¿Y DÓNDE PARQUEO MI CARRO?
Son las interrogantes que nos hacemos a diario los que habitamos en esta metrópoli. A nuestro parecer son pocos los propietarios de coches quienes tienen un garaje privado, y los que no tenemos, de verdad en un verdadero vía crucis; claro está, dentro del área urbana, porque si lo comparamos con las personas que viven en otros estados fuera de esta, como por ejemplo en Pensilvania, New Jersey, Connecticut, Maryland, etc. en estos pueblos, por lo general tienen grandes espacios como lugares de estacionamiento, cual es un gusto llegar a cualquier sitio y el parqueo se ve por todo lado, la placidez absoluta.
Nos olvidemos que estamos hablando de New York City, como dije una vez, realmente ciudad llena de contraste singular, y por lo general cada turista o persona se siente muy atraída, como gustosa al pasear por sus calles y adornadas avenidas. Pero cuando toca buscar un lugar para estacionar su vehículo, hay que ser muy estratega para lograr un bendito espacio libre. En cierta ocasión, después de mis labores diarias como de costumbre me dirigía a mi domicilio, ya en camino por una calle muy transitada recibí una llamada de unos amigos que recién habían llegado de paseo, me pidieron que los acompañara; como fueron mis buenos compañeros de estudio y colegas a la vez, opte por desviar mi ruta e ir al encuentro. Lo que ocurrió en aquella cena del recuerdo por así decirlo, fue gratificante, mismo fue en un departamento en Manhattan, como no bebo alcohol, excepto una copa de vino <una sola> luego de conversar hasta más no poder y hacer planes futuros, nos despedimos a eso de las 12 pm. El caso es que vivo en Jackson Heights Queens, a una hora de distancia. Soy de las personas que no se trasnocha fácilmente. El hecho es que llegue cerca de mi casa, y en el lugar donde parqueo mi coche, el vecino había puesto su carro por asuntos de urgencia, surgiendo una serie de incertidumbre en todo mi ser. ¿Porque? Empecé a buscar sitio al entorno donde yo vivía, un bloque, dos bloques, tres bloques a la redonda, y nada de nada. Señores, llegue hasta el Estadio Citi Field, desde la 108 Street hasta la 69 y desde la 32 hasta la 55 ave, no encontraba un lugarcito para parquear mi carrito. Visite cuatro lugares que alquilan garaje, “todo estaba lleno”. A estas horas de la noche nadie nueve ni un centímetro los vehículos; por las tantas vueltas y más vueltas me sentía horriblemente ofuscado, a la vez impotente al no poder solucionar este inconveniente, y aunque les parezca una patraña, el tiempo en buscar lugar para estacionar fueron 3 horas 20 minutos, ya cansado con el sueño encima, tuve que estacionarme en un Hidrante contra incendios. ¡Claro está!, me quede dormido, cuando desperté, la multa de $125. ¡Hasta vez me duele! ¡A nadie les deseo esto, pero ocurre! Por otro lado, no debemos olvidar que la “Ciudad” en cuanto a tránsito y parqueadero público, está muy bien organizado; pues existen días propicios para estacionar el vehículo en la calle; en ciertos lugares uno puede dejar el coche toda la semana excepto un día, debe moverlo para que la barredora pase haciendo la limpieza. ¡Ha, y si no lo mueves! La multa está a la orden del día por la Sanitation. ¿Qué hacer para solucionar este problema de transporte? Definitivamente es muy complejo. Pero sabemos que las autoridades hacen el mejor esfuerzo por tratar de la mejor manera este rompecabezas añejo.
Dr. Manuel Díaz Córdova