensión de cinco años muestra que el gobierno no tiene prisa. “Obviamente, el gobierno está ganando tiempo”, apuntó. “Le dice a la gente, y especialmente a las comunidades indígenas, que ‘tu situación no es una prioridad para nosotros’”.
La industria petrolera ha operado en el norte de la Amazonía de Ecuador durante más de cinco décadas, según la organización sin fines de lucro Amazon Watch, que dijo que derrames de petróleo importantes han sido frecuentes y que en un momento Petroecuador promedió un derrame por semana. Petroecuador no respondió a un mensaje en busca de comentarios.
Kevin Koenig, director de clima y energía de Amazon Watch, explicó que los derrames se traducen en niveles elevados de cáncer, enfermedades respiratorias, abortos espontáneos y otros problemas de salud para las personas que viven cerca. Dijo que era revelador que el gobierno no incluyera fondos para desmantelar la perforación petrolera en su presupuesto de este año.
“Ya sabían que no iban a cumplir con esto”, añadió. “Están usando un montón de argumentos técnicos, pero parece que solo están tratando de engañar a la gente y está muy claro que quieren seguir extrayendo petróleo y obtener todo el petróleo que puedan de esos campos antes de cerrarlos”.
La Unión de Afectados y Afectadas por las Operaciones Petroleras de Texaco (UDAPT), que rastrea los derrames de petróleo, reportó que la Amazonía ecuatoriana registró un promedio de 10 derrames al mes de 2016 a 2021, dijo Donald Moncayo, coordinador del grupo.
Bay, el líder waorani, encabezará una delegación a la capital ecuatoriana para hablar ante el Congreso el viernes. Dijo que su pueblo quiere ser incluido en el proceso.
“La decisión del pueblo ecuatoriano ha sido un alivio para los pueblos waorani, porque han entendido que, durante seis décadas, el petróleo no ha sido un desarrollo, no ha sido un cambio, sino ha traído la muerte”, agregó.
Ecuador inicia desmantelamiento de bloque petrolero en Parque Nacional Yasuní 2 días antes de plazo judicial
El gobierno de Ecuador dice que ha comenzado a desmantelar la infraestructura en un controvertido bloque de perforación petrolera en el Parque Nacional Yasuní, justo cuando se acerca el plazo impuesto por la corte el viernes pasado para su finalización, escribió el periodista norteamericano Steven Grattan.
El Ministerio de Energía y Minas dijo en un comunicado el miércoles anteerior por la noche que cerró uno de los 247 pozos en el bloque 43-ITT: el pozo Ishpingo B-56.
Ha pasado un año desde el histórico referéndum para detener la perforación petrolera en el parque nacional en la Amazonía del país, pero el pueblo indígena Waorani que vive allí y los grupos de derechos humanos dicen que no se ha hecho nada. El gobierno solicitó la semana pasada a la Corte Constitucional una prórroga de cinco años y cinco meses para que la petrolera estatal Petroecuador cese sus operaciones y se retire.
“Vengo a verificar que se está cumpliendo con la decisión del referendo del año pasado, donde los ciudadanos votaron a favor del cierre de este campo”, dijo el titular del ministerio, Antonio Goncalves, en el comunicado. “Cumplir con el cierre del ITT no es una tarea fácil, requiere una planificación especial y técnica”.
Todos los pozos deberían quedar fuera de servicio en diciembre de 2029, dijo anteriormente el gobierno.
El anuncio del cierre del pozo B-56 se produjo horas después de un artículo de Associated Press sobre las frustraciones del pueblo waorani y otros que se quejaron de que el gobierno no ha tomado medidas durante el año pasado.
La agencia de noticias AP, que hizo la información, no ha recibido respuesta a las solicitudes de comentarios del ministerio y Petroecuador durante los últimos tres días. El gobierno ecuatoriano no puede fijar su propio cronograma y ha mostrado poca voluntad política para cerrar las operaciones, dijo Kevin Koenig, director de clima y energía de la organización sin fines de lucro Amazon Watch, en respuesta a la declaración del gobierno.
“El gobierno está obligado por sus obligaciones con la corte constitucional, que le dio un año para cerrar 227 pozos. … El hecho de que cerraran uno ayer no significa que estén cumpliendo con la orden judicial”, dijo Koenig en una llamada desde el Parque Nacional Yasuní.
“No están cumpliendo con su obligación judicial con la corte, no están cumpliendo con el mandato del pueblo ecuatoriano y no están respetando los derechos de los waorani”, dijo.
El Parque Nacional Yasuní es una de las regiones con mayor biodiversidad del planeta. Además de los waorani, es el hogar de dos de las últimas comunidades indígenas del mundo que viven en aislamiento voluntario, los taromenane y los tagaeri, según la organización sin fines de lucro Amazon Frontlines.
Según estimaciones del gobierno, poner fin a las perforaciones petroleras en el bloque 43-ITT podría costar 1.300 millones de dólares.
El petróleo representa casi un tercio del PIB de Ecuador, y su economía está teniendo dificultades para cumplir con sus obligaciones de deuda interna.
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