POBREZA ENERGÉTICA LA OBSCURIDAD QUE MATA LA ECONOMÍA
Por: Mariano Jara
Ecuador se desmorona, se hunde en la obscuridad y el problema se acrecienta especialmente cuando se incorpora el concepto de “pobreza energética”, una categoría que desafortunadamente en nuestro país suena muy familiar.
Al momento libramos una guerra frente a la inseguridad y la obscuridad. Esta semana ha sido terrible. En los temas de vida, familia y libertades el panorama es desolador. Estamos en lo más obscuro de la noche, pero la luz en las tinieblas resplandecen, como un eco de esperanza para el pueblo.
Desde el pasado miércoles millones de ecuatorianos nos sumergimos en la obscuridad, a los pies de los delincuentes y la sombra de la luna, para juntos presenciar la obra más grande del siglo XXI, “LA OBSCURIDAD QUE MATA LA ECONOMÍA”.
Todo empezó cuando las plantas generadoras de electricidad dejaron de aportar energía a la red por razones distintas, según el gobierno. Esto se conjugó con una alta demanda de electricidad, estiaje, problemas de operación en centrales como Coca Codo Sinclair, la falta de mantenimiento del parque termoeléctrico, plantas obsoletas de producción energética, corrupción permanente y la desidia del Estado.
A esto se suma la falta de capacidad del país para generar más electricidad, exclusivamente por la falta de inversión en el sistema. Hay 20 provincias en sequía y alarma roja, mientras que el nivel de agua en las presas bajó a su mínimo nivel. Para poder administrar la electricidad sin poner en riesgo el sistema y al país, el Gobierno optó por cortar el suministro de energía durante periodos de 4 a 8 horas diarias en ciertas áreas del país.
La generación hidroeléctrica sirve mucho para paliar los efectos de los incrementos en la demanda, pero ahora las presas están en imposibilidad de mantener esa generación. No tenemos generación hidroeléctrica para sostener eso y ahora nos encontramos en emergencia y sin proyectos que permitan alguna esperanza de solución.
El sistema Ecuatoriano carece de “redundancia”, es decir, capacidad instalada que no se utiliza regularmente y durante los periodos de consumo promedio, sino aquella que solo se utiliza durante los periodos extraordinarios en que la demanda es inusualmente alta.
El gobierno piensa que el déficit se va a solucionar con el ahorro de energía y no es así. El sector eléctrico tiene una falta de oferta de generación, por lo que tiene que llevar adelante procesos de licitación claros, transparentes y apolíticos, para contratar generación.
El sector eléctrico ecuatoriano no genera ganancias, trabaja al costo, así aseguran fuentes gubernamentales; pero sí tienen dinero para mantener una elevada cantidad de burócratas, incluso con sueldos dorados. Si existen fondos sobrantes, no se utilizan en obras de infraestructura para facilitar generación, transmisión y distribución.
El déficit de generación de energía se debe a la falta de inversión en todo tipo de proyectos, sobre todo en centrales de generación firme. En el país está faltando una energía de base, ya sea de gas natural, térmica o hidroeléctrica, que permitan estabilidad en el sistema.
Al parecer al momento en el gobierno existe planificación para un Plan Maestro de Electricidad, un plan de expansión de generación, transmisión y distribución, pero no hay dinero para invertir en nueva infraestructura eléctrica. Entonces, el gobierno tiene previsto que sea el privado el que invierta, pero los privados no quieren invertir, por falta de una ley de seguridad económica.
El Estado quiere vender proyectos, pero las regulaciones no obedecen a esa visión. Sumado a esto el riesgo país y la inestabilidad política le quita el atractivo para la inversión de privados. Entonces, el problema para ambas partes es, NO estar preparados.
El gobierno nacional vive desconectado de la realidad social y económica del país, sin embargo, considero que puede acelerar la transición hacia un sistema energético asequible, seguro y sostenible al invertir en energías renovables, priorizar la implementación de prácticas de eficiencia energética y adoptar tecnologías e infraestructuras de energía limpia.
Lo más importante para el país en los actuales momentos, es el cambio de la matriz energética, esta es la vía para que aparezcan a la superficie los problemas y sobre todo para que se encuentre las posibles soluciones y los ecuatorianos podamos contar con un servicio eléctrico en las mejores condiciones.
Lo cierto es que, el desarrollo económico por más injusto y desigual que sea, provoca la aparición de nuevas fuerzas sociales, unas todavía dormidas y satisfechas, como la clase obrera; otras despiertas y críticas, como los estudiantes y los intelectuales, que no encuentran lugar en el sistema político y económico ecuatoriano y lo más triste, hasta sin energía…eléctrica.
Nosotros tenemos que plantearnos de acuerdo con la realidad, nuevos modelos de desarrollo energético y eso es imposible si no hay una atmosfera de Unidad Nacional. Si la gente actualmente no puede manifestarse en las calles y a pleno sol, la gente seguramente se expresará en el subsuelo y en la obscuridad, para que el gobierno cambie y el país encuentre el camino del desarrollo.